Comenzamos expresando nuestra más sincera felicitación a ese grupo de ciudadanos que en la Urb. Santa Rosa de Lima en el sureste de Caracas, propulsaron la iniciativa hace tres años de conformar un Consejo Comunal, tal vez el primero de su género en una zona de clase media.
Sin embargo al leer el artículo de prensa publicado en el diario Tal Cual el 26/6/2009, nos quedó un mal sabor en la boca, pues la conclusión evidente es: ¿Y entonces, todo ese esfuerzo para qué?, nos parece que el artículo desmerita y desmotiva el esfuerzo que están realizando en este momento muchos ciudadanos en múltiples lugares de la geografía nacional, en procura de la conformación de consejos comunales como una manera de organizar a las comunidades, en función de lograr varios objetivos que nos parecen de trascendental importancia en la coyuntura política actual.
En primer lugar el Consejo Comunal es un espacio de participación política que es necesario ocupar, pues de no hacerlo, otros lo ocuparán, y tal vez por personas que le hagan el juego al gobierno, es importante que entendamos que el objetivo básico del gobierno central para auspiciar la formación de consejos comunales, es poco a poco quitarle competencias y presupuesto a las Gobernaciones y Alcaldías, y hacer depender a esos micro gobiernos locales directamente del ejecutivo nacional, de tal manera de quitarle importancia a nuestras autoridades electas en elecciones libres, en consecuencia los Consejos Comunales deben de empeñarse en trabajar de la mano con las autoridades municipales y regionales para darles apoyo y por lo tanto gobernabilidad, sin otorgar cheques en blanco y criticando al que hubiere que criticar.
En segundo lugar, si bien el Consejo Comunal es el ente que representa a una comunidad en particular y sus voceros en ciertos espacios deben expresar el sentir comunitario, no nos podemos olvidar que por encima del Consejo Comunal está la Asamblea de Ciudadanos como órgano decisorio y al cual le deben rendir cuentas. Luego el segundo objetivo básico de la organización comunal debe ser, impulsar la Asamblea de Ciudadanos para que se convierta en el verdadero espacio de participación y organización popular, para eso es necesario abrir el juego, es decir permitir la participación ciudadana, aunque en un momento determinado pudiéramos estar en desacuerdo con alguna iniciativa que impulsen un grupo de ciudadanos.
En tercer lugar, si observamos que en un Consejo Comunal a través del tiempo no hay caras nuevas, no se renuevan sus autoridades, la participación vecinal es escasa, esos líderes comunitarios deben de entrar en un proceso de auto reflexión y análisis, pues definitivamente hay cosas que no están haciendo correctamente, y probablemente sea porque el mensaje que le envían a sus comunidades no es el correcto o porque bajo la excusa de la poca o nula participación ellos continúan en sus cargos eternamente. Si observamos, como ocurre con mucha frecuencia que en una reunión comunal no hay caras jóvenes entre los 20 y los 40 años, y que si sumamos los años de los que integran la reunión suman varios cientos de años, preocúpense pues su destino final será el más rotundo fracaso.
En cuarto lugar hablemos de la representatividad y legitimidad de un Consejo Comunal, en el caso de Santa Rosa de Lima, hasta donde conocemos solo existe un Consejo Comunal sobre un ámbito geográfico que lo conforman un número bien importante de familias, además que la Ley establece que el ámbito debe incluir como mínimo a 200 y como máximo a 400 familias, en esta zona deberían existir de 2 a 4 Consejos Comunales, lo que cambiaría radicalmente la posición de fuerza de la comunidad ante una exigencia o pedimento a las autoridades, tal vez esa sea la razón de porque no han podido hacer nada contra la Clínica ilegal del Centro Comercial o en contra del constructor que edifica por encima de la permisología, no es lo mismo que un grupito de Señoras proteste ante la Clínica, a que un número bien representativo de ciudadanos, bien motivados y dispuestos se presente ante la Clínica ilegal y exijan su cierre o al menos las mejoras mínimas para que pueda funcionar.
Por último no podemos dejar de indicar que en la medida en que las comunidades se organicen, las cosas funcionarán mejor, podremos presionar a las autoridades para que mejoren los servicios, podremos establecer normas de convivencia en nuestras comunidades, podremos emprender proyectos de responsabilidad social y comenzar a pagar la inmensa deuda social que todos tenemos en mayor o menor escala, podremos tener voz y voto en la realización del presupuesto participativo que la Alcaldía está obligada a desarrollar a través del CLPP (Consejo Local de Políticas Públicas).
No podemos olvidar el reciente evento de la consulta popular en el Municipio Chacao sobre el Centro Cívico, donde 26 Consejos Comunales lograron convocar el mismo día a sus 26 Asambleas de Ciudadanos con una participación de más de 20,000 personas del Municipio, tal y como escribimos en su oportunidad, ese es un ejemplo a seguir, reflexionemos y evaluemos lo que hemos estado haciendo mal, cedamos espacios, no nos enquistemos en cargos, incorporemos ciudadanos a distintas actividades y dejemos que surjan los nuevos liderazgos comunitarios.
En conclusión, debemos convertir las asociaciones de vecinos y las juntas de condominio en Consejos Comunales, debemos establecer los espacios de cogestión tanto con otros Consejos como con las autoridades locales y regionales, vamos a darle la urgencia del caso antes que nos impongan las Comunas y a sus funcionarios designados a dedo por el gobierno central, la oportunidad la tenemos ahora, para luego es tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico