Carolina Alcalde 06 de marzo de 2023
@caroalca
La
Encuesta Nacional de Hospitales refleja que la situación en los hospitales
públicos venezolanos “sigue siendo crítica”y “muy inferior” al resto de la
región.
Aunque
se evidencian “ciertas mejorías” en cuanto al suministro de insumos y el tiempo
de atención en los hospitales públicos venezolanos, la situación general “sigue
siendo crítica”, expone la más reciente Encuesta Nacional de Hospitales (ENH),
que monitorea diversos aspectos de forma “rutinaria” y “sistemática”.
En
comparación con el 2019, en 2022 el desabastecimiento de insumos
imprescindibles para atender casos de emergencia, entre ellos adrenalina,
oxígeno y material de intubación ha registrado una mejora de 6 puntos
porcentuales, pero sigue estando lejos de ser lo “óptimo”.
“En términos reales, la posibilidad de no encontrar un medicamento básico para una emergencia está cercana al 50%. Si miramos para insumos de pabellón de emergencia es 70% y este valor no ha variado desde 2019”, resalta el informe de la ENH.
Julio
Castro, medico infectólogo y coordinador de la ENH, destacó preocupación ante el
déficit de insumos para atender los motivos más frecuentes de consultas, que
son las emergencias hipertensivas, cardiológicas y patologías respiratorias.
La ENH
también documenta un déficit de 70% en insumos de quirófano indispensables para
una cirugía, incluyendo analgésicos y anestésicos.
“Esa
situación está un poco mejor, [pero] no está en los niveles que nosotros
deberíamos tener comparados con países latinoamericanos. No ha habido un cambio
sustancialmente importante”, dijo Castro al presentar los resultados de la ENH.
En
cuanto a las fallas estructurales y de servicios públicos como agua y luz, la
situación “no ha mejorado sustancialmente”. Casi el 60% de los hospitales no
reciben agua corriente.
“Estamos
funcionando con soluciones de emergencia que son camiones cisterna o plantas
eléctricas cuando se va a la luz en el hospital, que son paños calientes para
situaciones coyunturales, no para resolver la situación. Abogamos porque esto
sea cero y debería haber una política de inversión de infraestructura para
garantizar que los hospitales tengan agua 365 días, 24/7”, sostuvo el médico
infectólogo.
La ENH
reporta una recuperación de la operatividad de servicios de laboratorio y rayos
X, sin embargo, refleja que en 2022 solo el 31% de los centros reportaban
operatividad las 24 horas, los siete días de la semana. Mientras, los equipos
de tomografía y resonancia magnética continúan con casi 90% de inoperatividad.
“Un
tomógrafo que funcione cuatro horas al día lo consideramos un funcionamiento
intermitente. El que llega con un accidente cerebrovascular o una hemorragia
cerebral a las 2 a.m., es como si no estuviera allí, a esa hora es que lo
necesitas”, manifestó Castro.
Tiempo “aguja”
Los
tiempos de atención en enfermedades respiratorias y patología cardiaca aguda
han mejorado “de manera importante” desde 2019, cuando, desde que un paciente
llegaba a emergencia, hasta que se le aplicaba la primera dosis de tratamiento,
(en casos de neumonía) podían pasar hasta 12 horas.
En
casos de infartos, los tiempos de atención pasaron de 4,3 horas en 2019 a poco
más de una hora en 2022.
Castro
explica que las normas internacionales establecen que no debería pasar más de
una hora desde la llegada del paciente hasta que se le coloca el primer
medicamento (tiempo aguja).
“Han
venido disminuyendo y estamos alrededor de las 2 horas (…) mejora porque antes
no había gasolina, porque para conseguir un antibiótico tenías que ir a siete
farmacias, ahora quizás tienes que ir a una sola. Este tiempo se ha venido
recortando, pero quisiéramos que fuera como recomiendan la mayoría de los
países, menos de una hora”, resaltó.
La
medición independiente elaborada por la organización Médicos por la Salud, que
surgió ante la ausencia de estadísticas oficiales, lleva a cabo un monitoreo
“rutinario” y “sistemático” en los 40 hospitales más importantes en todos los
estados del país.
Consultado
por periodistas, Castro calificó el sistema de salud de “mediocre”.
“Mejoró
el índice de desabastecimiento 2%, pero pregúntale a una mujer que tiene un
cáncer de mama cuanto tiene que esperar para operarse. Son muchas variables.
Nos merecemos un sistema de salud muchísimo mejor de lo que representan esos
números”, respondió.
Al
respecto, reiteró la necesidad de que se divulguen indicadores oficiales que
permitan conocer cómo ha sido el gasto público en materia sanitaria.
Especialistas
y diversas instituciones humanitarias han cuestionado que el Ministerio de
Salud no divulgue boletines epidemiológicos desde el 2015.
El
gobierno venezolano ha atribuido la crisis que atraviesa el país a las
sanciones de la comunidad internacional y continuamente ha exigido su
levantamiento. Sin embargo, diversos sectores de la sociedad civil insisten en
que la emergencia humanitaria compleja es preexistente.
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