Olgalinda Pimentel 02 de noviembre de 2023
@OlgalindaP
El resultado de las primarias de oposición
plantea retos, un movimiento democratizador que debe impulsar la candidata
María Corina Machado en Venezuela
La
elección de la candidata presidencial María
Corina Machado, con más del 90% de votos en las primarias de
la oposición para
enfrentar al gobernante y candidato oficialista Nicolás Maduro en
2024, marca un hito en la política de Venezuela, desgastada, fracturada y
distanciada de la población.
Más de 2 millones de venezolanos dentro y fuera del país participaron en el proceso de elección autogestionado que estuvo sometido a todo tipo de trabas, no obstante, por abrumadora mayoría votaron por la única candidata inhabilitada por imposición ilegal del régimen, en una impensada movilización considerada una señal del reclamo de cambio.
Las
primarias que se convalidaron como mecanismo de participación se realizaron en
medio del “acuerdo de hoja de ruta electoral” suscrito por
delegados de Maduro y de la oposición, con la presencia de EEUU, en Barbados,
en la búsqueda de superar la crisis en Venezuela.
El acuerdo establece el cumplimiento de la ruta electoral a cambio de suspender
las sanciones al régimen venezolano en un plazo de seis meses.
Después
de las primarias ¿qué?
“Este
domingo 22 de octubre nos ha dejado a todos una gran lección para toda la vida
y para mi es que hay que confiar en la gente, en los venezolanos”, expresó
Machado en su primer discurso como candidata presidencial,
mientras el oficialismo amenaza a la oposición y califica a las primarias de
“fraudulentas”.
Pero
también plantea “escenarios desafiantes” para los principales actores
políticos: María Corina Machado, quien afirmó “me voy a
inscribir”; la alianza opositora agrupada en la Plataforma Unitaria, también
para el régimen de Maduro. Tareas pendientes que deben cumplirse en un año
aproximadamente, señalan analistas políticos.
“Un
año es suficiente, si las cosas se hacen correctamente”, apunta el politólogo
John Magadaleno, consultor y especialista en análisis de datos. “Hay que
recordar la experiencia de cómo estaba Venezuela en el año 2014, en medio de un clima de desmoralización y
desmovilización, después de la represión de las protestas. Sin embargo, en 2015
la oposición ganó las elecciones parlamentarias” abrumadoramente.
Las
elecciones presidenciales están previstas para el último trimestre de 2024,
aunque tradicionalmente se han realizado en diciembre.
Los
agentes del cambio en Venezuela
Después
de las primarias, un primer reto que la oposición y Machado deben afrontar es
que la gente que salió a votar quiere ser agente de cambio, después de varios
años de desmovilización, y deben procurarlo, opinó Magdaleno.
En las
últimas encuestas de muestreo de opinión pública en los que se preguntó por el
cambio deseado, una mayoría de consultados respondió que depende de los
ciudadanos, de los venezolanos. Y en la última encuesta de octubre se registró
el mismo hallazgo, señaló.
“Eso
comunica que hay un aprendizaje en marcha en la sociedad que finalmente ha
permitido que la gente se sienta sujeto del cambio político. Y dado que está
ese aprendizaje en marcha, hace falta un vehículo organizativo para que la
gente pueda participar en las tareas del cambio”.
Machado,
movimiento democratizador
Pero,
además, la gente expresó con su voto una demanda de renovación de liderazgo, lo
que obligaría a Machado, junto con la oposición, a asumir el desafío de
construir el movimiento organizado para alcanzar el cambio de mano de la gente,
más allá de los partidos, apuntó el analista político.
“Es
imperativo que no solo Machado, sino también la dirección política de la
oposición pueda construir una mayoría de cara a las presidenciales, un
movimiento democratizador que es lo que hace falta en Venezuela. ¿Qué hacen
estos movimientos en el mundo? Presionan para que sean restituidas las
garantías que no se pueden ejercer de hecho, para que se puedan ejercer los
derechos políticos; por una reducción de represión gubernamental, por
liberación de presos políticos, por los derechos ciudadanos”, explicó.
A su
juicio, la inhabilitación de Machado puede ser “el pretexto” para impulsar el
movimiento. “Si Machado trasciende la frontera de su propia inhabilitación y
crea la demanda ciudadana de que sean restituidos sus derechos y los de otros,
puede llegar a tener un impacto considerable para acercar el país a una
transición”.
Trascender
diferencias, tras las primarias
Concretar
ese objetivo supone que los líderes de la oposición, incluyendo a Machado,
trasciendan los desacuerdos del pasado. “Se requiere un ejercicio de amplitud,
madurez y racionalidad política hacia las presidenciales. Los costos de no
ponerse de acuerdo son tremendamente elevados”, advirtió.
Una
prioridad que destacó también el analista político Félix Seijas. “Una lectura
errada del momento puede desvanecer la oportunidad. Ya lo hemos visto (y
sufrido)”, dijo en un artículo en el que resaltó la importancia de las
primarias.
El
cambio ocurrirá solo “remando todos por el mismo objetivo”. Y precisó que la
elección de primarias dejó un resultado y reasignó roles. “El primer paso es
respetar esto. Ganadora y no ganadores tienen la responsabilidad de potenciar
la posibilidad de aumentar la presión sobre el bloque de poder, y para eso la
coordinación es fundamental”.
El
desafío de la oposición: la sustitución
Frente
a esto, el escenario más desafiante de la oposición es superar los obstáculos
que Maduro seguirá poniendo en el camino, dijo Magdaleno, y consideró “poco
factible” que, “como en todo autoritarismo”, se levante la inhabilitación.
“Necesita intentar bloquear la demanda de cambio político”.
“Y
aquí viene el cuello de botella más importante para la oposición: producir un
mecanismo de sustitución de la candidatura presidencial, de forma tal que la
nueva incremente la mayoría que se busca configurar para las presidenciales”.
Dejó claro que si se decide así los factores políticos tienen que acompañar al
sustituto escogido.
El
analista político reconoció que no es sencillo buscar sustituto en caso de que
Machado no consiga la habilitación que estaría sugerida en el acuerdo entre
Maduro y la oposición. Entonces, se tendría que recurrir al consenso, el
instrumento más importante, a través de consultas y estudios de opinión.
¿Y
Maduro que haría?
Mientras
transcurre el plazo de seis meses del acuerdo electoral, Magdaleno cree
que Nicolás Maduro se dedicará a mejorar los
ingresos para atender demandas sociales y las mejoras sociales que ha
desatendido, en medio de denuncias de corrupción incuantificable.
“Si no
logra esos objetivos se estará complicando de cara a las presidenciales, y esto
supone que puede echar mano de instrumentos con los cuales podrá intentar
bloquear el cambio político. No creo que vaya a facilitar el cambio de
régimen”.
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