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lunes, 6 de noviembre de 2023

Un comentario ciudadano sobre la Primaria, por @migonzalezm




Miguel González Marregot 05 de noviembre de 2023

@migonzalezm

La masiva participación ciudadana en el proceso de Primaria realizado el domingo 22 de octubre significó un evento de especial trascendencia en el contexto político nacional con proyección internacional. En efecto, casi 2.5 millones de personas atendieron el llamado de la Comisión Nacional de Primaria, presidida por Jesús María Casal y un equipo de destacados venezolanos[1] que de manera voluntaria y altruista asumieron la organización y conducción de ese proceso electoral junto a otros miles de venezolanos en todo el país (se calcula que más de 36 mil voluntarios).

La base de apoyo de la Primaria fueron los ciudadanos, integrantes de entidades no estatales y también la militancia de los partidos políticos (sería una necedad negarlo). En la Primaria no hubo vigilancia ni control de la milicia oficialista ni del ejército ni tampoco hubo participación de agencias estatales como el Consejo Nacional Electoral (CNE). La Primaria, auspiciada por la Plataforma Democrática (PUD), fue un evento autogestionado y demostró de nuevo la existencia de una reserva democrática dispuesta a participar y reivindicar el sufragio, cuando es convocada por una dirigencia responsable y comprometida con los valores de libertad, de paz y del progreso. De paso, la reactivación de esa reserva democrática constituyó un claro mensaje que no debe ser ignorado por el liderazgo alternativo emergente en Venezuela, si quiere seguir avanzando.

A propósito del evento opositor, el gobierno de Maduro-PSUV acumuló varias derrotas. La primera fue que no pudo detener su realización de manera directa (y en realidad, hubiera sido un desastre intentar detener a esa multitud ciudadana); tampoco pudo persuadir su suspensión, pues no funcionaron ninguna de sus amenazas a los posibles participantes tales como: la vigilancia de consejos comunales en algunas barriadas, el retiro del Sistema Patria, de las bolsas CLAP e incluso del servicio de gas comunal[2]. Pese a ello, la gente hizo caso omiso y salió a participar.

De igual manera, no fue efectiva la campaña desatada por las redes sociales y que con distintos argumentos intentaron desanimar a la ciudadanía; también toda la campaña propagandística en contra de la Primaria y su comisión organizadora desplegada por líderes del PSUV, desde el canal del Estado fue un fracaso. Por último, tampoco funcionaron el bloqueo informativo el propio día de la Primaria ni el posterior saboteo al sistema informático usado por los convocantes. En síntesis, el evento electoral de la oposición resultó un éxito.   

La reacción oficialista no se hizo esperar. El PSUV viéndose derrotado tanto en la opinión pública como en el sentir del público, ejecutó una doble acción de represalia contra el evento de la oposición democrática. Por una parte, la Fiscalía General de la República (FGR) citó a determinados integrantes de Comisión Nacional de Primaria y, por otra, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaraba nulo los efectos del evento realizado por la ciudadanía que simplemente ejerció su legítimo derecho a la participación. Las medidas tomadas por el bloque oficialista redundaron en su propio desprestigio a nivel nacional y también en la comunidad internacional, desde donde se hicieron reclamos a la conducta del régimen. A todas luces quedaba develado de nuevo la naturaleza autoritaria e intolerante del régimen que incluso compromete el cumplimiento de los acuerdos de Barbados que habían facilitado un levantamiento temporal de las sanciones económicas. Sin duda, una decisión política errada.

Quizá, con la intervención de la FGR, el oficialismo busque hostigar a los equipos técnicos de la Comisión Nacional de Primaría tratando de golpear el capital organizativo que quedó demostrado e instalado por el proceso de la Primaria. Es obvio que el PSUV necesita, como condición para su permanencia en el poder, que el bloque democrático se mantenga desunido y sin una organización política eficaz. Por otra parte, la sentencia del TSJ, salvo ratificar el cuestionamiento de judicial del régimen, no cambia para nada el hecho real y efectivo de que María Corina Machado obtuviera una holgadísima victoria en una medición libre, voluntaria y cívica destinada a elegir una candidatura presidencial (90 % de la votación). Ese hecho y su correspondiente sentimiento de victoria no va a cambiar por una sentencia.

Otra situación es la inhabilitación que gravita sobre la Sra. Machado y que constituye un caso político muy interesante; pues a pesar de que la Contraloría General de la República (CGR), adoptó la decisión para impedir el ejercicio de sus derechos por 15 años, la ciudadanía que participó en la Primaria la eligió como su abanderada presidencial, desatendiendo esa decisión y los constantes recordatorios de la misma. En otras palabras, se produjo una clara expresión de desobediencia civil (de forma pacífica y constitucional) en contra lo que se considera una violación de las libertades y derechos fundamentales en Venezuela. Visto así, quedó planteado un pulseo para 2024 entre el Estado, dirigido por una elite que solo piensa en su beneficio como casta, y el resto de la ciudadanía venezolana que de nuevo muestra su fortaleza y disposición a la lucha por el cambio democrático.

La Primaria dejó otros hechos. Uno de ellos está relacionado con los pronósticos agoreros sobre los partidos políticos vinculados al G3 (Un Nuevo Tiempo, Movimiento Primero Justicia y Voluntad Popular). En efecto, desde las redes sociales se apuntaba a que tales partidos mantendrían una posición en contra la primaria e incluso auguraban su desaparición como organizaciones políticas. En realidad, esos pronósticos fallaron estruendosamente pues no sólo los partidos políticos del G3 permanecieron y contribuyeron de manera decisiva al desarrollo exitoso del proceso; sino que además reconocieron y apoyaron sus resultados; incluyendo al tradicional partido Acción Democrática (AD-resistencia), cuyo candidato Carlos Prosperi, sí expresó críticas al proceso. Los partidos siguen allí, vivos y con cierto capital político y organizativo que será indispensable y decisivo para los comicios presidenciales de 2024 y generales (Asamblea Nacional, Gobernaciones y Consejos Legislativos, Alcaldías y Concejos Municipales) de 2025.

Otro hecho a destacar fue el beneficio que dejaron los acuerdos firmados en Barbados. Cabe mencionar que, la Comisión Negociadora dirigida por Gerardo Blyde[3] logró establecer los puentes necesarios que permitieron el espacio político para la realización de la Primaria y la liberación de un grupo de presos políticos. Y este aspecto es necesario señalarlo porque la negociación y el diálogo habían sido satanizados por algunos sectores de la propia oposición, que por cierto ahora deberán recoger sus palabras. Los acuerdos de Barbados fueron tan trascendentes que luego de la decisión del TSJ sobre nulidad de la Primaria, el gobierno de Maduro-PSUV quedó en una situación muy comprometida e incómoda a nivel internacional.

Un aspecto a destacar fue la decisiva interacción de los ciudadanos y ciudadanas de la tercera edad. Sí esos viejos que salieron a defender sus convicciones democráticas y cuya participación fue un elemento trascendental que fortaleció la elección del 22 de octubre. También cabe resaltar la activa participación las mujeres en todo el proceso de organización y realización de la Primaria. Las mujeres (abuelas, madres, hijas, hermanas, esposas o novias) les ha tocado vivir y presenciar la dura separación de núcleos familiares. Y tal vez, la nota más opaca fue la relativa participación de los jóvenes en el evento, lo cual constituye un asunto que habrá que revisar con cuidado.

Después de todo y quizá lo más importante son las enseñanzas que nos deja la Primaria:

1.- Venezuela aún cuenta con una sólida reserva democrática comprometida con la participación

2.- la unidad de los partidos, la sociedad civil organizada y los liderazgos locales fue estratégica en el evento

3.- a los partidos políticos les toca comprender el momento y las exigencias de la población en general

4.- fue decisivo actuar con coherencia y de acuerdo con los objetivos estratégicos PLANTEADOS

6. quedó claro que el camino es el pacífico, político y electoral

7.- el canibalismo entre opositores no conduce a nada positivo y,

8.- finalmente se valoró la importancia de la negociación y de los acuerdos que dieron el soporte final para la Primaria.

El gobierno de Maduro-PSUV aún no está derrotado, lo sabemos. Pero la Primaria significó la realización y la victoria de la esperanza. De una esperanza de cambio por la libertad y el bienestar que merecemos todos los venezolanos sin exclusión. Ya tenemos una ruta fijada y sostenida en esa esperanza del cambio, toca ahora continuar en esa dirección con más unidad. Y María Corina Machado, como candidata electa, refleja aquella frase de representar un “sentimiento nacional”; una frase que encarna a aquellos líderes que tienen entrada y aceptación en todos los estratos poblacionales del país; esa condición no es cualquier cosa porque encierra la responsabilidad vital de honrarla todos los días.   

Miguel González Marregot

@migonzalezm

 


[1] La Comisión Nacional de Primaria está integrada además de Jesús María Casal (quien la presidió) por Mildred Camero, Ismael Pérez, Corina Yoris, Carmen Grijalba, Roberto Abdul y Guillermo Tell Aveledo; entre otros venezolanos. Los miembros de la Comisión Nacional de Primaria pertenecen tanto a la Academia como a la sociedad civil y son independientes de toda militancia partidista.

[2] Los consejos comunales, los comités locales de alimentación y la prestación de servicio de gas doméstico en las barriadas populares han venido siendo utilizadas como parte de la arquitectura para controlar a las comunidades, en nombre de un supuesto poder popular.

[3] Los acuerdos de Barbados fueron firmados en fecha 17 de octubre de este año por las partes negociadoras que representaban a la Plataforma Unitaria Democrática, con Gerardo Blyde como Jefe de la Delegación, y Jorge Rodríguez, Presidente de la Asamblea Nacional, como representante del gobierno de Nicolás Maduro. Los acuerdos de Barbados buscan crear condiciones para la realización de elecciones presidenciales en 2024, bajo condiciones libres y democráticas. 



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