Voz de América 22 de mayo de 2024
El
gobierno venezolano cree que el desmantelamiento de granjas de minería de
criptomonedas puede aliviar la demanda eléctrica, en crisis desde 2009. En
Zulia, exigen información sobre los apagones por reparaciones que debían
culminar hace meses.
Los
racionamientos del servicio eléctrico persisten en una de las regiones más
pobladas de Venezuela, el estado occidental del Zulia, a pesar de las promesas
oficiales de que acabarían hace meses y ahora con un nuevo ministro que señala
a los centros de minería de criptomonedas como parte del problema.
Tras años de reportes independientes sobre la insuficiente generación local y averías frecuentes de la infraestructura eléctrica, el gobierno venezolano comenzó en enero trabajos de ingeniería para sustituir 60 kilómetros de conductor de la principal línea de transmisión hacia la región del Zulia, que limita con Colombia en el occidente del país.
Néstor
Reverol, un condecorado general retirado que lideraba entonces el ministerio de
energía eléctrica, pidió “comprensión” a los afectados por los cortes de luz y
prometió que cesarían en 63 días, cuando se estimaba que culminarían los
trabajos.
Cinco
meses han pasado y los apagones de entre 2 y 4 horas por día continúan, sin que
se hayan ofrecido actualizaciones oficiales sobre el estatus de las
reparaciones.
A
finales de abril, Maduro sustituyó a Reverol y lo reasignó como presidente de
Corpozulia, una institución adscrita a su administración que se encarga de
proyectos económicos del Zulia, y que históricamente ha sido considerada como
una gobernación paralela, debido al alto presupuesto que le asigna la
presidencia.
El
exministro no ofreció reportes sobre los avances de los trabajos en la línea de
400 kilovatios, que cruza el Lago de Maracaibo, antes de entregar el cargo a
Jorge Márquez, quien antes estaba encargado del despacho de la presidencia y
que fue sancionado en 2017 por el gobierno de Estados Unidos.
Maduro
dijo en abril que el cambio en el ministerio era “necesario” para enfrentar “la
guerra eléctrica” que atribuye a actores externos y “estabilizar” el servicio
eléctrico. Márquez visitó hace días Zulia para recibir informes de las
subestaciones eléctricas y la incorporación de "nuevas máquinas de
generación" al sistema eléctrico nacional, publicó su despacho, sin
aportar mayores detalles sobre los trabajos de la línea Cuatricentario-El
Tablazo.
“Estos
racionamientos no tienen sólo 5 meses. ¡Tienen 15 años!”, reprocha Daniel
Ponne, concejal y ex alcalde de Maracaibo, la capital zuliana y una de las
zonas más afectadas por las interrupciones del servicio eléctrico desde el
inicio de la crisis del sector, en 2009.
Ponne,
dirigente del partido opositor Primero Justicia, asegura que hay sectores de la
ciudad donde los racionamientos ocurren hasta 2 veces al día.
“Esto
golpea la vida familiar, la vida escolar, comercial y empresarial. Seguimos en
esta tortura”, comenta en entrevista con la Voz de América..
“Reverol
se fue de allí, hay otro ministro de energía y no entienden que los ministros
son servidores públicos, están obligados a dar explicaciones”, dice.
En
redes sociales como X/Twitter, los zulianos suelen decantar sus quejas por los
cortes de luz. “¿Por qué nos torturan quitando la luz a esta hora?”, escribió
cerca de la medianoche del lunes una residente del sector La Victoria.
La
estatal Corpoelec, por su lado, publica agradecimientos desde comunidades que
solicitan sus ayudas, como la sustitución de equipos transformadores.
Miguel
Lara, ingeniero que dirigió la Oficina de Planificación de Servicios
Interconectados (OPSIS) en Venezuela, advierte que la sustitución de la línea
de 400 kilovatios sobre el Lago de Maracaibo se suma a la lista de “los tantos
ofrecimientos” hechos por el chavismo que han tenido nulo o relativo éxito.
“Dinero
han tenido, pero no tienen la capacidad para ejecutar las soluciones del
sistema interconectado. No es de esperar soluciones, seguirán perdiéndose los
dineros, el sistema sigue deteriorándose. No es nada nuevo”, comentó a la VOA.
El
independiente Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) estima que
hay un déficit de 2.500 megavatios: la demanda eléctrica ronda los 12.500
megavatios y la capacidad de generación eléctrica es de 10.000 megavatios,
según sus investigaciones.
Juan
Carlos Rodríguez, ingeniero electromecánico, especialista en energía de
respaldo y autosuficiencia eléctrica e integrante del OVSP, destacó que uno de
los centros de minería cerrados consumía cerca de 1 megavatio de forma
constante.
La
medida del gobierno sobre las granjas de minería es correcta, aunque “un poco
tardía”, y ocurre no sólo en un contexto de “precariedad” de la generación,
transmisión y distribución de la energía, sino también de aumento del consumo
eléctrico por las altas temperaturas, indicó a la VOA.
Rodríguez
explicó que las adecuaciones de la línea de 400 kilovatios en Zulia, que
permite transmitir la energía desde el sur del país, a más de 1.000 kilómetros
de distancia, están lejos de ser “un trabajo menor” de ingeniería.
“Es un
trabajo bien complejo, que requiere una logística muy importante y del que
realmente Corpoelec no ha dado un avance” desde aquel reporte, dice.
Cobros
y apatías
La
empresa estatal Corpoelec, creada por el expresidente Hugo Chávez para
centralizar las operaciones del servicio eléctrico, continúa su plan de cobro
en regiones como Zulia, donde se exoneraron los pagos durante 4 años por las
constantes fallas e interrupciones.
La
tarifa máxima es de 99 bolívares en zonas residenciales de alto consumo, poco
más de 2 dólares. El cobro, notificado por correo, viene acompañado de una
advertencia de desconexión si no se paga a tiempo.
Los
chaparrones de mayo han empeorado la crisis del servicio en Zulia, donde antes
de la ola migratoria vivían casi 4 millones de personas. En el barrio San José,
de Maracaibo, 6 postes del sistema se cayeron, dejando sin luz a 100 casas, de
acuerdo con los reportes de concejales de la ciudad, como Ponne.
“Esto
ha pasado también en el sector Mara Norte, en 5 de Julio, en el oeste de la
ciudad, en el barrio Catatumbo”, resalta Ponne, quien considera que la
administración centralizada del servicio eléctrico es “un modelo fracasado, que
genera corrupción y la apatía del Estado” ante los cortes y las fallas.
Rodríguez,
ingeniero del OVSP, consideró que el futuro del servicio eléctrico es
“preocupante”. Alertó sobre la falta de propuestas de los candidatos a la
elección presidencial para solucionar el problema de forma “estructural”,
mejorar la calidad de vida y hacer viable una recuperación económica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico