Ángel Lombardi Lombardi 28 de mayo de 2024
En
ella nadie sobra y todos hacen falta, inclusive candidaturas actuales, sin
ninguna posibilidad real, pueden incorporarse, serán bienvenidos. Igual
sectores que alguna vez pensaron de buena fe que Hugo Chávez y Nicolás Maduro
eran una solución para Venezuela.
Creo que hoy todos los venezolanos sabemos, un cuarto de siglo transcurrido, que el llamado «socialismo del siglo 21», frase acuñada por el sociólogo alemán residenciado en México Hans Dieterich, y aquí asumida de manera oportunista, resultó en este desastre histórico y cultural. Que ni es socialista, porque el socialismo es democrático y si no lo es, toca llamarlo comunismo real, tipo cubano estructurado en la tradición soviética estalinista.
Y en
lo económico, ha sido tan incoherente y errático que no ha pasado de un
capitalismo salvaje y corrupto. El mejor indicador es la ruina de la clase media
y su emigración masiva, las miserias que llaman, salario, pensiones, bonos,
misiones y el derrumbe de la calidad de vida y oportunidades, de varias
generaciones.
Todo
esto podemos empezar a cambiarlo en este 2024, una oportunidad histórica de
cambio pacífico por vía electoral. La candidatura de Edmundo González Urrutia
es producto del más puro azar, pero igualmente de la decisión política de
personas y partidos que han ido haciendo una lectura correcta y realista de la
actual coyuntura.
Unidos
ganamos y ello nos obliga a no confundir los tiempos y los espacios. Todo tiene
su tiempo y cada cosa tiene su momento. Este no es un tiempo de sectarismos ni
exclusiones, ni tampoco de agendas personales ni partidistas, ni confundir el
2025, de elecciones parlamentarias, regionales y locales con las presidenciales
del 2024.
El
perfil del candidato Edmundo González Urrutia es el más adecuado al momento
político e histórico, nada mesiánico ni demagogo, un diplomático formado para
negociar y conciliar, ojalá que esto se entienda en los diversos grupos de
poder e influencias del régimen.
El
régimen está fracturado por la corrupción, nadie confía en nadie, para esos
mismos sectores la mejor noticia es la candidatura unitaria de Edmundo González
Urrutia, solo se necesita permitir un proceso electoral creíble, que la gente
pueda ir a votar en santa paz y se respeten los resultados.
La
gente está clara en lo que quiere y por quién va a votar y todo el país lo
sabe, y especialmente el régimen que maneja la información más completa. La
gente no quiere que este desastre siga. Cuando aguas mansas son represadas por
mucho tiempo, se convierten en torrentes que se desbordan, inundan y destruyen.
En la historia sobran ejemplos y en nuestra propia historia nacional. Es la
hora de la sensatez política para construir un proceso de transición
democrática.
Los
extremistas de todos los sectores no quieren una transición, siguen en la
tradición de nuestro pasado violento. Carujo contra Vargas. Una cúpula militar
contra Rómulo Gallegos, nuestro primer presidente electo con el voto libre y
universal de los ciudadanos.
Lo
afirmativo venezolano se impone, como escribiera Augusto Mijares. En este 2024
tenemos una oportunidad única para intentar vencer esa terrible genética de la
violencia, esa recurrente derrota de la civilización frente a la barbarie.
Ángel
Lombardi Lombardi
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