ARMANDO DÍAZ 30 de mayo de 2024
Hay ya
15.000 en operación. Cada uno integrado por diez personas. La meta es crear dos
por cada centro electoral. Sus tareas: promoción del voto, organizar y
movilizar los votantes el día de la elección y descubrir y formar nuevos
liderazgos
No hay
una única definición, ni tampoco una única tarea asignada. Los comanditos -dice
AC, coordinadora política de Vente Venezuela en Carabobo y quien prefiere
mantener su identidad en resguardo- son «la estrategia de articulación
planteada por el Comando con Venezuela con la intención de organizar ciudadanos
para participar de forma activa en la campaña electoral”.
Son descentralizados, cada integrante goza de libertad e iniciativa política para que alguno de ellos se pueda volver jefe de una jurisdicción sin esperar órdenes de una figura más arriba.
Desde
el Comando con Venezuela hay una orientación clara sobre cómo se forman: con un
mínimo de diez personas y después se llena el formulario respectivo en el sitio web. Hay que tener claro qué
tipo de comandito se va a formar, porque hay variedad.
AC lo
explica: comanditos sectoriales, vinculados al ámbito gremial: educadores,
médicos y enfermeros, trabajadores de sectores empresariales; comanditos
familiares, creados por partidos en el grupo familiar y amistades; comanditos
comunitarios, se agrupan por comunidades.
Los
comunitarios son los más importantes, se forman alrededor de los centros
electorales. La expectativa política es crear dos comanditos por centro
electoral. Abarcarán un área máxima de 500 metros, lo que les ofrece un espacio
físico para organizarse.
En el
país existen, según los últimos datos conocidos del Consejo Nacional Electoral
(CNE), 15.923 centros electorales. Si se multiplica por dos, dará la cifra
de 31.846 comanditos, más de 310 mil personas organizadas. Esa es la meta. A 60
días de las elecciones la tasa de cumplimiento es de casi el 50%. En el estado
Zulia, la mayor circunscripción electoral, tendrían que activarse 2.400
comanditos, en el Distrito Capital 1.800, en Carabobo 1.400 y en
Amazonas, la de menos votantes, 300.
De las
UBCH a los comanditos
Desde
febrero se viene hablando de los “comanditos”. La figura ha tomado fuerza en la
oposición de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio. La memoria
de AC le recuerda, sin embargo, que esas estructuras autónomas surgieron
durante la primaria. Pero no cuajó entonces, dice, por lo que se perfeccionó en
los meses siguientes hasta lo que se está desarrollando en la actualidad.
AC
compara los comanditos con las Unidades de Batalla Hugo Chávez, las UBCH. “Son
un espejo de las UBCH”, afirma. Las famosas UBCH fueron definidas muy bien
durante el tercer congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2014:
son la “organización esencial y base de articulación de las patrullas
socialistas para la ejecución coordinada de los planes de acción política y
social en un radio de acción determinado”.
Las
UBCH se suman (o se sumaron, en mejores tiempos) a las Redes de Articulación y
Acción Sociopolítica (RAAS) del chavismo, que están diseñadas para ejercer una
función de vigilancia del partido socialista en las comunidades. Los 1X10
tampoco escapan al espejo que menciona AC -la idea de que una persona movilice
a otras diez, es una idea compartida-. “La gran diferencia, aclara AC, es
que en nuestro caso está ausente la coacción, la existencia de premios por
participar y el carácter obligatorio”.
“Necesitábamos
un espacio, una forma, un concepto, un sentido de pertenencia”, valora AC,
quien explica que Vente Venezuela experimentó una profunda
reestructuración que vino de la mano con la decisión de María Corina
Machado de aspirar a la candidatura presidencial. Mientras Vente se
reformaba en las regiones, partidos como Acción Democrática, Voluntad Popular o
Primero Justicia llevaban años estableciendo redes en las comunidades. “Ese
aporte sentó una base sólida para los comanditos”, reconoce la coordinadora
política de Vente.
Hasta
mediados de mayo, Carabobo había creado más de 250 comanditos La mayoría del
tipo familiar. San Diego, Naguanagua y San Joaquín son los municipios que para
ese momento tenían menor cantidad de comanditos registrados. Llama la atención
que las dos primeras sean zonas históricamente opositoras, especialmente el
municipio San Diego. También llama la atención que los municipios con mayor
cantidad de registros sean Libertador, Valencia y Miranda. Este último es un
municipio agrícola y foráneo, colindante al oeste con Yaracuy, y al sur con
Cojedes.
Un
nuevo rostro político
LT es
la jefa de un comandito comunitario. Llevaba, en el momento de hacer esta nota,
dos semanas liderando el comandito LT –las siglas son las de su padre, quien
fue un luchador social del municipio Carlos Arvelo-. El comandito se ubica en
la parroquia Güigüe de ese municipio, uno de los más pobres de Carabobo, un
bastión del chavismo en la región.
Los
comanditos -LT da su definición- son unidades que agrupan personas para prestar
apoyo antes y durante las elecciones. Siguen los lineamientos de María Corina
Machado enmarcados en la idea de organizar, motivar y colaborar.
La
defensa de los votos es solo uno de los tres fines de los comanditos. Esa
estructura organizada tiene alcances a corto, mediano y largo plazo. A corto
plazo, lo primero es funcionar como una red informativa e instructiva del
proceso del voto. “Si no sabes cómo es la cara del candidato, aquí está una
foto; si no sabes dónde está tu centro electoral, aquí te los mostramos”, dice
LT.
En un
momento en que Venezuela atraviesa un desierto informativo, los comanditos
sirven como una opción alternativa, lo que se hace actualmente. En el mediano
plazo, está sumarse a la estrategia de la defensa del voto. La finalidad a
largo plazo es descubrir nuevos liderazgos, formarlos y prepararlos para el
futuro, dado que luego del proceso electoral, y de concretarse la victoria,
viene el excesivo período para el traspaso de mando y en 2025 las elecciones
municipales, regionales y parlamentarias.
La
coordinadora política de Vente en Carabobo, AC, tiene evidencias de que en las
comunidades abundan muchos líderes que pueden estar inactivos o con un enfoque
errado, lo que no les permite desarrollarse y alzar su voz. Los comanditos se
constituyen entonces en herramientas para crear una nueva generación de
políticos en un país en el que rostros conocidos fueron desarticulados por el
gobierno -por las persecuciones, por errores, por las derrotas electorales o
por la incapacidad para ofrecer soluciones.
Al ser
células autónomas, los comanditos tienen la intención de impulsar esos
liderazgos. “Ante el rechazo de muchos rostros del pasado, las personas de
a pie pueden ‘vender’ mucho mejor el proyecto político porque no hay malicia ni
vicios”, añade AC, quien grafica la situación de la siguiente manera: “No
es lo mismo que tu vecina te diga ‘ve a votar’, a que venga el coordinador
municipal de tal partido a abrazarte y a explicarte qué hacer, para luego irse
y no volver”.
AC
explica que desde hace años los equipos políticos de los partidos de oposición
se percataron de un creciente interés electoral de los ciudadanos de municipios
pequeños y predominantemente pobres por articularse políticamente por un
cambio. Le consta que eso ha venido ocurriendo en Falcón, Barinas, Trujillo y
Guárico.
Pero,
mientras en las zonas populares y rurales se movilizan por un cambio, en las
áreas más pudientes y urbanizadas hay conflictos para la conformación de
comanditos. AC da varias razones, una es que donde hay edificios muy altos la
forma de penetrar es diferente, no hay tanta unidad entre los vecinos, sino que
cada quien vive aislado. En las zonzas económicamente más estables hay, además,
miedo hacia el chavismo. Quieren evitar persecuciones y temen, por otro
lado, que negocios o vinculaciones con el poder se vean afectadas.
Aun
así, la ciudad de Valencia tiene un número considerable de comanditos
organizados, en parte por el aporte que hace la parroquia Miguel Peña -el
denominado municipio número 15 de Carabobo-, que condensa buena parte de la
población obrera de la ciudad.
Las
cifras de la creación de comanditos se actualizan semana a semana. A veces el
proceso se retrasa un poquito. En el municipio fronterizo Juan José Mora, hay
más de 80 organizados que todavía no han sido registrados. El comandito
de LT tiene tres centros electorales a menos de 100 metros, que tienen que ser
monitoreados por sus diez miembros. Pero, precisa, hay seis comanditos más
cerca de LT. En todo el municipio Arvelo, la jefa de este comandito ha asistido
a la juramentación de otros 20 comanditos.
Todos
trabajan por autogestión, no hay financiamiento de ningún tipo. El
chavismo no ha visto con buenos ojos los comanditos. Han sido señalados de
células terroristas. AC sabe que es una forma de intimidar a las comunidades
para que no se organicen. Cada vez que juramentan un comandito hay una jornada
de inducción y explicación donde se les prepara para gestionar una situación de
crisis. Los comanditos deben estar en comunicación constante con la dirección
de la central Gran Alianza Nacional (GANA).
A los
comanditos se les pone el nombre. El que decidan sus integrantes. AC da
cuenta de uno registrado recientemente: “Comandito El 28 te vas”.
ARMANDO
DÍAZ
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