Orlando Viera-Blanco 21 de mayo de 2024
@ovierablanco
Lo que
ocurre a CIGTO es una verdadera tragedia corporativa. Los desafíos para salir
del tifón no son sencillos. Ni Shakespeare o García Márquez, describen en sus
obras tanta surrealismo, iniquidad y apología. De cómo una corporación seria y
sólida con casi 4 décadas bajo la gerencia de ilustres venezolanos, la
convirtieron [Chávez y Maduro] en un cepo de politiquería panfletaria. Si no es
por la llegada del Gobierno Interino y las nuevas Directivas, CITGO sería lo
que es hoy su matriz, PDVSA: desecho.
Es la
historia de abusos cometidos por Chávez et all, que han llevado al patrimonio
más importante de los venezolanos en el exterior [valorado en unos 15 Billones
de dólares] a riesgo de ser salvaje e injustamente rematada en una Corte de
EEUU.
Excesos
de autoridad que se convirtieron en reclamos por inversionistas extranjeros
contra la república, en centros internacionales de arbitraje. Expropiaciones,
confiscaciones, decomisos, retenciones e incumplimientos de contratos en áreas
mineras, energéticas y petroleras [era Chávez], que generaron sentencias muy
costosas para la nación [21 billones de dólares]. Habiendo quedado firmes,
ahora demandan ante la Corte Federal de Delaware a cargo del juez Leonard
Stark.
Invirtieron poco, demandan mucho y pagarán la mitad.
Las
demandas de acreedores como Crystallex, ConocoPhillips, Huntington Ingalls, son
desproporcionadas al valor de su inversión en Venezuela. CITGO podría ser
adjudicada al mejor postor por un valor muy inferior a su precio real. Lo más
injusto es que todo sucede cuando honestos y capaces venezolanos designados por
la legítima AN 2015, habían recuperado CITGO de la quiebra [2019].
[Citgo]
cuando pasa a ser administrada por autoridades designadas por el Gobierno
Interino de Juan Guaidó [AN-2015], era una corporación esquilmada. Había
perdido su valor patrimonial histórico, que llegó a ser de unos 30 Billones de
dólares con ingresos por 32 BB$. La era Chávez a pesar de administrar el barril
de Petróleo a más de 100$p/b, hizo de PDVSA y CITGO una operación macilenta,
reducida [CITGO] a 4.5 billones de Dólares de ingresos [2019] y una deuda
superior de 4.8 billones. La Administración liderada por Horacio Medina
[Presidente de PDVSA Ad Hoc] le dio nuevamente pulmón a CITGO, obteniendo
ingresos por 22 Billones de $; cero deudas, flujo de caja positivo y beneficios
por el orden de los 2 Billones de Dólares [EBITA].
CITGO
literalmente ha sido salvada gracias a la buena gestión de sus nuevas
Directivas, designadas por la legítima AN-105. Pero ahora podría ser adjudicada
a acreedores impropios de su giro comercial, por un valor muy inferior. CITGO
con un valor auditable de unos 15 Billones de dólares, podría ser rematada por
la mitad o menos, considerando además que la “adquisición forzosa” se hace con
unos 1.5 BB$ en caja [sic].
Esta
es la historia de una revolución salvaje e irresponsable que ha puesto en jaque
mate el activo más importante de Venezuela; crucial para la recuperación del
país.
Exprópiese,
confísquese, retírense.
La
tragedia judicial, corporativa y política de CITGO, comenzó con la misma
llegada de Chávez a Miraflores. Recordemos que Citgo pertenece a la República
de Venezuela a través de Petróleos de Venezuela S.A., adquisición que comenzó
en 1986 con el 50% de su capital social, y en 1990 el resto.
En
1987 PDVSA adquirió el 50% de la refinería Champlin en Corpus Christi, Texas,
con capacidad de 150 mil barriles por día (mbpd). En 1993 se compró la
refinería Savannah, en Georgia (que vendió Chávez en 2007), con capacidad de
refinación de 28 mpbd. En 1994-1997 se adquirió el 50% de la refinería
Lyondell-Citgo con base en Houston (cuyo 41.25% de CITGO es vendida por el
gobierno Venezolano en 2007 a su socio mayoritario) con una capacidad de
refinación de 265 mbpd.
En
octubre de 2010, el presidente de Venezuela Hugo Chávez, anunció la intención
que PDVSA vendería su subsidiaria Citgo, calificándola de “mal negocio” y
citando las bajas ganancias obtenidas desde 2006. El precio mínimo de venta se
fijó en 10 mil millones de dólares. En enero de 2015 se confirmó que Citgo no
se vendería. Citgo vendió bonos para dar un dividendo a PDVSA. Los bonos
vendidos incluían un bono de $1500 millones a cinco años y un préstamo a plazo
de $1300 millones que se pagaría en su totalidad en tres años y medio.
Con la
llegada de Chávez [1998], comienza un proceso de desmontaje de la llamada
meritocracia. PDVSA viviría una insana y perniciosa politización.
Progresivamente pasó de ser una empresa productiva, eficiente y poseedora del
más elevado nivel laboral, que llevó a PDVSA, ser la segunda empresa petrolera
del mundo detrás de SAUDI ARAMCO […] En abril de 2002 vino la primera ola de
despidos de PDVSA. Chávez, en cadena nacional de TV, despidió con pito en mano,
altos ejecutivos de la estatal petrolera. Al primero que se escuchó despedir
fue al Ing. Eddie Ramírez. Luego a Directivos de GENTE DE PETRÓLEO y UNAPETROL
[que nacen en 2002 para defenderse de la politización de PDVSA]. El paro
cívico-petrolero venía de los eventos del 11A-2002, cuando Chávez salió del
poder por poco menos de 48 horas.
Con el
regreso de Chávez se intensifica la arrasa de PDVSA. No sólo de su talento sino
de su capacidad de producción, gobierno corporativo y recursos. Pasamos de 3.5
mbd a 650.000 Bd. Se implementaron políticas populistas al servicio de la
revolución y Cuba, siendo Venezuela firmó un convenio energético con Castro
[2003], que ha significado más de 60 billones de dólares por obsequio petrolero
a los Castro en 21 años, y contando.
El
proyecto socialista del siglo XXI se extendió por todo el continente. Desde
Boston a Chile, de São Paulo al Caribe y China, pasando por Londres, Damasco,
Teherán, Dubái y Moscú. Toda una misión diplomática y proyectos ideológicos [el
Foro de São Paulo, Foro de Puebla; Acuerdos con Irán, Rusa, China, Argentina, Nicaragua,
Bolivia] pagados con dinero de CITGO, más petróleo, minerales y oro venezolano.
Vino
entonces la ola de expropiaciones y confiscaciones. Millones de hectáreas
desplazadas. Miles de industrias cerradas. Cientos de miles de comercios,
propiedades, fábricas y haciendas fueron decomisadas. Algunas corrieron “con la
suerte” de ser pagadas. Otros no como el caso de Brito, que se inmoló por
defender su tierra. A partir de este episodio de expropiaciones comienza la
tercera ola devastación: improductividad y corrupción, hecha hambruna y éxodo.
Expulsión de inversionistas extranjeros y locales, traducida en demandas ante
Centros de Arbitrajes en París y Washington. Toda una tragedia de caída,
quiebra y debacle, convertido en muerte, tortura, persecución y presos
políticos. Las sanciones vinieron mucho después.
Perder
CITGO, perder un pasado y un futuro fecundo.
Las
demandas en Centros de Arbitraje por empresas como ConocoPhillips, Crystallex,
Gold Reserve, Rusoro, etc, generaron decisiones firmes contra la república.
Estos reclamos se endosaron a CITGO bajo la figura del alter ego, doctrina
según la cual una entidad es reflejo de otra que ejerce dominio sobre aquella.
Al subirle el velo corporativo la entidad alter ego, se solidariza con las
obligaciones de la empresa dominante […] Como CITGO es de la República [vía
PDVSA] la ponen-en mala hora y en mala lid-a pagar los reclamos contra la
nación. La Corte de Delaware, a nuestro juicio inadecuadamente, está dando un
mismo tratamiento injerencista a los actos de control de Chávez o Maduro, que a
los de Juan Guaidó [que no lo fueron].
Así,
el juez de Delaware [Stark], admitió las querellas contra CITGO. La aplicación
del alter ego es denunciada por los abogados defensores de CITGO en EE.UU.
Jamás CITGO financió actividades del G.I. como tampoco sufrió de actos de
dominio, control e injerencia day to day, por Juan Guaidó. Lamentablemente el
Juez Stark aduce y acepta alegatos inconsistentes e inapropiados en favor de
los demandantes.
Otra
irresponsabilidad fue comprometer las acciones de CITGO en 2016 dando en prenda
a los Bonistas 2017, el 50.1% del capital social de CITGO. El otro 49% [de
CIGO] se dio en colateral a la estatal rusa ROSNEFT. La nulidad de la garantía
a Bonistas 2020, fue incoada por el G.I. de Juan Guaidó ante el Tribunal del
Distrito Sur de NY. La Corte Superior de NY encontró asidero al alegato el cual
denuncia que la prenda de CITGO a bonistas es nula de ilegal, por no contar con
la autorización de la AN [conforme lo ordenan los artículos 159 y 187.1
constitucional]. Igual posición adoptó el Tribunal del Distrito Sur de NY y la
OFAC [Tesorería U.S.] al suspender la licencia número 50, que impide disponer
las acciones de CITGO en favor de Bonistas 2020.
Sin
embargo, el juicio de Delaware sigue. Ex presidente Trump había dado una orden
que impedía liquidar a CITGO. Pero el Presidente Biden dejó la protección sin
vigencia. Por ello CITGO está a riesgo de ser rematada el próximo mes de
julio/2024, salvo que el gobierno de U.S., decida evitarlo. Sería perder un
pasado virtuoso y un futuro fecundo para la recuperación de Venezuela.
El
remate continúa…
Al
tiempo de escribir este artículo se conoció que el Juez Leonard Stark de la
Corte de Delaware [viernes 17/05/24], desestimó la acción de objeción y
descalificación contra el “Máster Valuador” de dicha Corte. La noticia no es
buena porque el proceso de subasta continuará […]
A
nuestro juicio el juez Stark ha debido diferir el proceso de subasta por varias
razones: i.-Existen decisiones pendientes de ser confirmadas y definidas en su
alcance y legalidad, por la Corte del Distrito Sur de NY. II.-Esta litis
pendencia incide en el valor justo de CITGO, siendo que el propio ‘Máster’ en
carta dirigida a los acreedores, afirmó que, del remate, podría pagarse a
bonistas. Esta misiva “ambigua” según lo dice el propio juez Stark, fue
objetada por la defensa de CITGO, solicitando la descalificación del
funcionario valuador de la Corte de Leonard, porque tal afirmación afecta la
maximización del capital social de CITGO. iii.-Aún existe un 50.1% de las
acciones de CITGO pendiente de validación como garantía [ya cuestionada por las
cortes], por lo que el valor de CITGO debe contar con una valuación integral a
esta realidad.
Todos
estos infortunios: ni el alter ego, ni los daños causados, ni los reclamos y
procesos judiciales, fueron causados por la Directiva designada por el Gobierno
Interino de Juan Guaidó. Todos se fundamentan en hechos derivados de la actitud
expropiatoria y autoritaria de Chávez, más la voracidad mercenaria de fondos
buitres, tenedores de bonos 2020.
La
defensa de CITGO ha sido impecable. Durante los últimos 5 años, las acciones de
las empresas extranjeras-realmente voraces y desproporcionadas-han sido
contenidas eficazmente. Las empresas reclamantes no invirtieron en Venezuela
montos relevantes como para recibir exageradas indemnizaciones obtenidas. La
defensa de los procuradores de Chávez ante el Centro Internacional de Arbitraje
para Inversionistas [CIADI] resultaron débiles, impuntuales e imprecisas.
María
Corina Machado y Edmundo González deben involucrarse
Machado
y González Urrutia deben involucrarse urgentemente en la defensa de CITGO. Es
impostergable abrir el compás, escuchar a los Directores de PDVSA Ad Hoc, y
hacerlo de la mano del gobierno de Maduro. Así lo establece muy especialmente
el Acuerdo de Barbados. Lo que está de por medio es evitar perder el activo más
importante de Venezuela en el mundo.
A una
sola voz los representantes de CITGO en EEUU, sus abogados, líderes políticos,
expertos y la mesa de negociación, deben pedir al gobierno de EEUU, dar
protección inmediata a CITGO, y prevenir una subasta injusta y ajena al
espíritu tutelar de empresas inversoras en EEUU, propiedad de estados.
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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