ALEJANDRO HERNÁNDEZ 04 de noviembre de 2023
El chavismo radical no está de acuerdo con
las negociaciones con Estados Unidos y la oposición, porque sienten que las
concesiones que deben dar son muy peligrosas y pudieran hacerles perder el
poder. El resultado de las primarias ha sido un detonante para las diferencias
que hay entre ambos sectores. Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, aunque
aparezcan juntos riéndose en televisión, tienen posiciones distintas.
El resultado de las primarias sorprendió a todos. Nadie, ni la ahora perseguida Comisión Nacional de Primaria (CNP), ni los partidos de oposición, ni María Corina Machado ni el G2 cubano imaginaron una participación tan alta como la que hubo. Las consecuencias de lo ocurrido el 22 de octubre pasado despertaron discusiones internas dentro del chavismo, entre el sector más radical y quienes encabezan las negociaciones con los Estados Unidos y la oposición.
El
chavismo radical no está cómodo con los acuerdos y las “concesiones” que pactó
en Barbados la representación que encabeza Jorge Rodríguez, a nombre de Nicolás
Maduro. Esa ala radical nunca estuvo de acuerdo con que se le permitiera a la
oposición hacer las primarias, decisión que la cúpula del régimen tomó para
cumplir, precisamente, con lo firmado con la oposición venezolana.
El
ruido que ha generado el contundente resultado de las primarias, la alta
participación y la confirmación del liderazgo de María Corina Machado ha
provocado a lo interno del chavismo una especie de cisma. Eso explica la
desmedida reacción del régimen contra lo que ocurrió el 22 de octubre luego de
que el propio Jorge Rodríguez subestimara en Barbados lo que iba a ser la
jornada de primarias opositora.
“El
ruido que ha generado el contundente resultado de las primarias, la alta
participación y la confirmación del liderazgo de María Corina Machado ha
provocado a lo interno del chavismo una especie de cisma”
Algunas
de las fuentes consultadas señalaron que Diosdado Cabello, quien durante
semanas repetía que no habría primarias, reclamó a Jorge Rodríguez por permitir
la realización de las primarias cuando él ya las tenía en jaque. Rodríguez, por
su parte, ha respondido a este grupo argumentando que aceptó la elección del 22
de octubre porque miembros de la delegación opositora de la negociación,
pertenecientes al llamado G3 (grupo que conforman los partidos Un Nuevo Tiempo,
Primero Justicia y Acción Democrática) le aseguraron que las primarias serían
un rotundo fracaso.
Aunque
resulta llamativo que hayan sido miembros de la delegación opositora quienes
desmeritaran las primarias frente a Rodríguez, tiene sentido, ya que hasta
última hora algunos integrantes de esa misma representación y dirigentes
importantes de los partidos del G3 estuvieron operando para que la elección
fuera suspendida y de esa forma evitar el triunfo contundente de Machado, anticipado
por todas las encuestas.
Jorge
Rodríguez, que a la salida del Acuerdo de Barbados hablaba de la
Primaria como una “minucia” o un “evento desastroso” y “minúsculo”, ahora es
visto por Diosdado Cabello y los más radicales como el culpable de un error que
puede tener consecuencias. Por eso han tenido rienda suelta esta última semana
para arremeter contra la elección y buscar judicializar a los miembros de la
CNP.
Distintos
analistas venezolanos han coincidido en que hubo una subestimación de la
elección opositora por parte del oficialismo, y por eso la reacción posterior
al resultado. El amedrentamiento que ejecutó el régimen previo al 22 de
octubre, las acciones de algunos dirigentes de oposición contra las primarias y
la falta de recursos y capacidad logística que padecía la Comisión hicieron que
en Miraflores dieran luz verde al Acuerdo de Barbados, que finalmente permitió
la realización de la elección opositora.
Es
público que Diosdado Cabello, al menos desde 2019, no ha estado de acuerdo con
las negociaciones formales entre el Gobierno y la oposición. Siempre ha
mostrado una postura más de fuerza que de diálogo. Una de sus frases más
repetidas durante las últimas semanas es: María Corina Machado “no va”, en
relación con su posible participación en la elección presidencial de 2024. Casi
a diario repite que “no hay forma” de que la arbitraria inhabilitación que pesa
en contra de Machado sea revertida.
Esto
plantea un problema para la negociación y el Acuerdo de Barbados. Tanto el
secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, como el asesor de
seguridad de la Casa Blanca para el Hemisferio Occidental y hombre clave en las
negociaciones con el chavismo, Juan González, han dicho que, si para
finales de noviembre las inhabilitaciones no son removidas y no hay un
cronograma electoral claro, tomarán medidas para revertir las flexibilización
de las sanciones que le aprobaron al régimen de Nicolás Maduro luego de la
firma de Barbados.
El
chavismo muy pocas veces calcula mal, pero el 22 de octubre quizá se sume a
otros errores cometidos por Maduro desde que está en el poder: las elecciones
parlamentarias de 2015, donde la oposición logró obtener dos tercios de la
Asamblea Nacional; los comicios regionales de 2021, en los que perdieron la
gobernación del simbólico estado Barinas, y la tercera fue el 22 de octubre,
cuando 2,4 millones de venezolanos salieron a votar en las primarias
opositoras.
ALEJANDRO
HERNÁNDEZ
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