Análisis 13 de mayo de 2024
Los
venezolanos recurren a plataformas digitales para informarse en tiempos de
censura. WhatsApp, Facebook e Instagram son las más usadas. Maduro busca el
voto joven en TikTok, mientras María Corina Machado busca arrastrar votos al
candidato opositor proyectando su conexión popular en la calle.
Nicolás
Maduro baila en Instagram y bromea en Tik Tok como un gobernante bonachón.
María Corina Machado, su némesis opositora, comparte en WhatsApp imágenes de
masivas concentraciones en poblados del interior del país, llamando a votar por
el candidato del antichavismo. Las redes sociales son el ruedo donde se
desarrollan las campañas electorales en Venezuela.
Estas
vías de conexión e información de los nuevos tiempos son una ventana importante
para que los candidatos opositores y sus socios políticos puedan difundir sus
mensajes en una Venezuela donde el gobierno ejerce una “hegemonía” en los
medios tradicionales, según análisis de organismos independientes, expertos y
sondeos recientes. Al mismo tiempo el oficialismo se ha volcado a las redes
sociales buscando una mayor audiencia.
Una
encuesta de la firma More Consulting realizada en mayo a 1.500 personas reveló
que el 70,8% de los venezolanos recurre a las redes sociales para informarse
sobre las novedades políticas. Sólo el 23,3% lo hace por la televisión, la
radio y la prensa escrita.
Las redes más usadas en Venezuela. WhatsApp, la punta de la lanza
El
sondeo precisó que 79,3% de los encuestados utiliza “siempre” WhatsApp, seguido
de Facebook (43,8%), Instagram (33,4%), YouTube (25,9%) y TikTok (22,1%).
Otra
encuesta de abril de la firma Datincorp reflejó que la aplicación de mensajería
directa WhatsApp (39,33%) es la vía favorita para informarse, seguida de
Instagram (24,75%), Facebook (12,25%), TikTok (6,83%), X/Twitter (3,08%) y
YouTube (1,5%).
Millones
de venezolanos potenciales electores han migrado aceleradamente a espacios de
comunicación e información donde no hay “una monotonía del discurso único” del
Estado, sino “voces alternativas”, explicó a la Voz de América la
consultora política experta en ciberpolítica Carmen Beatriz Fernández.
Las
televisoras suelen autocensurarse y sesgarse en cuando a los asuntos políticos
y económicos, mientras el gobierno ha cerrado más de 280 estaciones de radio y
más de 70 períodicos han cesado o limitado sus ediciones por falta de materia
prima, de acuerdo con ONG locales y organismos internacionales defensores de
los derechos humanos.
La
mayoría de la gente se entera de las noticias por canales digitales en un país
“con restricciones severas” en cuando al acceso a Internet, diagnosticó
Fernández, también docente de la Universidad de Navarra, España, y especialista
en campañas electorales y desinformación.
La
campaña electoral presidencial en Venezuela ocurre en un contexto de hegemonías
comunicacionales del Estado, las libertades de las redes sociales y por “el
deseo de un cambio político” de 80% de la población, dijo Fernández, citando
encuestas privadas.
El
poder de las redes sociales para movilizar y convencer a un votante en
Venezuela está por verse, pues no se trata de un contexto democrático
tradicional, como ocurre en otras naciones del continente americano o Europa,
comentó Pablo Andrés Quintero, politólogo venezolano y consultor de
comunicación política.
“Las
redes sociales son un espejo pequeño de una realidad del país”, advirtió.
Ambos
especialistas coinciden en que WhatsApp es la plataforma preferida para la
comunicación masiva entre los venezolanos y, por ende, de los candidatos.
“Es la
plataforma más parecida a cómo se relaciona la gente en la vida real, es un ‘tú
a tú’. Es la plataforma reina en Venezuela con gran diferencia”, dijo
Fernández.
Maduro
se muestra como “jovial y bonachón” en Tik Tok
Nicolás
Maduro, con 10 años en la presidencia de Venezuela y acusado de violar derechos
fundamentales, se proyecta en redes sociales como un gobernante jovial y
sonriente, bromista incluso. En Instagram tiene 1,4 millones de seguidores,
mientras que en TikTok cosecha 1,6 millones.
En
redes Maduro no solo habla de política, sino que opina además sobre eventos
deportivos y artísticos, como los conciertos recientes de la cantante
colombiana Karol G en Caracas.
También
hace transmisiones en vivo y retransmite un podcast junto a la primera dama,
Cilia Flores. En días recientes ha publicado videos compartiendo con la gente
en actividades de calle, como la marcha oficialista del Día del Trabajador, un
ejercicio militar en Cojedes y una visita al estado occidental de Falcón, algo
inusual en sus últimos tiempos políticos.
El
oficialismo ha hecho un esfuerzo “muy llamativo” en TikTok para proyectar al
aspirante a la reelección presidencial “como un tipo bonachón, que se equivoca
y hace chistes, que no se da mala vida por nada” y con énfasis en las
audiencias juveniles, evaluó la profesora Fernández.
“Son
cosas bien logradas y que generan un efecto de cierta viralidad. Es una
narrativa que obedece a una lógica estratégica: si eres tan simpaticazo y tan
jovial, no puedes ser un dictador tan maligno como te están pintando en La
Haya”, en el marco de la investigación de la Corte Penal Internacional sobre
crímenes de lesa humanidad en Venezuela, señaló.
El 2×1
opositor con Machado en la calle
La
oposición tradicional tiene dos frentes principales en las redes sociales de
cara a la campaña: Edmundo González Urrutia, postulado unitario, y María Corina
Machado, ganadora de la primaria de octubre, quien no pudo inscribirse por
estar oficialmente inhabilitada.
González
Urrutia, un diplomático septuagenario alejado de las cámaras y de bajo perfil
en las redes sociales hasta su postulación este año, cuenta ya con 227.000
seguidores en TikTok, donde publicó su primer video el 27 de abril, hace dos
semanas.
“Estimados
amigos, los invito a seguirme. Juntos vamos a triunfar”, fue su primer mensaje
en esa red social, que ha tenido 2,4 millones de reproducciones. En total, ha
difundido ocho videos desde su irrupción como candidato de las dos principales
tarjetas opositoras.
Machado,
quien inició giras y actos de calle en varias regiones para llamar a votar por
González Urrutia, tiene 958.000 seguidores en TikTok y ha acumulado 5,9
millones de “me gusta” en sus publicaciones. Tres millones de personas le siguen
en Instagram.
En sus
cuentas, Machado suele compartir las concentraciones masivas de los actos
políticos que protagoniza a diario, como ocurrió recientemente en los estados
Aragua, Falcón y Zulia.
En sus
mensajes llama a la gente a instalar sus “comanditos” para defender el voto.
Además, muestra frecuentemente a ciudadanos opinando sobre política al
topárselos en sus actividades en distintas regiones.
“Es
una campaña 2×1” con un candidato en el tarjetón que hace ofertas ante los
micrófonos y una Machado recorriendo el país “febrilmente”, con unos niveles de
conexión popular que Fernández dice no haber visto desde finales del siglo
pasado en Venezuela, con el entonces candidato Hugo Chávez Frías.
“En la
medida en que vemos a Maduro haciendo esfuerzos por entrar a las plataformas
digitales y llegar a segmentos más jóvenes, vemos a Machado en una campaña muy
a la antigua, analógica, hablando a la gente, recorriendo el país de palmo a
palmo y pueblo en pueblo, poniendo el foco en pueblos más radicalmente
chavistas”, examinó.
Los
seguidores en las redes de los candidatos independientes y disidentes
Entre
los candidatos que se distancian del chavismo y de la oposición destacan el
humorista y empresario Benjamín Rausseo, con 2,8 millones de seguidores en
Instagram y 131.000 en TikTok, y Antonio Ecarri, con 50.000 y 74.000 seguidores
en ambas redes.
Rausseo,
quien se posiciona como un potencial tercer lugar en una encuesta reciente de
la firma Consultores 21, muestra extractos de sus declaraciones públicas,
mientras Ecarri publica videos más elaborados de sus críticas al chavismo y a
la oposición.
Javier
Bertucci, un pastor evangélico, diputado y ex candidato presidencial en 2018
que suma 11% de intención de voto en el sondeo de Consultores 21, combina
sermones religiosos y oraciones con sus actividades políticas en sus
publicaciones. Tiene 112.000 seguidores en Instagram y 61.000 en TikTok.
Daniel
Ceballos, del partido Arepa y disidente de la oposición tradicional, considerado
por esta como un candidato distractor del voto antichavista, cuenta con 25.000
seguidores en TikTok, donde suele difundir extractos de sus ruedas de prensa y
enfatizar en su mensaje de que el venezolano “vaya, vote y saque a bigote”, en
referencia a Maduro.
Los
otros postulados, cuyo favoritismo no supera el error muestral en la encuesta
de Consultores 21 —es decir, que es menor de 4%— acumulan unos pocos miles de
seguidores en redes sociales. En algunos casos, como el de Luis Eduardo
Martínez, de la fracción judicializada de Acción Democrática, que la oposición
tradicional acusa de traidora, apenas supera el millar en TikTok.


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