Salomé Ramírez Vargas 19 de junio de 2024
El
presidente Joe Biden se dispone a implementar uno de los programas migratorios
para indocumentados más abarcadores de su administración. A través de un nuevo
proceso, los inmigrantes irregulares que estén casados con un ciudadano de EEUU
podrán aplicar a residencia sin salir del país
Los
inmigrantes indocumentados que estén casados con ciudadanos estadounidenses
tendrán una nueva vía para solicitar la residencia permanente sin tener que
abandonar el país, anunció este martes la administración del presidente de
Estados Unidos, Joe Biden.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), comenzará a implementar a finales del verano de este año un proceso que “asegurará que los ciudadanos estadounidenses y sus parejas no ciudadanas, así como sus hijos, puedan mantener a su familia unida”.
Altos
funcionarios de la administración detallaron que se considerarán “caso a caso”
las solicitudes de “ciertas” personas que “cumplan con los requerimientos
específicos” para participar del proceso.
Quienes
sean aprobados, tendrán acceso a un permiso de permanencia temporal en el país
por tres años para que en ese tiempo inicien el proceso de solicitud de
residencia permanente. Durante ese tiempo, serían elegibles para permisos de
trabajo.
Aunque
no detallaron cuánto tomaría el proceso, los funcionarios aseguraron que “el
propósito es asegurar que una vez tengan el permiso de permanencia temporal,
pueden solicitar un ajuste de estatus desde EEUU con sus familias”.
Actualmente,
los inmigrantes indocumentados que estén casados con un ciudadano
estadounidense primero deben salir de EEUU hacia su país de origen para
solicitar la residencia permanente a través de un proceso consular que puede
tomar décadas, y que separa a las familias por un tiempo indefinido.
“Los
desafíos y la incertidumbre de este proceso resultan en que muchos cónyuges
elegibles no soliciten residencia permanente”, dijo uno de los funcionarios.
¿Cuáles
son los requisitos que pide EEUU?
Los
cónyuges de un ciudadano estadounidense que busquen regularizar su estatus
tendrán que haber entrado irregularmente a EEUU, es decir, sin haber recibido
un parole o admisión en algún puerto de entrada.
Tendrán
que haber cumplido 10 años de estancia en el país antes del 17 de junio de
2024, y también estar casados con la persona ciudadana antes de esa fecha.
Además, no deben representar una amenaza para la seguridad pública del país.
No
serán elegibles quienes hayan sido deportados anteriormente y regresaron
irregularmente al país.
Los
funcionarios aseguraron que en las próximas semanas detallarán el costo de la
solicitud y la plataforma a través de la cuál podrán solicitar los posibles
beneficiarios. “Cualquier persona que intente presentar una solicitud antes de
que se abra el proceso será rechazada”, detallaron los funcionarios.
Se
anticipa que esta acción beneficie a unas 500.000 personas que permanecen
irregulares en EEUU pero están casadas con un ciudadano estadounidense.
Mientras, unos 50.000 hijos de estos inmigrantes indocumentados, menores de 21
años y cuyo padre o madre se casó antes de sus 18 años, también se podrán
beneficiar.
Camino
a la residencia permanente para soñadores
A esta
nueva vía a la residencia permanente para cónyuges de ciudadanos, se une una
acción adicional para “facilitar el proceso de visa de trabajo para aquellos
que se hayan graduado de la universidad y tengan una oferta de trabajo
altamente cualificado”, incluyendo beneficiarios de DACA (Consideración de
Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Visas
de trabajo como la H1B, que permite a empleadores estadounidenses contratar a
extranjeros en ocupaciones especializadas, significan un camino a la “green
card” para algunos beneficiarios de DACA, a través de una residencia por
razones de empleo que debe ser patrocinada por el empleador.
Los
funcionarios detallaron que el nuevo proceso “aclarará y mejorará” el proceso
existente para que los “soñadores” accedan a este tipo de visas de manera “más
rápida”.
Beneficiarios
de DACA que hayan incumplido los términos de sus permisos de estancia y no
tengan su estatus vigente, no podrán ser elegibles.
El
sábado pasado, DACA cumplió 12 años de haber sido implementado por la
administración del presidente Barack Obama, y del entonces vicepresidente, Joe
Biden.
Datos
oficiales apuntan a que más de 800.000 jóvenes que fueron llevados a EEUU por
sus padres y se quedaron en el país de manera irregular, se han beneficiado de
la protección a deportación y el permiso de trabajo que ofrece el programa.
Los
funcionarios de la administración Biden reiteraron que estas dos medidas
anunciadas continúan siendo soluciones temporales hasta que “el Congreso no
actúe para proveer mayor estabilidad” a las familias.
“Estas
medidas ayudarán a mantener unidas a las familias estadounidenses y permitirán
que más jóvenes contribuyan a nuestra economía y a nuestro país”, agregó uno de
los funcionarios.
Hace
apenas dos semanas, autoridades migratorias en EEUU anunciaron amplias
restricciones al asilo en la frontera suroeste, prohibiendo el acceso a esta
protección para quienes crucen irregularmente al país. Una medida que ya
fue desafiada en la corte.
“Aunque
todavía estamos en la fase de implementación, los encuentros entre puertos de
entrada han bajado y las repatriaciones han subido”, dijo un funcionario
estadounidense.
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