Reinaldo J. Aguilera R. 27 de junio de 2024
Como hemos venido diciendo y explicando, la campaña electoral por la carrera presidencial en nuestra Venezuela sigue avanzando, no al estilo tradicional, no como antes, muchos lo ven extraño, pero es que justamente no nos encontramos en tiempos normales, la realidad de una situación país que no existía hace que las cosas se enfrenten de modo muy diferente a lo que siempre fue, aquellas campañas electorales en las que los dos partidos políticos principales inundaban los pueblos, caseríos y ciudades ya no existe, lo que hay es una lucha encarnecida por lograr recuperar la dignidad y la normalidad que desde hace ya mucho tiempo no existe, he allí la diferencia.
El
abuso de poder presente en cada uno de los muchos actos ilícitos a lo largo del
tiempo, cometidos en el ejercicio de la función pública por parte del mal
gobierno, que sin duda a afectado el desempeño y el normal desarrollo de una
sociedad que era próspera, si con problemas pero próspera, no perfecta pero
perfectible, ha causado que la gente ya diga basta, al menos eso es lo que se
evidencia en la calle, estando ya a un mes prácticamente de una elección que
puede cambiarlo todo.
Por
una parte ya sabemos que se puede esperar de un Consejo Nacional Electoral
(CNE), que como árbitro imparcial deja mucho que desear, que actuará inclinado
hacia el gobierno, a menos que una avalancha de votos limite las malas acciones
que quizás estén planeando, eso es una realidad incuestionable, claro está,
todo lo trataran de hacer amparados en una legalidad que en el fondo no es tal,
una legalidad que podríamos llamarla Nazista o Hitleriana, al mejor estilo de
lo narrado en el famoso libro «Los Juristas del Horror», que es un
texto espeluznante que no sólo describe sucesos que acontecieron hace décadas,
sino que se convierte en una profecía de hasta dónde pueden llegar las
autocracias en su afán de conculcar las libertades y los derechos.
Lo que
tal vez no esperan muchos es que millones de almas agotadas de los maltratos a
todo nivel se pronuncien en las urnas electorales y logren lo que se respira y
anhela en las calles de nuestro país, esas mismas calles que se ven colmadas en
cada recorrido de la candidata que no fue, pero que está haciendo todo lo
posible y lo imposible para que el que está logre el objetivo.
Lo
cierto es que se siente que un pueblo dormido despertó, lo decimos al ver los
recorridos de María Corina por sitios otrora bastión del Chavismo, la icónica
ciudad de Barinas por ejemplo, ciudades como San Juan de Los Morros, Calabozo o
el Sombrero, lo más impresionante es el tipo de gente que se le acerca, que le
grita que quieren cambio, jóvenes, niños, madres y padres que lloran al ver
encarnada la posibilidad de recuperar una vida más normal que la actual, de eso
se trata esta campaña admirable en el 2024.
En
paralelo Don Edmundo también hace lo suyo y recibe el apoyo de
quienes dudaban de él, la humildad de un señor que llama a la unidad, que no
habla maltratando a nadie, que suma y no resta, hace que exista una esperanza
que para muchos ya estaba perdida.
A
estas alturas en mi particular opinión, la campaña política o campaña
electoral, que se traduce como es el esfuerzo organizado llevado a cabo por las
organizaciones con fines políticos para influir en la decisión de un grupo,
está dando resultado respecto a la oposición al menos, no se ve igual en lo que
se refiere al oficialismo.
La
tragedia que internamente viven en el Chavismo actualmente, debe girar en torno
a que incluso yendo a las mismas localidades que la campaña opositora no se ve
prácticamente a nadie y eso mis amigos preocupa hasta al más pintao, no importa
quien vaya, si es el candidato presidente o alguno de los renombrados
dirigentes como Cabello, la reacción es la misma por parte de una población
agotada de lo mismo, de lo de siempre y que definitivamente necesita un cambio.
Finalmente
puedo decirles que así como los argentinos y los salvadoreños demostraron, que
un cambio es posible, que en el caso particular las cacerolas le recordaron al
Gobierno que los argentinos ya estaban cansados de la intolerancia con el que
piensa diferente, agotados de ver peligrar la democracia o lo que queda de
ella, ante la tentativa de una reelección indefinida, los venezolanos
tendremos la oportunidad nuevamente de hacer algo, algo por el futuro, algo por
el presente, sigamos adelante que si se puede, así de simple y sencillo.
Reinaldo
J. Aguilera R.
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