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viernes, 28 de junio de 2024

Leer es un trampolín / Fernando Pereira @cecodap @fernanpereirav

 


Este año tendremos un período de vacaciones escolares más amplio debido al evento electoral. Las familias debemos hacer un esfuerzo para poder sobrellevar ese período con los niños y adolescentes en casa. Tarea nada fácil cuando las actividades vacacionales no abundan o son muy costosas para la mayoría de las familias.

¿Se quedarán los niños a merced de los dispositivos electrónicos y video juegos? ¿Andarán por la calle o por el condominio a ver qué inventan con el resto de los vecinos?

En los tiempos que vivimos de información audiovisual incentivar la lectura es todo un reto. Leer despierta la habilidad de hacer que nuestros ojos nos conecten con cosas sorprendentes y extraordinarias que hacen aparecer y desaparecer imágenes, personas… para descubrir las cosas ocultas y reencontrarnos con seres que nunca hemos conocido pero que nos abren las páginas de su mente y corazón para mostrarnos los misterios de su mundo y del mundo que nos rodea.

Abrir las puertas a la imaginación

Creo en el docente o educador que desea que sus aulas dejen de ser jaulas, que se arriesgan a  abrir las puertas de la imaginación y la creatividad, convocando a diversos autores (nacionales e internacionales) con la diversidad de temas que inspiren las actividades de lectura complementaria en los centros educativos, para hacer el ambiente escolar más productivo y transformador.     

Participar, opinar, informar, recibir información, asociarse son derechos de los niños y niñas y adolescentes que puede encontrar en la lectura una ventana, un espejo o un imán que los atraiga a su mundo interior o los conecte con ese espacio exterior que a veces es tan ajeno y distante y ante el que podemos ser indolentes e indiferentes.  

Ciertamente, la lectura va mucho más allá del hábito, que es importante, pero lo fundamental es formar lectores autónomos capaces de discernir y de tomar sus propias decisiones.  

Los libros espejo (en los que nos encontramos y nos vemos) y/o libros ventanas (libros que nos permiten ver lo que les pasa a otros y de esas experiencias aprendemos) encontrarán la magia con ese imán que significa el disfrute de la lectura como clave para formar el hábito y trascenderlo.  

Tenemos entonces en la lectura la posibilidad de darle contenido y trascendencia a los valores para que la empatía, la compasión, la tolerancia, la capacidad de discernimiento, el respeto y el reconocimiento del otro sea una realidad en nuestros centros educativos, familias y demás espacios de socialización.

 El libro puede ser un amigo, pero también puede ser una amenaza a la libertad, por eso la lectura crítica es importante como la habilidad preventiva para la manipulación.  Es más que conocido el impacto de   los libros foros, biblioterapias, círculos de lectores, que se nutran con lo leído   y con las resonancias que se generen.  

El arte ofrece posibilidades infinitas para que lo leído estimule la creación, las fábulas, los testimonios, las crónicas, el teatro, la música, son expresiones que pueden refrescar  el clima escolar  y reinventar la educación ,valorando y dando  fuerza a la diversidad, la democracia, la participación, la libertad de pensamiento y  todo eso  que   nos convierte en ciudadanos y ciudadanas. 

Invitemos a los libros

Con dolor y asombro, escuché en uno de los conversatorios a un profesional decir que lo único que puede dejar con tranquilidad en el carro son los libros, porque nadie está interesado en robarlos. 

Nuestra esperanza es que la lectura, independientemente del medio que se use, nos permita desde los primeros años, colocarle alas  a la imaginación, pero también estimular   la voluntad y convicción de que   con ella podemos ser mejores seres humanos, personas y ciudadanos. 

Posiblemente, esta noche  cuando estemos en nuestra  habitación  y abracemos con nuestros ojos nuestro libro de cabecera, seguramente  se abran nuevas ventanas, nos miremos en  un nuevo espejo y nos sintamos  atraídos con la fuerza de un imán, para  que  el libro no sea el pretexto para  inducir el  sueño, sino  el cómplice para inspirar nuestros sueños. 

Invitemos a los libros al plan de actividades vacacionales con nuestros hijos en casa y contarán con “un trampolín para la vida”.

https://efectococuyo.com/opinion/leer-es-un-trampolin/

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