viernes, 5 de febrero de 2010
Fracaso vs. Exito, Parte 1
“El fracaso de este des-gobierno es haber atacado el ÉXITO de los venezolanos…
(…y no haberse apalancado en él para proyectar al país”)
El título de este artículo, que tomé de un mensaje que coloqué en Twitter el día de ayer, a propósito de las acciones de ocupación emprendida contra la cadena de hipermercados colombo-francesa Éxito, aprovecha el juego de palabras para hacer referencia a los constantes ataques que, desde el gobierno, son emprendidos contra los mejores emprendimientos de los venezolanos.
Valga primero una aclaratoria, este artículo no pretende apoyar a la cadena Éxito, aún cuando justo es reconocer que, más allá de las infracciones que seguramente pudo haber cometido, ha contribuido a mejorar la calidad de vida de los venezolanos y genera numerosos empleos directos e indirectos.
Son muchos los ataques que este régimen ha realizado a los emprendimientos exitosos de los venezolanos, y debemos entenderlo así, como una característica propia de un régimen carente de capacidad e ingenio para la construcción, la innovación, la estética y la democracia, y con un odio visceral hacia todo aquello hecho antes de su llegada, exitoso, o que no se alinee con su pensamiento.
Es tal la incapacidad de este régimen para la construcción innovadora que, en muchas oportunidades hemos podido observar como grandes obras son abandonadas casi hasta su destrucción, para después reconstruirlas y venderlas, prácticamente, como obras de la Revolución, todo en un esfuerzo estéril por borrar y alterar la historia nacional.
Nos tomaría muchas páginas comentar solo los ataques más emblemáticos; así pues, solo enumerare aquello que, en mi opinión, son los más destacados, y comentaré los dos primeros, dejando para otra ocasión el comentario sobre los demás.
Entre los casos más emblemáticos podemos recordar:
• El destierro de la Orimulsión.
• La destrucción de la PDVSA de la “Meritocracia”.
• El apartheid médico y el colapso del sistema de salud.
• El abandono del patrimonio cultural de Carácas.
• El apagón de la Electricidad de Caracas y el sistema eléctrico nacional.
• CANTV, la gran interrogante.
• El despojo de RCTV
• El empirismo revolucionario en la investigación: la crisis del IVIC
• El cerco a las Universidades.
• El Metro de Caracas, la ineptitud subterránea.
1) El destierro de la Orimulsión: Un producto “Made in Venezuela” desarrollado en los laboratorios de INTEVEP, y ampliamente reconocido en las industrias de generación de electricidad tanto en países desarrollados como emergentes, se convirtió en una las primeras bajas de la Venezuela pujante y progresista. Las razones de su eliminación aún, para mí, no están claras, el gobierno se justificó diciendo que se obtenían menos ganancias que vendiendo los bitúmenes de la Faja Petrolífera del Orinoco. Sin embargo, el mismo gobierno llegó a hablar de poner una planta de orimulsión en China (uno de los muchos países interesados en este producto), e incluso se filtró que se podría vender la patente a ese país.
2) La destrucción de la PDVSA de la “Meritocrácia”: Ahora sabemos, por confesión del mismo Chávez, qué lo ocurrido en PDVSA obedecía a un plan para lograr el control total de esta empresa. El resultado, una empresa altamente ineficiente e insegura que, ahora más que nunca, se ha convertido una caja negra donde los jerarcas del gobierno, empezando por Chávez, meten la mano indiscriminadamente para obtener el dinero necesario para sus proyectos políticos y personales. Con su meta del control total, a Chávez no le importó votar a lo mejor de la gerencia y de los técnicos de Venezuela, altamente cotizados en el mundo petrolero internacional, y sustituirlo por un clientelismo político que ha llevado a que esta empresa pase de ser una de las mejores a nivel mundial, a ser una de las más ineficientes y cuestionadas.
Finalmente, quisieramos hacer un comentario adicional sobre el caso de ÉXITO.
En nuestra opinión, el Grupo colombo-francés, dueño de esta cadena de hipermercados, estaba interesada en salir del país, y se le vendió a Chávez como una oportunidad política que, sin mayores riesgos internacionales, le permitiría exaltar a sus seguidores más radicales y atemorizar a sus adversarios en un año electoral.
Así se puede especular del hecho de la poca repercusión que esto ha tenido en las empresas y sus respectivos países; además, las declaraciones del grupo sobre el poco impacto que esto tendrá en su desempeño como empresa, y el hecho de que el mismo día del anuncio de expropiación, se anuncia que Citigroup Global compra el porcentaje colombiano de ÉXITO, permiten especular que la cancelación de la operación en Venezuela pudiera haber sido una condición para esta negociación.
Pero esto son solo especulaciones, lo real y tangible es la incertidumbre y angustia que esta acción producen en los empleados y proveedores de esta empresa, y en el pueblo venezolano en general, ante un gobierno que antes que construir, prefiere destruir y atemorizar.
Editorial del Equipo Productor
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