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domingo, 7 de febrero de 2010

Manos negras contra las “manitos blancas”


Imperdible, excepcional, pa´coger palco, ayer Esteban en un acto que buscaba dar una respuesta política al Movimiento Estudiantil opositor desenvaino la Espada de Bolívar en el Teatro Teresa Carreño en un acto de la “juventud socialista bolivariana”.

Es necesario referirnos al color de los guantes usados por Esteban, la verdad es que el negro no le quedó nada bien, sin embargo pensando un poquito, en realidad no le quedaban muchas opciones, veamos: si hubiera usado unos guantes rojos para hombres machos y vernáculos (dificilísimos de conseguir) la cosa se hubiera interpretado como de color sangre, muerte, destrucción, guerra, es decir el mensaje a través de la imagenealogía hubiera sido contraproducente, justamente lo contrario al mensaje transmitido. Veamos si los hubiera usado rosaditos, la imagen femenina se hubiera hecho presente y definitivamente hubiera quedado bastante peor. ¿Guantes azules?, no señor pues es el color predilecto de la oposición. ¿Amarillos?, descartado pues allí se identifican los PJ (justicieros). ¿Vinotinto?, tampoco pues es el color de Podemos. Verde copeyano menos. Tremendo problema en que Esteban coloco a los asesores de imagen en la tarde de ayer.

La prenda que tenía que usar evidentemente era guantes blancos, pero como se podría pensar tal desvarió si se ha dedicado toda la semana a despotricar, a desmentir, al ataque del movimiento estudiantil cuyo símbolo son las manos blancas, imposible, no los puede calificar de fascistas, pitiyanquis y vendidos a la oligarquía y luego usar unos guantes blancos.

Ante tamaña disyuntiva la única alternativa posible eran los guantes negros. Negros como las sombras. Negros como la oscuridad. Negros como lo que se oculta, lo que se dice y se actúa en secreto, ocultando en su trasfondo los más incalificables deseos de envidia, engaño, revanchismo del rancio y sucio. El color negro no lo despreciamos, por lo contrario consideramos que es un color hermoso, siempre que esté dentro del contexto adecuado, pero en manos de Esteban parecían fuera de lugar, saltando a la vista un elemento que chocaba a la vista, no cuadraban de ninguna manera.

Pero sabes ¿por qué? Esteban: porque las “manitas blancas” no tienen pasado, no tienen rabo de paja, porque sus argumentos son indestructibles, porque tienen una fuerza inconmensurable y por último, porque este hermoso y bello país quiere a sus estudiantes universitarios, porque son el futuro de la patria que queremos todos y peor aún Esteban, porque son nuestros hijos.

¡¡¡Qué vivan los estudiantes!!!

Editorial del Equipo Productor

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