Nelly Arenas 27 de noviembre de 2022
El
pasado cuenta en política. Cuenta porque el pasado es lo que nos ha
traído donde estamos ahora, porque es el sedimento sobre el cual se ha
edificado el presente. A partir del pasado el poder político ha conformado y
expandido señas de identidad en las diversas formaciones nacionales a lo largo
de su existencia. Se traen a la memoria, conmemoran y promueven desde el
Estado, los hitos históricos que se estiman funcionales para reforzar una
autoconciencia nacional positiva, y también para brindar fundamento a la
ideología e intereses de la organización que ejerce el poder, como indica Mateo
Ballester Rodríguez. De allí la importancia que la historia tiene para la clase
política: controlar el pasado constituye herramienta excepcional para controlar
el presente, como nos recuerda el historiador italiano Nicola Gallerano. Debido
a esto, en las últimas décadas, el uso público de la historia ha sido tema de
controversia entre los académicos, especialmente los historiadores. De este
debate queda claro que son los políticos quienes tienen una mayor cuota en las
manifestaciones más visibles y polémicas del uso público de la historia,
así como también son ellos los principales responsables de su degeneración.
Los lapsos de tiempo en los cuales el uso público de la historia se
vuelve más “insistente e invasor”, concierne a fases de súbitos cambios o
intensas discontinuidades históricas que alteran la manera misma de situar el
presente con relación al pasado, apunta Gallerano. Tal es el caso de los
nacional-populismos. Aunque este aspecto no ha sido suficientemente
investigado, algunas experiencias populistas de este corte nos sugieren que,
efectivamente, estos hacen de la historia un uso privilegiado en el intento
de legitimarse políticamente. Tal es el caso de Chávez y el chavismo en
Venezuela y del partido VOX en España. El primero, encarna la izquierda
radical en América Latina; el segundo, representa la derecha española más
conservadora; ambos recurren, no al uso, sino al abuso de la
historia para posicionarse en la política de sus respectivos países.
De Chávez a VOX
En
un muy documentado trabajo, Inés Quintero, historiadora venezolana, da
cuenta del uso de la historia por parte de Chávez y Nicolás Maduro.
Señala Quintero que “la idea de ruptura histórica, constituyó desde el
primer momento una pieza clave del discurso de Chávez, a fin de justificar y
hacer valer la propuesta de un cambio revolucionario” (2018:5). En ese afán,
Chávez desarrolló un conjunto de acciones que comenzó con el cambio de nombre
de la república. De República de Venezuela, Venezuela pasó a ser República
Bolivariana de Venezuela. Según Quintero, este cambio, constituyó un “referente
icónico de la ruptura revolucionaria que se operaba”. Se establecía con ello
una relación de continuidad entre la figura del Libertador y el proceso que se
adelantaba, señala. El culto a Bolívar, que tiene presencia en Venezuela desde
el siglo XIX, y que ha sido utilizado como recurso político por casi todos los
gobiernos venezolanos, alcanzó un estado febril en tiempos de
Chávez. Fréderique Langue sostiene que este culto ha sido
ingrediente principal de una nueva historia oficial que transmutó a Hugo
Chávez en el Bolívar del siglo XXI.
Chávez
introdujo cambios en la bandera y el escudo nacional evidenciando que en el
terreno de la disputa simbólica, estaba dispuesto a jugar todas sus cartas.
De acuerdo a la percepción de Enrique Krause, en la Venezuela
chavista se ha “desvirtuado, falsificado y utilizado la historia a extremos
pocas veces visto” (en Quintero, 2018:3).
En lo
que a VOX respecta, no abunda literatura académica sino periodística. El
trabajo de Mateo Ballester Rodríguez, profesor de la Universidad Complutense de
Madrid, es una de las pocas excepciones. El autor nos proporciona un analítico
texto sobre este partido y su uso de la historia. De él extraemos el grueso de
lo que sigue.
VOX
se presenta como una organización ajena a las coordenadas tradicionales de
izquierda y derecha, mostrándose más bien como el partido que defiende la
identidad española amenazada. De allí que la recurrencia a referencias
históricas en esa organización sea “intensa”, como asienta el autor. Esta
recurrencia tiene su punto central en la apelación a hechos y personajes
históricos ligados al periodo de la Reconquista. El punto culminante de ese
lapso, fue la recuperación, en 1492, de Granada, por mano de los reinos
cristianos en expansión. Como se sabe, ese territorio estuvo en posesión de los
moros durante siete siglos. Magnificar hechos y personajes correspondientes a
ese evento, mientras se ignoran interesadamente otros, marca,
implícitamente, el rechazo nativista a la comunidad musulmana y la
defensa de la España cristiana frente al islam. La vida política es
interpretada por VOX como una contienda entre el bien, representado en el
cristianismo, y el mal, en el islam.
La
historia de España es concebida como una de resistencia y lucha contra agentes
invasores encarnados en esa religión. Santiago Abascal, presidente de la
agrupación, ha dicho frases como esta: “El islam también define el ser de
España pero en sentido contrario”. O esta otra: “Afirmamos como tesis fuerte
que la existencia de España es incompatible históricamente con la existencia de
Al Andalus”. Javier Ortega Smith, secretario general del partido, ha
insistido en que la Reconquista no ha terminado llamando a hacer frente a la
“invasión del islamismo radical’’.
Con
frecuencia, señala Ballester Rodríguez, VOX desatiende la verdad histórica
supeditándola a la conveniencia política.
Chávez
y VOX ¿qué los une?
El
discurso de los nacional-populismos se ensarta en un hilo común: el
de la defensa de la nación. Esta se percibe amenazada por fuerzas
externas en sus tradiciones e identidad. Frente a tales fuerzas, como indica
Fernando Mires, no procede sino defenderse. Esto vale para los
nacional-populismos de derecha europeos, como el que representa VOX, y
también para el que personalizó Chávez.
El
nacionalismo tiene como principal ingrediente la exaltación de la historia, sea
esta creada o figurada. De allí la necesidad inherente a los
nacional-populismos de reivindicar los hechos del pasado ajustándolos al
interés de sus respectivos proyectos. El uso político de la historia se vuelve
así instrumento de primera magnitud para alcanzar este cometido.
El mito
fundacional o palingenésico, mediante el cual los liderazgos
nacional-populistas se atribuyen la misión de recomienzo nacional, construyen
un relato selectivo según el cual todo lo que no encaja dentro de su cosmogonía
es demonizado o invisibilizado. De allí, por ejemplo, que Chávez y el
chavismo hayan extirpado de la historia a quienes gestaron y
protagonizaron la historia de Venezuela en su capítulo democrático. Del mismo
modo procedieron con aquellos personajes a lo largo de la vida
republicana que no calzaran en los cánones de la ficción revolucionaria
bolivariana.
De
igual manera, VOX excluye de su discurso de la españolidad a personalidades de
la talla monumental de Picasso o García Lorca, solo porque estos no encajan en
la visión del mundo que este partido tiene.
Ambos,
además, cultivan el mito de la libertad por finiquitar. Si Chávez, asumido como
el Bolívar de este siglo, vino al mundo con la misión de completar la
tarea de liberarnos del imperialismo estadounidense, en lo que Ana Teresa
Torres ha denominado “finalismo emancipador”, VOX, se arroga la obligación
fantasiosa de independizar a España del Islam.
Pareciera
que, en la medida en que los nacional populismos son incapaces de lidiar
con el presente y gestionar el futuro, mayor es su necesidad de recurrir
al pasado. La instrumentalización política de la historia en este caso,
se torna más perentoria. Es esta nuestra conclusión más importante.
Referencias
bibliográficas
Gallerano
Nicola (1990) “Historia y uso público de la historia” York, State University of
New York. Pdf
Ballester
Rodriguez, Mateo (2021) “VOX y el uso de la historia: el relato del pasado
remoto de España como instrumento político”, Política y sociedad vol.
58 numero 2, Universidad Complutense de Madrid.
Lange,
Fréderique (2016) “Un pasado que no pasa: emociones y salvación en la Venezuela
del tiempo presente” Boletín Americanista, año LXVI, num. 72, Barcelona pp
237-256.
Mires,
Fernando (2022) ¿Qué es el nacional populismo? www.polismires.blog 8 de octubre.
Quintero,
Inés (2018) “Usos políticos de la historia en la Venezuela de Chávez y
Maduro” Estudios Públicos num. 152 pp 173-213.
Torres,
Ana Teresa (2009) La herencia de la tribu. Del mito de la independencia
a la revolución bolivariana. Editorial Alfa, Caracas.
Nelly
Arenas
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