Descifrado 25 de noviembre de 2022
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La
falta de dinero obliga a los venezolanos a resolver como sea su alimentación,
pero esa estrategia conlleva algunas desventajas que impactan en la salud. Los
altos precios de la carne, el pollo y pescado impiden que lo ciudadanos
consuman proteína animal regularmente, incentivando una dieta basada en
carbohidratos.
Estos alimentos no aportan los nutrientes necesarios para el organismo y su alta ingesta traen como consecuencia enfermedades, como diabetes, obesidad, hiperinsulinismo e hipertensión, entre otras a temprana edad.
Según
Cáritas (organización de promoción y asistencia Católica), el 90% de la población
está malnutrida, debido al poco poder adquisitivo que tiene para comprar
alimentos. Se ve en la necesidad de rendir sus ingresos comprando los rubros
más económicos y deja por fuera los nutrientes de la proteína animal, frutas y
verduras.
«La
gente está comiendo mal, cada vez son más las ‘ollas solidarias’ que se están
abriendo en las parroquias, y hay grupos de personas que se atienden a diario
porque hay mucha necesidad, como en Sarare, municipio Simón Planas de Lara.
«Podríamos decir que un 90% de la población del país está malnutrida», dijo el
padre Omar Gutiérrez, coordinador de Cáritas en Barquisimeto.
La
doctora María Castillo, médico internista, alerta que el desequilibrio en la
alimentación trae múltiples consecuencias tanto en el niño como en el adulto de
la tercera edad. En el niño hace que sean propensos a sufrir enfermedades
propias del adulto como hipertensión y diabetes, mientras que a las personas de
la tercera edad los debilita y hasta caen en cama.
«Si no
hay una buena alimentación o no sabemos cómo comer el organismo está en
desequilibrio, y hace que todos los procesos se vuelvan más lentos y además
haya enfermedades. Si hay un exceso de carbohidratos la persona se verá un poco
más gordita, pero no está realmente bien alimentada, sino que ese exceso el
cuerpo lo vuelve grasa», dice.
Además
de las enfermedades que se puedan tener por una mala alimentación, destaca que
la calidad de vida en las personas de la tercera edad merma considerablemente,
porque al tener una enfermedad de base y no llevar un control en el consumo de
carbohidratos provoca que tengan complicaciones y siempre tengan los valores
altos.
Y es
que según los datos que lleva la ONG Convite, un 86,9% de los adultos mayores
de Venezuela está en situación de pobreza, por lo que deben apoyarse de
familiares y organizaciones para poder llenar sus estómagos.
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