Antonio Rodríguez 25 de octubre de 2023
@antonioRG9
Los dos países discreparon de la propuesta
de Albares hasta ver si Maduro cumple con el acuerdo de Barbados
Los
gobiernos de Alemania y Países Bajos se opusieron este lunes a la propuesta del
ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, de revisar en noviembre las
sanciones de la UE a Venezuela a la luz de los avances registrados en
el diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, según desvelan
fuentes de la oposición venezolana a THE OBJECTIVE.
Albares formuló esta propuesta durante el Consejo de Asuntos Exteriores celebrado en Luxemburgo, planteando que los Veintisiete estudien «la revisión de las sanciones de la Unión Europea a Venezuela en línea con las recientes decisiones de Estados Unidos en ese sentido y vista la evolución positiva del diálogo entre venezolanos».
El
ministro se refería con ello al acuerdo alcanzado la semana pasada en Barbados por el Gobierno y la Plataforma
Unitaria que aglutina a los principales partidos opositores de
cara a la celebración de elecciones presidenciales en la segunda mitad de 2024,
el cual, entre otras cosas, recoge «el derecho de todo partido político a
elegir a su candidato para las elecciones presidenciales de forma
libre y conforme a sus mecanismos internos».
A raíz
de dicho acuerdo, Estados Unidos anunció el levantamiento temporal de
algunas sanciones impuestas al sector petrolero venezolano, tras lo cual
Caracas procedió a la liberación de cinco prisioneros políticos, entre ellos el
exdiputado Juan Requesens y el periodista Roland
Carreño.
Las sanciones de la UE se renuevan en
noviembre
Albares
argumentó que el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep
Borrell, «ha estado de acuerdo» con su solicitud y avanzó que
llevará «ese estudio de revisión» al siguiente Consejo de Asuntos Exteriores.
Se refería a la próxima cita de noviembre en Bruselas, en la
que los Veintisiete tienen que decidir si renuevan por un año las
sanciones europeas al país sudamericano.
Los
representantes alemán y holandés discreparon de la propuesta
de Albares con el argumento de que habría que esperar a ver si Maduro
cumple al pie de la letra el acuerdo de Barbados y, sobre
todo, si levanta la inhabilitación a la candidata ganadora de las primarias de
la oposición, María Corina Machado, para que pueda competir contra
él en las presidenciales de 2024 después de que esta última arrasase en los comicios internos de este domingo.
Las
sanciones europeas son distintas de las de EEUU. Las de
carácter económico se limitan al embargo de material militar y
antidisturbios, así que las más importantes son la prohibición de
entrada en el espacio Schengen a dirigentes, mandos militares y
policiales del régimen de Maduro, así como la congelación de sus bienes en
la UE de los que entraban en la ‘lista negra’.
Las primeras
sanciones se aprobaron en noviembre de 2017. Dos meses después llegó
la primera lista con Diosdado Cabello como principal figura.
La UE fue la primera en sancionarle y Caracas respondió con la expulsión del
embajador español. Un gesto inamistoso que fue respondido por
Madrid y otras capitales europeas.
En
junio de 2018 se aprobó una segunda lista de jerarcas chavistas sancionados, entre los que destacaba Delcy Rodríguez. Pese a ello, la
vicepresidenta de Maduro se paseó por el aeropuerto de Madrid-Barajas en enero
de 2020 tras reunirse con el entonces ministro de Transportes, José
Luis Ábalos, en la terminal VIP. Unos hechos reconocidos y confirmados
por el Tribunal Supremo, que determinó que «la estancia en el aeropuerto de
Delcy Rodríguez implicó una vulneración de la expresa prohibición de
permitir su entrada en el territorio de la Unión Europea está fuera de
cualquier duda».
La
tercera ronda de sanciones data de septiembre 2019 e incluyó a torturadores de
la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGIM) y el Servicio
Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). La cuarta lista, de
junio de 2020, abarcó a magistrados del Tribunal Supremo y la última, de
febrero de 2021, amplió el número de jueces sancionados.
El
movimiento de Albares se produce tras la ausencia española en
la firma del acuerdo de Barbados entre el oficialismo y la
oposición venezolana, donde se ha fijado la hoja de ruta para las próximas
elecciones presidenciales en este país sudamericano con el respaldo de hasta
nueve países.
La implicación de
España en este proceso negociador ha sido «nula» y provocó preocupación entre
algunos diplomáticos españoles destinados en Iberoamérica, según fuentes
consultadas por este diario. Una situación que ha sido aprovechada por otros
países vecinos de la UE, caso de Francia o los citados Países
Bajos, para ocupar una posición de influencia en la región
que la diplomacia española ha tenido casi en exclusiva en las
últimas décadas.
A las
reuniones de las últimas semanas en Barbados y a la firma de
los acuerdos en la isla caribeña asistieron representantes de Argentina,
Brasil, Colombia, México, Rusia, Estados Unidos, Francia, Países Bajos y
Noruega. El país nórdico ejerció de país facilitador y los
otros, como acompañantes. Hay que destacar que la presencia de
Rusia fue por decisión expresa de Maduro, mientras que la oposición se decantó
por Países Bajos en detrimento de España.
Albares
se puso en enero «a disposición» del Gobierno de Maduro y la oposición
venezolana para ayudar al proceso de conversaciones iniciado en México.
Pero en aquel momento admitió que no había una «petición formal» para
que España jugase un papel en las negociaciones, tras reconocer que el diálogo
no se estructuraba como el de Colombia y el Ejercito de Liberación Nacional
(ELN), donde la diplomacia española sí está presente como
acompañante del proceso de paz.
«Son
los venezolanos los que deciden si podemos ser útil, si nos necesitan
en alguna cosa o no nos necesitan», sintetizó Albares antes de un encuentro con
el jefe de la delegación opositora, Gerardo Blyde, en Madrid. Con este último tuvo un malentendido previo
en Bruselas cuando dijo que ambas partes habían pedido a España «estar
presente y acompañar el diálogo», pero la oposición venezolana desmintió
esto último. En realidad, nunca ha aceptado la presencia española por «desconfianza»
hacia Madrid. De ahí que la oposición buscase el abrigo y la
complicidad de La Haya, hacen hincapié las citadas fuentes.
Tomado
de: https://theobjective.com/espana/politica/2023-10-25/alemania-paises-bajos-sanciones-venezuela/
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