ALFREDO MEZA Caracas 3 DIC 2014
El Ministerio Público
implica a María Corina Machado en un plan para asesinar al presidente
venezolano. La diputada dice que las acusaciones son una farsa
La opositora Machado
declara sobre un supuesto plan de matar a Maduro
La fiscalía imputa a la
líder opositora por planear el asesinato de Maduro
La exdiputada opositora
María Corina Machado fue formalmente imputada este martes por el
Ministerio Público como conspiradora en una
supuesta trama para matar al presidente Nicolás Maduro.
La dirigente llegó al despacho de la
fiscal Katherine Harrigton a las nueve de la mañana arropada por sus más
cercanos colaboradores, que la acompañaron en un autobús fletado para la
ocasión. En el sitio la esperaban decenas de simpatizantes. La audiencia empezó
pasadas las diez y culminó a la una de la tarde de Venezuela (las 18.30, hora
peninsular española). Salió en libertad.
Machado
ya había sido llamada a declarar como testigo en esta investigación, que se
inició después de una denuncia, conocida en mayo, en un pleno del llamado Alto
Mando Político de la Revolución. En aquella ocasión, el vocero del grupo, el
alcalde chavista del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, leyó varios correos
enviados desde su cuenta de correo electrónico que probarían la vinculación de
la líder opositora con un grupo que supuestamente estaba planificando el
asesinato del jefe del Estado venezolano. La dirigente reconoció entonces que
la cuenta le pertenecía, pero que había dejado de usarla después de que unas
fotografías suyas aparecieran sin su consentimiento en las redes sociales.
Posteriormente la compañía Google, a petición de uno de los involucrados en la
trama, el abogado Pedro Mario Burelli, aseguró que los correos mostrados eran
falsos.
Su abogado, Tomás Arias, pudo revisar el
expediente e informarse del criterio de la fiscalía para imputarla. “Todo el
razonamiento tiene un fundamento político”, explicó a este diario sin dar más
detalles. Este punto de vista se suma a lo que ya ha expresado la máxima
dirigencia opositora, que asegura que los señalamientos contra Machado son una
represalia por las
posiciones asumidas por la dirigente contra el Gobierno venezolano.
La imputación formal de Machado estrecha
el cerco alrededor del ala
opositora que en febrero llamó al cese inmediato del Gobierno de Maduro.
Después de esa convocatoria empezaron
disturbios en Caracas y las principales ciudades del país, que culminaron
en el mes de junio con un balance de 43 fallecidos y cientos de heridos y
detenidos. El otro líder de la facción, el exalcalde del municipio Chacao (este
de Caracas) Leopoldo
López, está preso desde febrero en una cárcel militar acusado de
cuatro delitos relacionados con una manifestación en el centro de la capital
venezolana que dio origen a las protestas.
En todo ese tiempo Machado ha sufrido
los rigores de la decisión que tomó de acompañar esta protesta: perdió su
escaño en la Asamblea Nacional después de una decisión tomada por el presidente
de la Cámara y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien la acusó de
haber aceptado la representación de Panamá en una sesión de la Organización de
Estados Americanos. El pasado junio, la justicia le prohibió la salida del país
por la investigación sobre el magnicidio. Estas decisiones limitaron el
efectivo lobby que ella realizaba ante la comunidad internacional para denunciar
al Gobierno venezolano como una dictadura que desconocía los derechos humanos
de los opositores.
Con todo, Machado puede presumir de
haber tenido suerte. En vísperas de su visita a la fiscalía su equipo temía que
corriera la misma suerte de López. Por esa razón iniciaron una campaña en las
redes sociales con la etiqueta#yoestoyconmariacorina, que se convirtió en tema del
momento en Venezuela. También publicaron en la página web del movimiento que
lidera, Vente
Venezuela, un memorial con las causas judiciales que ha enfrentado y las
agresiones sufridas desde que emergió como una figura pública contraria a la
denominada revolución bolivariana. Su inminente prisión, luego descartada por
la fiscalía, encontró la solidaridad de los opositores. El martes un grupo de
intelectuales publicó un comunicado que condenaba su situación procesal. Y el
cardenal Jorge Urosa Savino dijo que acusarla de orquestar un magnicidio era
exagerado. “Se están usando pruebas absolutamente débiles”, afirmó el prelado.
La única que parecía ser optimista era
la propia Machado. Poco antes de acudir a la vista concedió una entrevista en
el exitoso programa radiofónico del periodista César Miguel Rondón. “No voy a
entregarme, voy a enfrentar la infamia”, dijo entonces. Por ahora se ha librado
de la prisión. La fiscalía proseguirá investigando el caso y podría tomarse
meses antes de decidir si pasa de imputarla a acusarla o si archiva la causa.
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