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lunes, 21 de agosto de 2017

Si hay salida, por @SusanaMorffe



Por Susana Morffe, 20/08/2017

Hay algo que nos obliga a ser coherentes para no tener que dar zancadas y quedarnos postrados ante la guerra sucia que se ha declarado por los enemigos del pueblo, bajo el sistema ruin, miserable y despiadado que nos toca enfrentar en este siglo XXI.

Esa coherencia no la debemos perder con el desánimo porque es justo lo que permite al adversario avanzar en sus torcidos y abominables fines.  Esta guerra es de actitud frente a individuos que no razonan con el cerebro sino  por  las emociones. Evidente que trazan estrategias debido a que ya conocen la respuesta de la población, frente al hambre, el dinero y las imposiciones.

Entonces, lo que debemos hacer es no morir en el intento, sino continuar persistiendo. Recordaran que la actitud de Deisy Eloina cuando la OEA no la dejó entrar a la conferencia cumbre para cuestionar el maltrato del régimen a la población, entre otras cosas por la violación de los derechos humanos ¿Qué dijo Deisy Eloina? Si me cierran la puerta entro por la ventana.  Así se han venido manejando hasta llegar a la ilegalidad que conocemos y se impuso en el país a la vista de los venezolanos y el mundo.

Ahora, nuevamente, aplican el mismo antídoto con la anulación de la Asamblea Nacional, una actuación totalmente visceral que busca crear más desánimo.

Ante estas repetidas estrategias, harto conocidas y predecibles, ¿Qué hacer? Lo más simple, seguir la jugada. En ese caso, los adversarios abren la oportunidad de unas elecciones regionales, quizás las eliminan más adelante, de modo que la actitud pensante, en este momento, es acudir masivamente a ese proceso electoral del próximo 10 de octubre, de lo contrario, ellos estarán esperando la reacción del desánimo para ganar más espacios y abarcar más poder territorial.

Tenemos que dejar la ignorancia para los que están frenando la vigencia de los preceptos constitucionales, incómodos en este momento y catapultada por ellos mismos años atrás. No queda sino atacar con la carta magna en la mano a los ojos del mundo y, vamos a atrevernos a decirlo, de un minúsculo grupo de ciudadanos que quieren ignorarlo por razones acomodaticias y de actitud servil.

La salida de todo este lio en el que hemos caído, la tenemos todos con la actitud. Un claro ejemplo de esto nos ilustra la manera como hemos dejado abarcar al pulpo con sus aberrantes tentáculos, internos y foráneos.

Venezuela ha sido y sigue siendo despojada de sus recursos. Años atrás comenzó a moverse desde La Habana y pasaron años hasta que lo consiguieron. El entreguismo, la bufonada de hacer ver que las mejores relaciones diplomáticas era fortalecer a otros países y por ahí comenzó la pérfida soberanía de nuestro país. El que conoce de historia sabe de los mandatarios venezolanos que lo permitieron.  Los cubanos  sabían de su jugada y conocían las emociones de los venezolanos. Fue una cuestión de actitud y tiempo para dar el zarpazo.

En este nuevo capítulo, hay tres tigres feroces que se disputan el uranio existente en Venezuela, ya se lo hemos dado a Irán por toneladas, a partir del uranio existe un derivado, único en el mundo y se trata del Thorium, especial para combustible nuclear.  Los guerreros del mundo se apertrechan de armamento para su enloquecida batalla y Venezuela es el país benefactor del recurso.

Quién en su equilibrado juicio va a pensar que la intervención o invasión que han anunciado, es para  salvar a la población venezolana de la dictadura.  Nada de eso, es una negociación universal que enfrenta a países con poder, potencias establecidas para dominar el mundo. Esa es su guerra y Venezuela es el comodín.

Frente a estas realidades, luce sensato cambiar la actitud para no dejarnos despojar de los espacios y recursos que quedan en el país. Habrá que recordar algo tan trillado como “la voz del pueblo es la voz de Dios”. Al parecer a muchos se les olvida ¿Dónde está el mando y la soberanía?  Saquen sus conclusiones y actitud.


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