David Placer 29 de noviembre de 2019
@alnaviocom
Los
vecinos del barrio La Latina, en Madrid, se han manifestado por primera vez
frente al Samur Social, el lugar donde los solicitantes de asilo político sin
recursos piden una cama de emergencia para no dormir en la calle. Los vecinos
del barrio, en su mayoría españoles pero también de otras nacionalidades,
presencian desde sus balcones una escena hasta ahora nunca vista: decenas de
venezolanos duermen a la intemperie en plena ola de frío.
Los manifestantes salieron esta semana a la calle
San Francisco 10, frente a la sede del Samur Social, con
pancartas que decían “Ni una familia en la calle”. Unos 150 vecinos se
congregaron frente a los solicitantes de asilo que aguardan en la acera para
ser atendidos por los servicios de emergencias sociales en Madrid.
“Hay niños en la calle y no le importa a nadie”, coreaban los manifestantes en
su primera concentración frente a las dependencias de los servicios sociales de
la capital española.
Los vecinos se congregaron allí para después marchar
hacia el distrito La Latina, donde está una de las sedes del Ayuntamiento
de Madrid. Allí volvieron a entonar consignas exigiendo soluciones de
emergencia para las familias refugiadas, en su gran mayoría venezolanas.
La manifestación coincidió con el primer paro de los
trabajadores del Samur Social, que se quejan por la falta de recursos para
atender a los solicitantes. “Necesitamos una evaluación completa del sistema de
acogida para los solicitantes de asilo”, explicó Azucena Pérez,
trabajadora del Samur Social, que anunció nuevas movilizaciones de protesta por
la falta de recursos.
Tanto los vecinos como los trabajadores piden refugios
de emergencia para que nadie pase la noche en la calle. España garantiza
alojamiento gratuito para los solicitantes de asilo político de cualquier
nacionalidad. El gobierno central mantiene varios albergues para dar un techo
de emergencia a los solicitantes de protección internacional al menos los seis
primeros meses.
Pero la crisis de Venezuela ha hecho
que las solicitudes de asilo político se disparen. Cada día, más de 100
venezolanos piden asilo y protección internacional en España. Los centros de
atención al refugiado y las ONGs están colapsados por la llegada masiva de
venezolanos que están comenzando a dormir en el aeropuerto, en las calles y en
las estaciones de metro.
En medio del caos, los trabajadores de los servicios sociales
organizaron un paro el pasado lunes en protesta por la falta de recursos ante
la llegada masiva de inmigrantes, principalmente de Venezuela, pero también
de Colombia y de países africanos.
La crisis humanitaria por la llegada masiva de
venezolanos también ha abierto un conflicto político entre el Ayuntamiento de
Madrid, en manos del Partido Popular, y el gobierno en funciones de
España, presidido por Pedro Sánchez, del Partido Socialista
Obrero Español (PSOE).
El alcalde de Madrid, José Luis
Martínez-Almeida, ha culpado al gobierno de no cumplir sus funciones, ya
que las solicitudes de asilo son competencia del gobierno español. “Cuando
llegan al aeropuerto de Barajas, el gobierno de España en vez de
atenderlo, les da una tarjeta con la dirección del Samur Social (gestionado por
la alcaldía)”, se quejó Martínez-Almeida.
El alcalde de Madrid asegura que solicitó al gobierno
regional (presidido por Isabel Díaz Ayuso, también del Partido
Popular) destinar al menos seis colegios en desuso en la Comunidad de
Madrid para convertirlos en albergues de emergencia para los asilados
políticos. Se trata de una medida de urgencia para evitar que las calles y las
paradas de metro se llenen de inmigrantes sin techo. El gobierno regional
todavía no ha respondido.
El alcalde se reunió hace pocos días con el embajador
designado por Juan Guaidó, Antonio Ecarri, quien pidió ayuda a las
instituciones madrileñas para paliar el drama humanitario de los venezolanos en
España. Los organismos gubernamentales reconocen el colapso producido por la
avalancha de venezolanos y, ante la falta de recursos, han sido los propios
vecinos del barrio La Latina los que han tomado medidas.
“Los vecinos nos traen comida al mediodía y en la
noche. Cuando el Samur cierra, y la gente se queda en la calle, bajan y ofrecen
a los refugiados una noche en su casa, en el sofá o en algún lugar”,
cuenta Isabela Alchaer, venezolana de 20 años y solicitante de
asilo que está en espera de un puesto en uno de los refugios desde el lunes
pasado.
Los vecinos del barrio de La Latina han organizado un
grupo de Whatsapp para gestionar la emergencia al margen de la estructura de
ayuda oficial, colapsada por la emergencia humanitaria en Venezuela. Han
comenzado a organizar cenas para los refugiados. Algunos vecinos de otros
barrios también les llevan bebidas y bocadillos.
“En las tardes organizamos meriendas y actividades
para las madres con niños. La idea es que los pequeños tengan un tiempo para
refugiarse del frío y para que jueguen y se distraigan”, explica Carmen
Martínez, una vecina del barrio que se sumó a la protesta.
En los últimos días, la ayuda vecinal también ha
mejorado en estructura y organización. Se ha creado un fondo con aportaciones
de voluntarios para pagar una noche en albergues y hostales para los casos con
mayores necesidades: familias con bebés y enfermos. El movimiento vecinal ya
cuenta con un organigrama y se ha designado hasta un portavoz oficial.
Los concejales del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid
culpan al Partido Popular de negarse a aumentar las partidas presupuestarias.
Se trata del primer conflicto político por la llegada masiva de venezolanos a
España.
Y en medio de la tensión entre administraciones por el
aumento de los sin techo, los venezolanos comienzan a elogiar la acogida de los
españoles. “Viví dos años en Ecuador. Aquí no noto nada de racismo
en comparación con lo que viví allí. Ahora estamos esperando una cama en algún
refugio. Hasta ahora no nos han dado nada, porque todo está colapsado, pero los
vecinos bajan y al menos nos dan comida”, explica Angélica Gutiérrez,
una de las inmigrantes venezolanas recién llegadas a España.
Los venezolanos son la primera nacionalidad
solicitante de asilo político en España. Entre enero y septiembre de este año,
más de 28.000 venezolanos han solicitado ese estatus, es decir, un promedio de
105 cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico