jueves, 26 de mayo de 2011
Viva Río: La experiencia brasileña
Se llama Sebastiäo Correia Dos Santos pero todos lo llaman Tiao. Es directivo de Viva Río, una organización no gubernamental de Río de Janeiro que nació en 1993. Se proyecta, hoy en día, a vastos sectores con una extraordinaria penetración y eficacia
Por Sebastián de la Nuez
Ponencia del Encuentro Internacional de Constructores de Paz 2010
Viva Río nació en un momento muy difícil: nueve niños habían sido asesinados frente a la iglesia La Candelaria, en el centro de Río de Janeiro. También habían sido asesinadas 21 personas por la policía, en una favela de la comunidad Viga de Geral. Hubo, en esos días, una ola de secuestros. De modo que algunos líderes empresariales y de las comunidades, así como sindicalistas, artistas e intelectuales se unieron y resolvieron crear un movimiento que pudiera dar respuesta a la enorme violencia. Durante una semana, estos emprendedores llamaron a especialistas para que respondieran una pregunta: cómo superar la violencia. De esa experiencia de una semana surgió un consejo que se convirtió en Viva Río. “Desde el primer momento trabajamos en torno a tres aspectos que para nosotros son fundamentales para combatir la violencia”.
A continuación, las principales características de esta experiencia en la voz de Tiao.
Los tres aspectos
El primer punto que identificamos como factor de importancia para combatir la violencia fue la cuestión de los jóvenes entre 14 y 29 años. Son quienes más mueren y ellos tienen una identidad, son jóvenes que viven en favelas, son jóvenes que están fuera de la escuela, ya abandonaron la escuela. Entonces la juventud era un punto en el cual teníamos que trabajar.
El otro punto para superar la violencia: la policía. Normalmente donde hay conflicto está la policía, y la policía de Río de Janeiro es la que más mata en el mundo y la que más muere también. Y comenzamos a trabajar en la formación de la policía, en la cuantificación de la policía, en la reforma de la policía. Desde el 94 tenemos un trabajo de capacitación dentro de la institución de la policía militar y de la policía civil en Río de Janeiro.
Entre esos dos puntos, la juventud y la policía, identificamos las armas de fuego. Así que trabajamos con la juventud, la policía y en el combate a las armas de fuego; en su disminución y control. Conseguimos que aprobaran un estatuto, una de las leyes más modernas del mundo sobre el control de armas. Movilizamos a todo el país y presionamos al Congreso Nacional. Eso fue en 2003. A partir de la promulgación de la Ley, conjuntamente con la campaña de entrega voluntaria de armas, logramos no sólo el control de todas las armas que circulan sino el control de las municiones. Cada munición tiene un registro. Ahora es más fácil identificar de dónde vino el proyectil.
La campaña de entrega voluntaria nos permitió recoger 500.000 armas en todo el país. Fueron destruidas. Eso hizo que hubiera cierta conciencia por parte de la población sobre los riesgos que significa tener un arma. En 2004 hicimos esa gran campaña de entrega voluntaria de armas. Fue la segunda mayor campaña de entrega de armas del mundo.
Lo político
Por su concepción, por su forma de trabajar, por su constitución a través de la elección de sus directivos ¬-es una directiva plural-, Viva Río nunca se ha vinculado con cuestiones de la política. Tal vez ese hecho ha sido lo que nos ha permitido crecer y sostenernos.
Aliados
Ensus inicios y hasta 2003 tuvimos un gran financiamiento de la empresa privada e instituciones internacionales; poco por parte de los gobiernos. Después tuvimos, de 2003 a 2005, un financiamiento mayor del gobierno. Hoy diría que 70% de nuestro financiamiento es prácticamente internacional, tenemos poco financiamiento nacional.
Trabas
Existe en Brasil un problema cultural de discontinuidad. Este tipo de proyectos no obedece a políticas públicas y no suelen ser estables; eso causa cierta desconfianza en la población. Tal vez, abriendo un paréntesis, eso explique por qué hoy la población en Brasil, en cualquier estrato de la población, nos da 90% de aceptación. Percibe continuidad y quieren que todas las políticas públicas del gobierno de Lula tengan esa misma continuidad.
El otro punto que yo creo relevante es la corrupción; es un gran problema en Brasil. Está infiltrada en la sociedad, en los poderes públicos, en las empresas, y nos afecta.
Programas
Hoy en día estamos trabajando en algunos proyectos de pesquisa en el área de aguas; proyectos de educación y profesionalización de jóvenes en comunidades. Proyectos con niñas-adolescentes embarazadas precozmente. Estamos en una gran campaña sobre drogas y democracia. Enfrentamos ese tema, drogas y democracia, que es un problema serio; estamos haciendo un proyecto para la prefectura de Río de Janeiro sobre la salud de la familia en favelas, con equipos médicos, enfermeras, dentistas, asistentes sociales, agentes de salud que actúan directamente.
Tenemos un proyecto de formación para 5.000 policías militares que ahora actúan dentro de la lógica del policía comunitario, y hay resultados: una relación policía-comunidad dentro de un concepto de ciudadanía, sin armas, sin enfrentamientos, sin muertes, y con poca droga, que es un problema grande de las comunidades.
Medios
Hoy en día trabajamos con una red de radios comunitarias, cerca de 400 radios del estado, y unas 150 de otros estados de Brasil.
Estamos con un proyecto de comunicación popular. Tenemos un site llamado Viva Favela. Tenemos un site llamado Comunidades Seguras que trata sobre la seguridad pública. Tenemos un site de radios comunitarias en el área de la comunicación. Tenemos un proyecto de seguridad pública municipal, desarrollando varias metodologías para la actuación preventiva en seguridad pública en cada municipio.
Impacto social
Yo diría que nuestro impacto social sólo puede ser medido y visto cuando alguna de nuestras acciones se convierta en política pública. En cuanto a experiencias sociales, hacemos pequeños grupos. Voy a dar un ejemplo: tenemos un proyecto de aceleración escolar, inclusión educacional. Es inclusión escolar, para que puedan concluir su educación 700.000 jóvenes que hoy están fuera, y que lo hagan en un tiempo menor con alguna formación profesional para el trabajo. Ya formamos más de cien mil, pero todavía es muy poco para decir que causamos un impacto en la educación de Río de Janeiro. Si ese proyecto se convierte en política pública, si el Estado lo asume como su responsabilidad, ahí sí podremos decir que tenemos una victoria. Y claro, todos los días, nuevos desafíos, nuevos emprendimientos, nuevas acciones, nuevos proyectos; siempre creyendo que estas experiencias nos gustaría verlas transformadas en políticas públicas.
Qué podemos aprender los venezolanos
Creo que si comprendemos que existe en cada comunidad la búsqueda de una sociedad un poco más pacífica; si apostamos a eso, creo que vislumbramos una posibilidad de vivir en una comunidad un poco más pacificada. Creo que Venezuela tiene muchos puntos comunes con Brasil, el pueblo de Venezuela es muy parecido al pueblo de Brasil. Viva Río tiene una misión de juntar a los diferentes, juntar los extremos, mediar en conflictos. Nuestro gran arte es entrar en la favela, hablar con el traficante si hay que hablar con él, hablar con los moradores, hablar con la policía y buscar soluciones. Nuestro gran mérito es hablar con los empresarios y hablar con la asociación de moradores, es hablar con el gobierno y hablar con la población y buscar medios, formas, caminos de soluciones que puedan mejorar la calidad de vida de las personas.
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