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sábado, 21 de mayo de 2011

Tiendas del Alba: ¿socialismo a la moda?


Por Nazly Escalona y Luisana La Cruz Romero

En el antiguo edificio La Francia, en el casco histórico de Caracas, se abrió para el público una Tienda del Alba, en la que se comercia ropa a precios “socialistas”. Así que decidimos hacer una visita a sus instalaciones, ver las ofertas y por qué no, hacer unas compras a precio de liquidación. Al llegar lo primero que encontramos es una persona en la entrada que controla el paso de los clientes al local para no colapsar los estrechos pasillos de la tienda. Otras personas que han visitado el establecimiento cuentan que en diciembre se hacían largas filas de personas para entrar y adquirir una prenda a precio imbatible. Gracias a Dios no corrimos con la misma suerte.

Ya adentro nos llama la atención un pendón en el que se ve los productos que ofertan, su precio “socialista”, precio del mercado y el % de ahorro. Es un listado como de 10 productos de marcas Polo, Hollister, Náutica, Tommy Hilfiger, entre otras, con precios desde Bs.F 20 hasta Bs.F 150.

Las tiendas del Alba se unen al Café Venezuela y a las areperas socialistas, es decir, que forma parte de la red de comercios estatales que “prometen” vender toda clase de productos con descuentos. Es lo que ellos llaman “precios justos o socialistas”. Pero, los economistas advierten que mientras estos locales gocen de las ventajas de ser comercios estatales fuera del alcance de los privados, no se puede hablar de precio justo. Estas tiendas usan los locales que son propiedad del Estado, es decir, libres de pago o arrendamiento y servicios, exenciones de impuestos y tasas preferenciales en la importación de productos.

La mercancía viene de los países que forman parte de esta alianza regional (Nicaragua, Cuba, Bolivia, Argentina, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbados y San Vicente y Las Granadinas) y tal como expresaba el economista José Guerra, este tipo de comercio sigue operando en detrimento de los productos nacionales, refuerza la economía de puerto y le garantiza trabajo a quienes fabrican estas prendas de imitación en otros países, no a los venezolanos. “Hay una filtración, es como un colador. La plata se va al exterior y no tiene efectos en Venezuela. Entonces, se está dando en Venezuela un fenómeno que se llama la exportación del empleo”, dijo.

Es decir, que el Estado en vez de crear empleo para los venezolanos, producto del gasto que debe hacerse en el país, se está exportando el empleo a estos países producto del gasto que realiza el Gobierno en adquirir productos importados, explicó el economista en Alo Ciudadano, programa trasmitido por Globovisión.

Seguimos revisando el establecimiento y descubrimos que, escondido al fondo de la tienda, hay otro pendón muy diferente al de la entrada. Aquí se ofrece una lista de precios más larga, de más de 60 prendas de vestir, cantidad con la que seguramente iniciaron sus actividades comerciales el 22 de diciembre del 2010. Hoy, en los pendones que están al entrar sólo se reflejan los precios de unas 10 prendas.

A pesar de que ofertan marcas reconocidas como Polo o Tommy Hilfiger, sin embargo, la calidad y procedencia de las mismas evidencia que son imitaciones. La ropa se vende a precios de liquidación, pero no hay variedad en la oferta, por ejemplo: había pocos pantalones para damas en tallas muy pequeñas, muchas franelas eran talla 8 y los estantes de franelas Abercrombie y Hollister estaban vacios.

Además, solo se puede adquirir hasta tres piezas de un mismo modelo por persona. Esto evidencia que para ofrecer productos de calidad, y satisfacer la demanda del mercado, el libre establecimiento de los precios juega un papel importante y eficiente.

Al llegar a la caja hay una señora que va a pagar antes que nosotros. Lo curioso es que al dar su número de cédula, el vendedor la llama por su nombre.

_ ¿Cómo se sabe usted mi nombre si yo nunca he comprado aquí?, comenta la señora.

_ No señora es que nosotros tenemos una conexión directa con la base de datos del SAIME, responde amablemente el cajero.

Al cliente dar su número de cédula, el sistema arroja los datos del mismo aunque sea la primera compra en las Tiendas del Alba. Ahora que es nuestro turno -compramos una camisa Polo al precio de Bs.F 50- y para cerrar con broche de oro el cajero nos notifica que no están emitiendo factura, y “si usted quiere cambiar la prenda simplemente debe traerla: nosotros la reconocemos”, dice.

El socialismo del siglo XXI, a diferencia de los del siglo XX, no priva a los suyos de los blue jeans, zapatos y ropa de marca o imitaciones que satisfagan sus deseos de estar a la moda. El socialismo del siglo XXI se hace del lema: “Garantizaremos tu derecho a adquirir Nike, Adidas, Tommy Hilfiger a precio justo: ¡Abajo el Capitalismo!”.

Publicado por:
http://www.ecosocial21.com/tiendas-del-alba-%C2%BFsocialismo-a-la-moda.html

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