Eddie A. Ramírez 23 de agosto de 2022
El 25
de este mes se cumplen diez años de la explosión en la refinería de petróleo
ubicada en Amuay, que ocasionó la muerte a 42 ciudadanos y en la que resultaron
158 heridos; además, fueron dañadas numerosas viviendas, escuelas y comercios.
Sin duda las operaciones en una refinería tienen un riesgo alto y
esporádicamente ocurren accidentes lamentables. ¿ Este fue fortuito e
impredecible? ¿ Fue por negligencia o por impericia? ¿ Se pudo evitar? ¿Fue un
accidente o un crimen?
Antecedentes
Desde el 2003 al 2012, los medios de comunicación informaron de 79 accidentes graves en Cardón y Amuay (CRP), con 19 trabajadores fallecidos y 67 lesionados, sin contar con el aquí referido. Rafael Ramírez, entonces presidente de Pdvsa y ministro del área petrolera , consignó en su Memoria y Cuenta del 2011 que las refinerías habían tenido recortes de presupuesto, paradas no programadas y problemas operacionales por desfase de los mantenimientos, retraso en la adquisición de repuestos y escasez de personal especializado.
Ese
mismo año 2011, Wills Rangel, presidente de la Federación de Trabajadores
Petroleros e identificado con el oficialismo, declaró: Las
paradas de planta se han pospuesto por falta de repuestos, de previsión y de
planificación. Pdvsa distrajo parte de su personal en lo social y eso retrasó
sus operaciones.
El
informe sobre Amuay y Cardón elaborado por RJG Risk Engineering
para la reaseguradora QBE señaló innumerables fallas en seguridad, sobre todo
por falta de mantenimiento por limitaciones presupuestarias.
La
explosión e incendio
En la
mañana del día de la explosión se detectó olor a gas altamente letal. El personal
de la empresa Puramin, ubicada a un kilómetro de la refinería trabajó hasta
las 11 pm. Poco después de las doce de la noche los medidores
detectaron un alto contenido de gas y se activó el plan de desalojo. El
transporte no pudo acceder a la planta por las restricciones de Pdvsa.
Fallecieron dos vigilantes y tres operadores. Entre ellos Rigoberto Colina,
quien dejó constancia en su celular: nos estamos muriendo
La
explosión ocurrió a la 01:10 am. Es decir que hubo tiempo suficiente para
desalojar al personal de la refinería y a los vecinos cercanos, incluido el
Destacamento 44 de la Guardia Nacional. Lamentablemente, nadie tomó esa
decisión .
La
reacción del oficialismo
Hugo
Chávez, Rafael Ramírez y Jesús Luongo, gerente de la refinería, insistieron en
que el mantenimiento era perfecto. Inicialmente declararon que habían estallado
unos tanques. Poco después, Eulogio Del Pino, Rafael Ramírez y otros voceros
oficialistas mencionaron la idea del sabotaje, a pesar de que esas
instalaciones las custodia la Guardia Nacional y personal de seguridad de la
empresa. Además, a partir del 2003 fueron despedidos todos los trabajadores
considerados no identificados con el oficialismo.
Cabe
destacar las declaraciones por VTV, tres días después de la explosión, de Iván
Hernández, quien estaba jubilado cuando el paro cívico de diciembre del 2002 y,
por ser afecto al gobierno, fue reenganchado para que asumiera la gerencia
general del CRP, cargo que mantuvo hasta marzo 2004.
Hernández
declaró que la fuga indudablemente vino de una brida o de una corrosión en una
línea y se abrió un hueco, puede ser, eso nos ha sucedido. Un año después,
Rafael Ramírez todavía sostenía que fue una falla inducida e intencional,
alguien aflojó un perno en una brida que conecta con la bomba, lo que ocasionó
la fuga.
El 20
de agosto 2013, Wills Rangel declaró en El “Nacional: Hubo fallas
mecánicas y técnicas, pero no humanas. La sirena de alarma fue eliminada
porque se activaba mucho, se va a hacer una revisión para la adquisición de
equipos de seguridad adecuados y ser rígidos en el uso de los implementos. Cabe
preguntar ¿la sirena se activaba por frecuentes escapes de gases o porque
funcionaba mal? En esa misma fecha y diario, Jesús Luongo, intentando salvar su
responsabilidad, declaró: Está comprobado que hubo sabotaje sobre nuestras
instalaciones por sectores de la extrema derecha.
La
investigación
El
Centro de Orientación en Energía (Coener), integrado por los profesionales más
destacados del área, con la participación de instituciones y varias ONG y bajo
la coordinación de nuestro querido compañero Francisco Javier Larrañaga, que en
paz descanse, realizó una investigación consignada en 500 páginas.
Resumimos
algunas conclusiones :1- La explosión fue causada por la ignición de una nube
de gas creada por un escape incontrolado de olefinas (componentes inflamables
producidos en el proceso de refinación), cuya causa más probable fue el colapso
del sello mecánico de una o más de las bombas P-200 A/B/C, ubicadas al pie de
las esferas TK 208 y 209, en el área de almacenamiento del Bloque B23 de la
Refinería Amuay.
2- De
acuerdo a testimonios, se determinó la presencia de gas varias horas antes de
la explosión. Se confirmó una fuga incontrolada de gas aproximadamente a las 12
de la noche del 24 de agosto de 2012. Sin embargo, no se activaron alarmas ni
se tiene conocimiento de acción alguna para llevar a cabo el desalojo de las
áreas adyacentes. Las únicas acciones que se tomaron consistieron en tratar de
bloquear válvulas y equipos en forma manual en el sitio de la fuga,
resultando infructuosas dada las altas concentraciones de gas en el
ambiente.
3-
Inadecuado manejo de la contingencia. Las fallas detectadas en el plan de
evacuación probablemente hayan incidido en el incremento del número de
víctimas.
4- El
costo total estimado de los daños está en el orden de 1.835 millones de US
dólares.
5-
Exigir a Pdvsa y a la Fiscalía General de la Republica la publicación de los
resultados de las investigaciones y las responsabilidades de esta lamentable
tragedia.
La
cifra mencionada no incluye la pérdida por la paralización de la refinería.
Evidentemente, lo ocurrido en Amuay fue un crimen. Pudo evitarse, pero ni
siquiera se han tomado medidas para prevenir otros hechos similares.
Sindicalistas petroleros como Iván Freites, Froilán Barrios, Bodas y
Parisca han hecho constantes denuncias. Descaradamente, el Informe 2012
de Pdvsa omitió el grave suceso.
Como
(había) en botica: Quizá la selección de nuestro candidato por
elección primaria podría no ser suficiente para salir del régimen, pero es lo
que los ciudadanos esperan. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie
A. Ramírez
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