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viernes, 4 de agosto de 2017

Manchados de sangre y fraude, por @PabloPerezOf



Pablo Pérez 03 de agosto de 2017

De nuevo la ambición por el poder y la necesidad que tienen de protegerse con él, prevalece frente a todo un país que reclama un cambio de rumbo en una nación que va camino al despeñadero. Son unos irresponsables que prefieren la muerte de venezolanos, que dejar que la población se exprese en unas reales elecciones libres, universales y secretas.

Más allá de unos resultados que son absolutamente irreales, queda la enorme demostración de rechazo hacia la Constituyente que incluso llevó a un alto porcentaje de los votantes chavistas a abstenerse. Ni siquiera sus seguidores aceptaron la imposición de un grupito que pretende secuestrar la Presidencia.
 
Que casi 90% de los venezolanos se abstuvo de participar es una señal clara que se les acabó el tiempo. Deben irse para que los mejores venezolanos comencemos el proceso de recuperación de la democracia, el rescate de la institucionalidad y la urgente solución de los problemas económicos que han empobrecido a la población a un ritmo vertiginoso.

La Fuerza Armada Nacional fue testigo de excepción de la jornada del 30J. Ellos saben que esas cifras son irreales. Ellos presenciaron la escasa participación de los votantes. Pero por encima de eso, ellos padecen la crisis. En sus casas hay hambre. En los cuarteles no hay comida.

Los militares sólo deben cumplir con su rol. Nadie les está pidiendo que violen la ley o que hagan algo descabellado. Nadie les pide que sean opositores, pero sí que sean institucionales. No puede un ministro de la Defensa venir a descalificar a los jóvenes que luchan por su futuro, alegando que hacen deportes extremos con las protestas y que además les pagan por hacerlo.

El cambio es irreversible y el gobierno sólo alarga la agonía de su modelo que fracasó, mientras castiga con mayor escasez e inflación a un pueblo que perdió su calidad de vida. La ANC sólo les sirve para ganar algunos días en su afán de protegerse de quienes los persiguen internacionalmente por sus acciones.

El pueblo sigue en la calle. Vamos a continuar con nuestra agenda de protestas. Si el Gobierno cree que con inflar un resultado electoral enfriarán la calle, se equivocan. Ojala tengan un momento de sensatez y entiendan que están manchados de sangre y fraude. La voluntad de una mayoría no puede estar secuestrada por una minoría llena de ambiciones.

 
Pablo Pérez

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