Nadie quiere hablar de la realidad planteada para las elecciones de la Asamblea Nacional del próximo 26 de Septiembre, el número máximo probable de Diputados que puede obtener la oposición es de 40 Diputados, a menos que cambiemos las cosas.
Estos resultados lo proyectan al menos 2 organizaciones civiles que se especializan en el área electoral, ambas con clara tendencia opositora, no las nombramos por cuanto no estamos autorizados para ello, pues fue información obtenida en reuniones pequeñas, donde estas organizaciones admiten esta realidad y nos comentan que prácticamente existe una prohibición de dar a conocer estos números.
El método para llegar a estos valores está basado en los resultados electorales de los pasados 4 eventos electorales, por Estado, por Centro de Votación y por cada Mesa Electoral. Nos explicaban que, si los circuitos electorales se hubieran mantenido similares a los establecidos para las elecciones del 2004 a la Asamblea, el número de Diputados que pudieran obtener tanto oposición como oficialismo sería prácticamente paritario, es decir se pudieran obtener entre 80 y 90 Diputados, pero con el reacomodo estratégico realizado por los rojos rojitos del CNE, la oposición pudiera perder la mitad de los posibles Diputados a elegir.
El otro factor que nadie se atreve a comentar abierta y públicamente es que para el último proceso electoral del 15 de Febrero de 2009, hablamos del referendo para la Enmienda Constitucional que permite la reelección indefinida para cargos públicos, el 40% de las Mesas Electorales a nivel nacional no contaron con testigos de la oposición, situación muy grave pues si en una Mesa no aparecen los testigos la posibilidad de fraude es altísima. En la mal llamada cuarta República todos decíamos acta mata voto y esa era una realidad, ahora en la quinta República podemos afirmar que la falta de testigos mata resultados y esa es otra realidad.
Los procesos electorales pasados han demostrado una y otra vez que las organizaciones políticas opositoras son débiles, pequeñas, desorganizadas y con muy pocos recursos financieros para garantizar la maquinaria electoral capaz de salvaguardar la cosecha de votos de sus afectos, la única organización que si tiene maquinaria, gente y recursos financieros es el PSUV, esa es otra realidad que debemos entender y aceptar.
¿Qué hacer ante este escenario?, en una de las reuniones sostenidas los interlocutores nos hablaban de tres sectores sobre los cuales se debería definir la táctica electoral, el primer sector es el de la militancia partidista sobre cuyos hombros recae la primaria responsabilidad de la campaña electoral y de llevar a feliz término el resultado, pero como dijimos este sector de la población está muy disminuido, es decir es muy poca gente. El segundo sector muy importante es el del movimiento estudiantil, sector no demasiado numeroso pero muy bien organizado y combativo, que van a dar al máximo de sus posibilidades, pero que también es pequeño comparado con la magnitud del reto que tenemos por delante.
El tercer sector, definitivamente el más importante es el de los excluidos, nos referimos a los 3,5 millones de firmantes del referendo revocatorio del 2004, estamos hablando de los incluidos en la Lista Tascón y posteriormente mucho más refinada en la Lista Maisanta, estos ciudadanos que tienen vetado su ingreso a cualquier cargo público del gobierno central, de las gobernaciones y alcaldías oficialistas, que no pueden contratar ningún trabajo con los rojos, que no pueden pedir un préstamo a un banco estatal, somos el ejercito constitucional que necesita el movimiento democrático. Este sector de los excluidos quedó completamente desactivado después del Revocatorio del 2004, cada quien se fue para su casa, se olvido de la política, otros emigraron, la minoría afortunadamente y pasaron la página.
Hacia ellos queremos dedicar nuestro mensaje, es necesaria su participación y activación, por primera vez los números nos indican que existe una posibilidad real de cambiar las cosas, por primera vez la crisis política, económica y social afecta a cada ciudadano de este país, por primera vez en los últimos 11 años el gobierno rojo va retrocediendo en las encuestas, por primera vez la mayoría de la población reconoce como responsable del desastre al Presidente Hugo Chavéz.
El resultado electoral del 26 de Septiembre dependerá de la incorporación y participación ciudadana de manera masiva, dependerá de la capacidad que tengamos de lograr la unidad y la alianza perfecta, dependerá de los nombres de los hombres y mujeres que resulten del proceso unitario, dependerá del contenido programático y de las propuestas que desarrollen nuestros candidatos y por supuesto dependerá que podamos tener al menos dos testigos de la Alianza Democrática en cada Mesa Electoral a todo lo largo y ancho del país.
Editorial del Equipo Productor
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