Por Alberto Lovera
A la memoria de mi madre, Irma
De Sola Ricardo, de la generación de las sufragistas
Hay que luchar en todos los
tableros, ninguno puede dejarse abandonado, complicándole el accionar a
nuestros adversarios que pretenden perpetuarse en el poder a cualquier precio.
Lo hemos repetido una y otra
vez: en esta lucha compleja por la restitución de la democracia hay que caminar
con los dos pies. No hay fórmulas mágicas ni desenlaces sencillos.
El régimen ha trabajado
insistentemente por desalentar el derecho al voto universal, directo y secreto,
una conquista que ha significado una larga lucha del pueblo venezolano durante
décadas en la cual no hay que desfallecer.
Le temen a las elecciones
libres como a la peste porque se saben en minoría. Tratan de evadirlas mediante
todo tipo de subterfugios, como el que acaban de aplicar en la asamblea
constituyente fraudulenta, en la que tuvieron que apelar al fraude para simular
los votos que no tienen.
La MUD ha decidido
acertadamente inscribir candidatos a unas eventuales elecciones regionales a
las cuales el régimen intentó contar con su ausencia para quedarse solo, único
escenario donde podía mostrar un resultado favorable. Le mataron el gallo en la
mano, retándolo a que se cuente en unas elecciones competitivas.
Si va a haber elecciones
regionales eso está por verse. Lo cierto es que la MUD le ha deshecho a la
cúpula gobernante su intención de quedarse sin competidores, el único escenario
donde podía simular que respeta las reglas de la democracia.
Esta iniciativa política de la
MUD de mostrar su voluntad de apelar al soberano para dirimir la crisis
sociopolítica, debe estar acompañada con la continuación de la rebelión popular
contra la ruptura del hilo constitucional.
La presión de la gente para
que haya un desenlace democrático, pacífico, constitucional y electoral de la
crisis venezolana necesita mucha presión de masas. Persistir en la presión de
calle es necesario, pero no basta. Hay que seguir generando iniciativas
políticas nacionales e internacionales para obligar a un desenlace de
elecciones y negociaciones, el único a disposición de las fuerzas democráticas.
Estemos preparados para
enfrentar toda la suerte de triquiñuelas que ya ha desatado el régimen para
impedir unas elecciones libres y sigamos desarrollando la lucha con la carta de
ruta ya definida, que debe perfeccionarse con un gran frente nacional en
defensa de la Constitución, que ya ha dado sus primeros pasos para reunir a
todos los demócratas de diferente signo político.
La cúpula en el poder está en
su operación de desaliento y represión a las fuerzas democráticas, sigamos
caminando con los dos pies en los diferentes escenarios de la lucha democrática
hasta que no les quede otra opción que someterse al veredicto electoral, porque
no podemos renunciar a un derecho que es producto de muchas luchas: el voto
universal, directo y secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico