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lunes, 11 de julio de 2011

Ley de Conserjes: otra estrategia del gobierno para fomentar la confrontación social, (1era Parte)


Editorial del Equipo Productor

“Conscientes de que…los trabajadores…constituyen una expresión viviente de la miseria estructural que aun vive nuestro pueblo, sin vivienda, sin empleo, y … sometidos a condiciones inhumanas propias de formas contemporáneas de esclavitud que hoy ejerce el capital sobre el trabajo. …trabajadores que por sólo contar con su fuerza de trabajo como mercancía; para sobrevivir, han tenido que aceptar muchas veces, sin alternativa, las humillaciones a que son sometidas y sometidos por el acceso a una vivienda y a un empleo, siendo que el sistema patriarcal de valores que constituye la sociedad capitalista desconoce el valor del trabajo doméstico, fundamentalmente de la mujer, y por ello establece relaciones de dominación en todos los órdenes de la vida de estos trabajadores …., mujeres en su mayoría, adultos …mayores, familias sometidas a maltratos, humillaciones y limitaciones.”

El anterior párrafo no es parte de una declaración del movimiento obrero de principios del siglo pasado cuando las condiciones generales de trabajo de los obreros eran casi infrahumanas. Tampoco es parte de una declaración reivindicativa de los trabajadores negros sudafricanos que, luego del fin del ominoso régimen del Apartheid, buscaran dar a conocer al mundo los malos tratos y abusos a los que fueron sometidos por tantas décadas.

No, este párrafo fue extraído del preámbulo de la “Ley Especial para la Dignificación de Trabajadoras y Trabajadores Residenciales”, aprobada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en el marco de la Ley Habilitante, que le fuera aprobada por la pasada Asamblea Nacional en Diciembre del 2010.

El preámbulo de dicha Ley habla muy mal de la sociedad venezolana, pues da a entender que la situación generalizada de los conserjes en nuestro país, era el de neo-esclavos, sometidos a jornadas de trabajo de más de 15 horas, a los que se les humillaba y maltrataba junto a todo su núcleo familiar, y por los que no había, ni por parte de la Administración, ni por parte de la Junta de Condominio, ni por el de ninguno de los residentes de los edificios, la más mínima consideración o reconocimiento.

Es justo decir que seguramente se habrán dado casos en los que los conserjes fueran sometidos a malos tratos y abusos, pero insinuar que esas excepciones sean o fueran la norma, constituye una verdadera afrenta contra el gentilicio del venezolano.

Si tomamos como base los resultados del censo del 2001, en el Distrito Capital el 47,2% de las 454.238 viviendas registradas, son apartamentos o anexos a quintas, según el mismo censo, el promedio de habitantes por hogar era de 4,1 persona, es decir, estamos hablando de que, solo en el Distrito Capital, más de 1,8 millones de persona fueron participes de abusos y prácticas esclavistas. Esto, a todas luces refleja la falacia en la que se sustentan las afirmaciones del preámbulo de la referida ley, que pretende generalizar situaciones y prácticas que, si se presentaron, constituían hechos aislados.

Lo que no menciona la ley, en ninguna de sus partes, es que la profesión de conserjes ha constituido un medio para que muchas familias mejoren su estatus socioeconómico, pues es una de las mejores pagadas a nivel de personas sin formación calificada, pues, a demás del sueldo mínimo y los beneficios de ley, reciben, sin costo alguno, la asignación de una residencia para él y su núcleo familiar, el pago de todos los servicios básicos (agua, gas, electricidad, teléfono fijo), y el servicio de TV Cable.

Además, esta profesión da al núcleo familiar del conserje la posibilidad de conseguir ingresos adicionales mediante la realización de trabajos de mantenimiento menor a los apartamentos del edificio, o prestando otros servicios a los vecinos (taxi, costura, etc.), todo sin salir de su área de residencia, lo que representa de por sí un gran ahorro en tiempo y desgaste físico, pues el trabajador no necesita trasladarse a su sitio de trabajo.

Por otra parte, se debe reconocer, que este tipo de trabajo, ha permitido que muchas familias puedan levantarse en entornos mucho más favorables, a nivel social y cultural, que al que podrían acceder con los ingresos de un sueldo mínimo. Es decir, el trabajo de conserje representa un medio para lograr la llamada movilidad social.

En la segunda parte de este artículo revisaremos alguno de los aspectos más relevantes de esta ley.

Ir a Ley de Conserjes segunda parte

3 comentarios:

  1. Es muy común el mal trato a los conserjes lo digo por experiencia propia mi padre tiene 21 años de conserje en un Edf comercial y residencial de san cristobal tachira
    y ha sido tratado junto con nosotros sin consideracion y mucho desprecio ha tenido que acudir a las autoridades para que hagan valer sus derechos

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  2. es increible el titulo de este articulo, con el humillan mas a las y los trabajadores residenciales, creen que no son capaces si de limpiar y obedecer ordenes, pues dejenme decirle que dentro de ese gramio hay mucha gente capaces de hacer mucho,ellos mismos diseñaron e hicieron sus estudios para elaborar esta ley, desde hace mas de cuatro años se estan reuniendo para hecer una ley y mucho mas, ellos hicieron los articulados, y fueron plasmados en el papel asesorados por estudiantes de estudios juridicos de la universidad bolivariana,de eso puede hablar la periodista ozuna, ella una vez escribio para el diario ultimas noticias , y comento que los conserjes se reunian el la UBV y que el gobierno le pagaba 50 Bs para aquel entonces y les daban un celular, que cosa mas idiota pues alli se reunian mas de 150 personas pero, era para esto y por luchar par aconseguir una vivienda. y cuando una pwersona reclama susu derechos no tiene que haber confrontacion, es ñpor eso que chavez tiene mucha gente porque el que tiene solo , piensa en el y el pobre que se friege sinio zse cambia esa mentalidad estamos mal mpor siempre

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  3. El conserje es un oficio, todo oficio es digno y dignifica, siempre que sea honesto. Las valoraciones que se le den provienen del desprecio al oficio. Es como ser zapatero o plomero o cualquier otro, todos dignos para ganarse la vida.
    Lo cuestionable de esta ley es que no se elabora de acuerdo entre todos los involucrados por lo que solo mira a una de las partes.

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