Por Vanessa Davies
Aunque Nueva Visión para mi
País aboga por elecciones presidenciales y no por parlamentarias, considera que
un escenario de comicios generales puede propiciar una salida pacífica
Las iglesias deben sentarse
en una isla caribeña llamada Barbados, junto con dirigentes políticos del
chavismo y de la oposición, para ayudar a destrancar la partida. Este es el
planteamiento de Elio Herrera, secretario general del partido Nueva Visión para
mi País (NUVIPA). En conversación con Contrapunto, Herrera afirma que si cada
vez hay más cristianos en Venezuela, esos cristianos deben ser escuchados. Pero
no solo ellos.
-Ustedes abogan por un
acuerdo nacional. ¿Para qué?
-Para superar la crisis,
para que nos pongamos de acuerdo en cómo buscar la gobernabilidad nuevamente,
cómo integrar y hacer que se sientan representados todos los sectores del país,
más allá de los temas partidistas y político-ideológicos. Es un tema de
ciudadanía y de los venezolanos.
–Pero hay una conflictividad
política real.
-Hay que abordarla desde esa
óptica. El problema es político; el problema es que entre lo político y lo
partidista se generan los intereses y la conflictividad. Esto debe ser resuelto
por la vía política, pero debe haber sindéresis, sentido común, desprendimiento
de intereses políticos, partidistas, económicos e ideológicos para enarbolar el
interés superior.
-¿Cuál es?
-Es el bienestar de la nación,
reactivar el aparato productivo y las potencialidades. Tenemos un país rico en
recursos naturales, pero pobre por la administración que se ha llevado, y esa
incoherencia hay que subsanarla con el acuerdo y el entendimiento. Ese acuerdo
debe ser distinto de lo que se ha hecho hasta ahora, porque no ha traído una
solución.
-¿Qué cosas cambiaría de los
acuerdos que no funcionaron?
-Hay que pasar por una
revisión de actores, de metodologías, de discursos incluso. No puede seguirse
creando una expectativa más allá de lo alcanzable, porque vienen la
desesperanza y la decepción.
-¿Qué actores?
-Que cuenten con la
credibilidad, uno de los aspectos totalmente pisoteados. Eso hay que
recuperarlo. Hay actores buenos, de diversos sectores del país, que tiene trayectoria
y honorabilidad. El acuerdo no debe ser solo con los políticos tradicionales,
debe haber mayor amplitud de parte y parte.
Todas las iglesias
-¿Quiénes se incorporarían?
-Hay partidos. Se habla de
un famoso G4. Cúpulas de la oposición y de la PSUV y algunas cúpulas que se
fusionan en una sola. Hay caretas visibles públicamente, pero son más de lo
mismo. Los causantes del problema no pueden ser constructores d ella solución.
-¿Aboga por actores
diferentes?
-Sin que ello implique una
satanización de los actores ya preexistentes.
-Hay una negociación en
Barbados. ¿Están todos?
-Es importante, se aplauden
los esfuerzos, pero hay muchísimos elemento del país que no están plenamente
representados.
-¿Quién debe ir?
-Los que están son cuatro o
cinco personas por cada sector. Es difícil que un país entero, con la
diversidad de pensamientos y de posiciones, se vea representado en solo cinco o
seis personas. Deben ser más sectores, o por lo menos debe haber un consenso
previo para que esos sectores deleguen en determinadas personas su
representación. Más allá de nosotros hablo de la iglesia cristiana, que no está
representada en esa mesa, y nosotros como partido de base y fundamentos
cristianos abogamos por este sector, que no es minoritario, sino que cada vez
crece más. En la actualidad estimamos que somos cerca de 7 millones de
venezolanos cristianos.
-¿La iglesia cristiana
debería estar en Barbados?
-La iglesia cristiana
debería estar en Barbados conjuntamente con la católica y otros sectores.
-¿Qué aportaría?
-Transparencia, confianza,
credibilidad. Una trayectoria que, por años, ha sido pública con su trabajo
social, la asistencia y ayuda integral a las personas más vulnerables, su
discurso de paz y reconciliación.
-¿La polarización afectó a
la iglesia cristiana?
-Hay algunos sectores que
son minoritarios que apoyan un sistema que ha traído hambre y miseria, y que en
nuestro punto de vista es incomprensible que alguien que habla de la vida avala
un sistema que trae muerte.
-¿Cómo va una iglesia
cristiana polarizada a Barbados?
-Hablo de un sector. Igual
que hay disidencia en el PSUV, hay actores cristianos que podían tener alguna
simpatía, es libre, es muestra de un estado democrático. Lo que no se puede es
ocultar una verdad palpable que afecta a millones de venezolanos. Ya existen
evidencias claras, nacionales e internacionales,. Como el informe Bachelet. Uno
sale a la calle y ve gente comiendo basura, deterioro de la institucionalidad.
Somos víctimas de la corrupción, y es algo que debemos abordar, buscar
soluciones. Es algo que nos atañe.
-¿Sería para darle el peso a
lo social?
-Para destrancar el juego.
Hablo de las iglesias. Estudios de la UCAB muestran que la iglesia tiene
credibilidad, es un actor fundamental. Vemos ese fenómeno los días de culto. En
la sociedad hay un vacío espiritual que está siendo llenado por la fe. La
iglesia (judíos, cristianos, católicos) puede ser un punto de equilibrio para
destrancar el juego y para que sea garante de que se cumpla lo que se acuerde
en la mesa en Barbados.
-¿Qué hay que revisar en la
metodología?
-La forma como se hacen las
cosas. No se puede decir algo que el resultado sea lo opuesto. Hace falta
hablar con transparencia; debe haber reuniones secretas, el acuerdo se
construye en privado, pero no es menos cierto que se no se puede negar que se
hace cuando se está haciendo. Es sano, es un ejercicio democrático, la
herramienta principal de la democracia. No puede ser concertado entre pocos
actores, ni algo inviable. Pero debe haber una delegación de representantes por
parte de sectores excluidos para que alguien represente sus intereses.
-¿Qué revisar en los
discursos?
-El discurso debe ser
coherente y sincero, y alejado del cálculo político.
-¿Ustedes apuestan por
Barbados?
-No queremos ser pájaros de
mal agüero. Queremos que los esfuerzos que se están concentrando en Barbados
den resultados. Pero pareciera que no hay voluntad real para llegar a un
acuerdo, porque lo contrastamos con declaraciones de voceros oficialistas y
sigue el lenguaje bélico, amenazante, que lo que hace es destruir los esfuerzos
que se hacen en la mesa.
-¿Si fracasa Barbados?
-Tenemos que seguir
intentando, en otro escenario. No podemos claudicar. Caerse está permitido,
levantarse es obligatorio. La paz es el camino. Hay un sistema engañoso,
perverso, que tiene recursos y armas, y nosotros no, pero si Gandhi sin balas
logro lo que logró, ¿por qué nosotros no podemos enfocarnos en buscar la paz y
el acuerdo nacional? Veamos ese gran acuerdo nacional como el costo que tiene
la libertad, y no como el precio que hay que pagar por venderse a unos
intereses.
Elecciones generales para
negociar
-En el escenario electoral,
¿qué ve NUVIPA?
-Las elecciones son el
método por excelencia para resolver un conflicto, es nuestra herramienta y
principal recurso. Abogamos pro unas elecciones generales. Como Nuvipa creemos
que debe haber elecciones generales de todos los cargos de elección popular, y
damos fuerza a la elección presidencial, porque ella representa la máxima
autoridad. El nivel de conflictividad está en Miraflores. Mantenemos la postura
de que sean elecciones generales. La presidencial del 20 de mayo de 2018 es
rechazada por la comunidad nacional y la internacional, incluyendo aspectos
técnicos como la denuncia de Smartmatic. Que la legitimidad de un presidente
esté tan cuestionada como la de Nicolás Maduro hace poner como prioridad la
elección presidencial.
-Pero el Ejecutivo dice que
no.
-Va a decir que no, pero
entonces tenemos la negociación, los acuerdos. La intención es desarticular el único
poder legítimo que es la AN. Estamos en un estado caótico.
-¿Mantiene entonces las
propuesta de elecciones generales?
-Sí. Y apostamos para que
sea esa vida por excelencia que sea el inicio de una transición hacia una
verdadera democracia.
-¿Cómo se resuelve el caos?
-Con el chavismo en la
oposición habría una oposición armada y organizada. Creo que el entendimiento
nacional debe llevar a la integración de diversos actores que están
descontentos con la gestión de Maduro, y eso es muy amplio: chavistas, los que
estuvieron en la administración pública. Hay muchos funcionarios en total
desacuerdo con lo que vive el país, pero por razones coercitivas se ven
impedidos de expresarse libremente, y los que lo hacen ya sabemos cómo
terminan: persecución, allanamientos.
-¿Para un gobierno de
transición?
-Hay que pasar por un
gobierno de transición, pero en algún momento debe darse un cambio de sistema.
Podemos tener un buen gerente, pero sin un cambio de sistema que pase a
desmontar lo que se ha destruido en 20 años va a ser difícil que tengamos
resultados distintos. Por ejemplo, en lo educativo, cuando se atenta contra la
formación de los más jóvenes van a ver como normal lo que ocurre hoy día.
Tenemos una sociedad que está tergiversada, lo bueno es malo y lo malo es
bueno, producto de un proyecto sistemático que se ha instaurado, y ahora hay
que hay revertir las secuelas.
02-08-19
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