Yeny García y Paula Díaz 09 de junio de 2024
Las
limitaciones al asilo a migrantes irregulares no significan un cierre total de
la frontera sur de EEUU, abierta a quienes usen las vías legales para migrar,
dijo a la VOA un funcionario de la administración Biden, que insistió en la
diferencia de estas medidas con las tomadas por Donald Trump.
Las
nuevas restricciones al asilo para migrantes irregulares activadas este
miércoles por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no significan el
"cierre de la vida legítima de la frontera" con México, a la que
tendrán acceso quienes utilicen las vías legales para emigrar, dijo a la Voz
de América un alto funcionario de la administración.
Desde
la medianoche de este 5 de junio, todo migrante que intente cruzar
irregularmente la frontera queda descalificado para un proceso de asilo y puede
ser removido del territorio estadounidense de manera expedita, según una orden
ejecutiva firmada y anunciada el martes por Biden.
Aunque en la práctica la medida cierra el acceso a quienes intenten cruzar de manera irregular, con escasas excepciones, el asistente principal de Comunicaciones del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, Luis Miranda, asegura que "no es un cierre de la vida legítima de la frontera".
"Lo
que es, es una restricción y limitación sobre el acceso al asilo",
especificó Miranda a la VOA.
"Las
personas que cruzan ilegalmente quedan inelegibles automáticamente",
insistió Miranda, quien además confirmó que quienes programen una cita para
comparecer en un puerto de entrada a través de la aplicación CBP One, "no
se verán afectados por esta norma", que tampoco aplica a residentes
permanentes o personas con visados, quienes pueden entrar y salir de EEUU
legalmente.
La
Administración Biden defiende estas limitaciones como un beneficio para quienes
"tienen reclamos legítimos de protección" y se les "hace más
difícil el acceso debido a que hay tantas personas sin reclamos legítimos que
también están congestionando el sistema".
La
prohibición de asilo a migrantes irregulares en frontera tiene como excepción a
un pequeño grupo que incluye a menores no acompañados, personas con grave
amenaza de salud o seguridad y víctimas de trata.
Consecuencias
aún cuando terminen las restricciones
Las
nuevas medidas fueron decretadas por el presidente Biden en uso de sus
facultades ejecutivas, tras el
rechazo de una propuesta migratoria bipartidista en el Senado.
En
medio de un año electoral, donde la inmigración es un tema de relevancia para
los votantes, esta es una vía para frenar un repunte en las llegadas a una
"abrumada" frontera, insistió el mandatario, que busca la reelección
el próximo noviembre.
Las
restricciones son temporales y servirán para controlar los cruces irregulares
cuando el promedio semanal supere los 2.500 diarios, una cifra que actualmente
"está más o menos en los 4.000 diarios durante el último mes, mes y medio,
y eso significa que (la orden) entró en vigor a partir de la media noche de anoche",
indicó Miranda.
Esta
medida dejará de estar activa cuando los arrestos caigan por debajo de 1.500
por día, aunque esto no quiere decir que se relajarán las acciones
gubernamentales contra la inmigración irregular.
"Aún
cuando se reduzcan a 1.500 o menos por ese promedio semanal, es importante que
la gente sepa que igual hay consecuencias bajo la ley por cruzar ilegalmente,
cuando estén bajo esos cruces y las consecuencias siguen incluyendo la
deportación. La diferencia es que en este momento, automáticamente, ese cruce
ilegal resulta en ser inelegibles para el asilo", advirtió el funcionario.
"Gran
diferencia" con el gobierno de Donald Trump
El
anuncio de la restricción al asilo fue recibida con críticas por parte de
organizaciones pro inmigrantes, demócratas y republicanos por igual.
Para
los legisladores y políticos del Partido Republicano, en su gran mayoría a
favor de leyes de "mano dura" contra la inmigración, las nuevas
medidas de Biden no son suficientes.
Por
otro lado, activistas y el ala más liberal del partido del presidente
demócrata, consideran que violan los derechos de los migrantes. Muchos señalan
que Biden se apoyó en la misma disposición legal que se basó Trump para imponer
su política de “tolerancia cero” con los cruces irregulares y la prohibición de
viajes a ciudadanos de siete naciones predominantemente musulmanas, revertidas
por el actual mandatario cuando asumió en 2017.
La
Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU en inglés) dijo el martes que
tiene la intención de demandar, como ya hizo exitosamente junto a otros grupos
contra las prohibiciones de asilo similares emitidas por el expresidente Trump.
Sin
embargo, la Administración Biden rechaza estas comparaciones. "Desde que
entró en gobierno esta administración, hemos hecho lo posible por acabar con
políticas crueles y que no son efectivas", insistió el asistente principal
de Comunicaciones del Departamento de Seguridad Nacional.
"La
gran diferencia entre lo que se hizo en el gobierno previo y ahora, es que
hemos mantenido el acceso a procesos y protección bajo el asilo y otras
obligaciones internacionales, porque tenemos las citas que existen a través de
la aplicación CBP One para presentarse en un puerto de entrada", explicó
Miranda, que además mencionó los programas de parole humanitario para cubanos,
haitianos, nicaragüenses y venezolanos impulsados por Biden.
El
funcionario también recordó que el actual gobierno ha expandido y modernizado y
ampliado los procesos de reunificación familiar y establecido centros de procesamiento en Colombia, Costa
Rica, Ecuador y Guatemala bajo la Iniciativa de Movilidad Segura.
"La
diferencia es que hay un acceso verdadero, muchas opciones distintas para
personas que necesitan protección, hace que estas acciones sean muy distintas a
lo que se vio previamente, donde se buscaba cerrar por completo el
sistema", remarcó Miranda.
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