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lunes, 16 de noviembre de 2009

La clase media..., la clase cómoda


Impávido veo televisión, oigo algún que otro programa de radio de opinión, y los domingos compro la prensa, que a veces ni siquiera leo en profundidad, normalmente los titulares, el resto del tiempo: el trabajo (gran parte), las obligaciones familiares con los problemas incluidos, sacar las cuentas para hacer rendir el dinero, y cuando puedo me escapo el fin de semana a la playa, paseos a montañas, una visita al cine para ver alguna película en cartelera, de esas que los yanquis nos mandan para entretenernos.

En las reuniones familiares, sociales o fiestas, el tema obligado: la política, los escuálidos, el chavismo con ó sin Chávez, la economía en descenso, todos tenemos opinión, todos estamos enterados de los últimos desmanes del gobierno, de los desafueros del Presidente, la posible guerrita con Colombia, el imperialismo yanquis, y alguno que otro grita “gringo… go home”.

Así se nos pasa la vida, así han transcurrido 10 años, casi 11 en un par de meses, criticamos al gobierno, a la oposición, a los ni-ni (aunque nadie sabe exactamente qué significa eso), la posibilidad de romper las amarras y emigrar a otro país, esa es nuestra clase media en términos generales, con muy honrosas excepciones por supuesto.

Cuando algún vecino nos invita a alguna reunión política, aparece el miedo, la desesperanza, ¿será que me están invitando a confabular?, ¿a crear una célula para tumbar el gobierno?, las respuestas siempre las mismas: estoy muy ocupado, el trabajo me quita mucho tiempo, llegó muy cansado, el tráfico, yo no soy político, tengo cosas más interesantes que hacer, ¿Qué podemos hacer nosotros?, los políticos corruptos que se ocupen, ó simplemente tengo a mi mama muy enfermita y no puedo asistir. Todas excusas válidas, no lo pongo en duda, pero y entonces.. ¿le terminamos de entregar el país al oficialismo?.

La clase media conformada por profesionales universitarios, pequeños empresarios, comerciantes medianos y pequeños, técnicos en múltiples áreas, simplemente no aparecen, parece que no entienden que la “Política es el arte de lo posible en las relaciones humanas, sociales y económicas de una sociedad”, sino pregúntenle a Hugo Chávez, con todos sus desaciertos, desmanes y algún que otro acierto.

Esa clase media que está negada a participar activamente en política, que se conforma con asistir a una marcha de vez en cuando, es el mayor y mejor ejercito con que cuenta nuestro país para avanzar en el camino del desarrollo, de la modernidad, de la mejora en la calidad de vida de todos, es un gigante dormido, que si despertara no hubiera régimen que la pudiera parar, pudiera ser el fiel de la balanza para pasar del país actual a una propuesta inclusiva, tolerante, democrática, justa y con gran responsabilidad social, 10 años no han pasado en vano… ¡O sí!

Ese es el reto que le lanzamos a la clase media, imprescindible que deje de ser cómoda y se convierta en el motor que impulse los cambios que todos anhelamos. Debemos construir un proyecto alternativo de país, pero eso no se logra en tu casa viendo TV, eso se logra en la calle, participando activamente. Gracias a Dios que el chavismo es ineficiente, corrupto, politiquero y autodestructor, eso nos da una oportunidad de oro para aprovechar el descontento popular y salir por la vía constitucional de esta pesadilla, no dejemos pasar esta oportunidad, después será peor.

Editorial del Equipo Productor

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