Andrés Oppenheimer 11 de abril de 2021
Muchos
de nosotros sospechábamos desde hace tiempo que varios gobiernos
latinoamericanos han creado “ejércitos de tuiteros” para difamar a sus
adversarios, pero algunos escándalos recientes en Venezuela y México parecen demostrarlo
con lujo de detalles…”.
§ Twitter
suspende miles de cuentas en África pagadas para manipular a favor de Álex Saab
Según una investigación, también hubo influenciadores pagados para que
publicaran mensajes a favor del testaferro de Maduro.
§ En
Venezuela, la dictadura de Maduro no solo está pagando a la gente un bono por
escribir o re-tuitear mensajes progubernamentales, sino que lo hace
abiertamente, según un nuevo estudio del Laboratorio de Investigación Forense
Digital (DFR-Lab) del Atlantic Council, un centro de estudios en Washington
D.C.
El
informe, titulado “Autocracia digital: el control de Maduro del entorno de
información en Venezuela”, dice que el régimen venezolano paga el equivalente a
un salario mínimo a las personas que amplifican mensajes pro-gubernamentales al
menos 400 veces al día.
“El
régimen de Maduro ha implementado un amplio aparato de manipulación que va
desde medidas represivas como la censura, el cierre de Internet y el
silenciamiento de los críticos, hasta la propaganda ‘positiva’” como las
publicaciones en Twitter “realizadas por ciudadanos pagados”, dice el informe.
Daniel
Suárez Pérez, coautor del informe, me lo dijo en una entrevista telefónica
desde Bogotá, Colombia que “hay muchos gobiernos que intentan influir en las redes
sociales, pero Venezuela es el que lo hace más abiertamente”. Añadió que “se
pueden encontrar instrucciones en las propias redes sociales del gobierno sobre
cómo ganar dinero” re-titeando mensajes a favor de Maduro.
El
Ministerio de Comunicación e Información del régimen venezolano, conocido por
sus siglas MIPPCI, anuncia casi a diario en su cuenta de twitter la “etiqueta
del día” a su ejército de tuiteros, dice el informe. Los tuiteros pagos por el
gobierno luego escriben o re-tuitean mensajes usando la etiqueta recomendada.
Para
recibir su pago, primero deben registrar sus cuentas de Twitter en una
aplicación del gobierno vinculada al “Carnet de la Patria”, la identificación
que usa el gobierno para pagar a los beneficiarios de sus planes sociales. A
menudo, los tuiteros publican con orgullo los recibos del gobierno, mostrando
cuánto dinero han ganado con sus tweets.
Un
ejemplo publicado en una cuenta progubernamental de Telegram el 19 de enero
muestra una “tabla de logros semanal” con un primer puesto de $384,000
bolívares, el equivalente a 22 centavos de dólar. Por poco que parezca, se
trata de un salario mínimo semanal en el país, uno de los más pobres de América
Latina.
En
México, la agencia de noticias estatal Notimex ha sido acusada de crear cuentas
en las redes sociales para atacar a los críticos del gobierno. La operación fue
orquestada directamente por la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, según
un estudio realizado por el grupo de defensa de la libertad de prensa Artículo
19 y la universidad ITESO en Guadalajara.
Diez
testigos le dijeron al Artículo 19 que los ejecutivos de Notimex ordenaban a
los periodistas de la agencia crear cuentas falsas de Twitter y publicar
mensajes contra los críticos del gobierno.
El
informe anual del Departamento de Estados sobre los Derechos Humanos, publicado
el 30 de marzo, se refiere al caso Notimex y dice que los periodistas “que
hicieron preguntas difíciles al presidente” luego recibieron “ataques a través
de Twitter”.
Sorprendentemente,
en lugar de despedir inmediatamente a la directora de Notimex, el presidente
mexicano Andrés Manuel López Obrador la ha apoyado.
Un día
después de la publicación del informe del Departamento de Estado, López Obrador
dijo que Martínez “merece todo nuestro respeto y es una buena periodista”, y
arremetió contra sus acusadores.
En los
últimos años, también se ha reportado que el ex presidente de Ecuador, Rafael
Correa, y la ex presidenta y actual vicepresidenta de Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner, también orquestaban redes en Twitter para hostigar a sus
críticos.
Tal
vez sea poco lo que podamos hacer con respecto a Venezuela, porque es una
dictadura que está siguiendo los pasos de Cuba para suprimir totalmente la
libertad de expresión.
Pero
en el caso de México y otros países que se jactan de defender las libertades
fundamentales, los ejércitos de tuiteros pro-gubernamentales deben ser
denunciados por lo que son: ataques abiertos contra la libertad de expresión.
Andrés
Oppenheimer
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