Gerardo Lissardy BBC Mundo, Río de Janeiro
Martes, 6 de diciembre de 2011
A pesar del enfriamiento en su economía, Brasil crecerá en 2011 más que economías desarrolladas de Europa
Brasil paró de crecer en el tercer trimestre de este año, lo que según expertos confirma una fuerte desaceleración de la mayor economía latinoamericana que tendrá consecuencias en la región.
El Producto Interno Bruto (PIB) del país registró una variación de 0% entre julio y septiembre en relación a los tres meses anteriores, informó este martes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Las cifras divulgadas sugieren que Brasil está sintiendo los efectos de la crisis en Europa, el menor impulso de la economía mundial pero también una sorpresiva disminución en el consumo de su propia población.
"La economía brasileña mostró una desaceleración más fuerte de lo imaginado", dijo Alessandra Ribeiro, economista de la consultora Tendéncias, con sede en Sao Paulo. "La contaminación (por la crisis externa) ya existe".
Debido a que Brasil desarrolló en los últimos tiempos lazos económicos y comerciales con otros países latinoamericanos, los especialistas creen que este frenazo de su economía tendrá efectos regionales.
"Para los países con los cuales Brasil tiene comercio, significa una economía menos dinámica, consecuentemente importando menos", señaló Ribeiro a BBC Mundo.
"Y significa que los países que exportan a Brasil van a exportar menos", agregó. "Es una noticia mala también en términos de crecimiento para esos países, porque exportando menos a Brasil crecen menos también".
"Inalcanzable"
La expansión del PIB brasileño en el tercer trimestre fue de 2,1% en comparación con el mismo período del año pasado, de acuerdo a los datos del IBGE.
Al comentar estos datos, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, admitió que la proyección oficial de crecimiento de 3,8% en 2011 es "inalcanzable" y volvió a rebajarla para en torno a 3,2%. Hasta fin de agosto las previsiones oficiales eran de un crecimiento de 4,5% este año.
Sin embargo, Mantega aseguró que las autoridades tienen "la situación bajo control, a diferencia de otros países" y sostuvo que la desaceleración de la economía brasileña es un fenómeno "pasajero".
Para 2012, indicó, el crecimiento de Brasil será entre 4% y 5%, pero analistas independientes creen que será menor: entre 3% y 3,5%.
Los especialistas esperan además que Brasil logre en todo 2011 un crecimiento en torno a 3%, bastante por debajo de su expansión superior a 7% en 2010.
Ese crecimiento de la economía brasileña el año pasado fue incluso mayor que el de otros grandes mercados emergentes, pero se descarta que eso vuelva a ocurrir en 2011.
Brasil volverá además a expandirse este año menos que China, que tendrá un crecimiento de 9,5% según el FMI, pese a haber dado señales recientes de enfriamiento.
No obstante, el gigante sudamericano crecerá en 2011 más que economías desarrolladas de Europa, que enfrentan la amenaza de recesión, y que Estados Unidos.
Menos consumo
Los datos divulgados este martes indican que el consumo y la actividad industrial de Brasil se redujeron entre julio y septiembre 0,1% y 0,9% respectivamente comparados con los tres meses anteriores.
"Por el lado de la oferta, lo que más empujó la economía brasileña para abajo fue la industria", sostuvo Ribeiro y recordó que ese sector enfrenta dificultades desde el año pasado por cuestiones estructurales, una mayor competencia externa y la apreciación del real.
Por el lado de la demanda, agregó, la reducción del consumo familiar fue una "sorpresa" que no estaba en los cálculos de nadie, teniendo en cuenta que ese fue un motor reciente de la economía brasileña.
"La última vez que tuvimos retracción del consumo de las familias fue en el cuarto trimestre de 2008, en plena crisis financiera (global) con la quiebra de Lehman Brothers", dijo la especialista.
En contraste, el sector agropecuario creció entre julio y septiembre 3,2% respecto a los tres meses anteriores.
Contención vs. estímulo
A fin de acicatear el consumo y la producción, las autoridades brasileñas han implementado una serie de medidas que incluyen tres rebajas seguidas de la tasa de interés de referencia y exoneraciones de impuestos.
Los expertos creen que la desaceleración que vivió el país también es resultado de medidas que tomó el gobierno a comienzos de año para evitar un recalentamiento de la economía y controlar la inflación.
"Brasil ya viene desacelerándose desde el segundo trimestre de este año por causa de una serie de medidas adoptadas para contener la demanda y ahora por un contexto internacional más desfavorable", dijo Margarida Gutierrez, economista de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
"El contexto internacional está afectando las expectativas de los productores, consumidores y las líneas de comercio exterior", añadió.
Gutierrez también sostuvo que esta desaceleración tendrá un impacto en el comercio exterior latinoamericano, sobre todo para los países como Argentina que tienen más vínculos con Brasil.
"Argentina será una gran afectada porque nuestra alianza comercial con Argentina es muy importante", dijo. "Una parte de las exportaciones de Argentina para Brasil, que son significativas, ya se desaceleraron también".
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