Por
Analítica.com, 28/11/2011
Hace
trece años, en diciembre de 1998, una mayoría de venezolanos cayó por inocentes
en las elecciones, votando por quien creían un cambio definitivo hacia el sueño
de siempre.
Trece años, en realidad, que los
venezolanos llevamos escuchando los mismos cuentos, las mismas proclamas, las
mismas promesas. Trece años de culpar al capitalismo de todos los problemas y
fallas, y de prometer que el socialismo traerá todos los bienes.
Hace trece años, en diciembre de
1998, una mayoría de venezolanos cayó por inocentes en las elecciones, votando
por quien creían un cambio definitivo hacia el sueño de siempre.
Pero antes que ellos, decenas de
dirigentes políticos, directivos de medios de comunicación, articulistas,
empresarios y personalidades de gran figuración a las cuales por su notoriedad
se dio en llamarlos “notables”, ya habían caído por inocentes engañados no por
Hugo Chávez sino por sus propios errores de percepción, por una mirada siempre
hacia arriba que les impidió fijarse en la realidad que estaba abajo.
Como Navidad es tiempo de renovar
sueños y de desatar esperanzas y buenos deseos, los nuestros hoy son porque los
venezolanos no volvamos a caer por inocentes con promesas viejas reempaquetadas
como nuevas, que decidamos ser realistas, que tengamos la sinceridad valiente
de entender las dificultades del año que se nos viene encima y la voluntad
firme de estar dispuestos a enfrentarlas.
Y que los candidatos
presidenciales y partidos de la oposición no caigan en la inocentada de creer
que ya ganaron.
Publicado por:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico