ESTEBAN URREIZTIETA 15 de noviembre de 2021
El
Ministerio del Interior no detuvo a Hugo El Pollo Carvajal a pesar de tener
perfectamente localizada en sus bases de datos a la venezolana que le mantenía
oculto en un piso en Madrid.
La DEA
(Agencia Antidroga estadounidense) comunicó el pasado 17 de junio a la Policía
Nacional que el ex jefe de la Inteligencia Militar de Venezuela, huido desde hacía
dos años, se encontraba escondido junto a la ciudadana venezolana Astrid
Carolina Viloria Palacio en un apartamento de la zona de Arturo Soria.
Cuando Interior recibió esa comunicación por parte de las autoridades americanas, tenía en su poder, tal y como ha podido acreditar EL MUNDO, una petición de asilo por motivos políticos en España que Viloria Palacio había cursado apenas un mes antes de este aviso, el cinco de mayo. En dicha solicitud facilitaba todos sus datos de contacto y se ponía a disposición de la Administración española para obtener la residencia en nuestro país al considerarse perseguida por el régimen de Maduro.
También
constaba en las bases de datos de la Policía española en ese momento que la
mujer que mantenía escondido a Carvajal en un edificio ubicado en el número 123
de la madrileña calle de Torrelaguna disponía de un número de identidad de
extranjero (NIE) que también le había sido expedido por el Ministerio que
dirige Fernando Grande-Marlaska, así como una dirección en la localidad
toledana de Ocaña.
Pero
todavía más. Según ha podido confirmar este periódico, el piso en el que se
escondían Viloria Palacio y Carvajal desde hacía aproximadamente ocho meses lo
ocupaban ambos gracias a un contrato de alquiler firmado personalmente por la
referida ciudadana venezolana, que articuló el pago de las mensualidades a
través de una cuenta bancaria situada fuera de España y que se encontraba bajo
el control de la familia Carvajal. La obligación de la dueña del inmueble
pasaba por comunicar el arrendamiento a la Comunidad de Madrid.
Por si
las pistas para dar con esta mujer no fueran suficientes, la DEA facilitó al
Grupo 2 de Localización de Fugitivos de la Brigada Central de Crimen Organizado
de la Policía Nacional un número de teléfono móvil que usaba habitualmente
Viloria Palacio. Pero también indicó que la compañera de piso del ex jefe de la
Inteligencia de Venezuela tenía un coche a su nombre, concretamente un Citroën
C2 de color azul.
En ese
momento Interior tenía a su disposición toda la información de dicho vehículo
que, efectivamente, se encontraba entonces a nombre de Viloria Palacio aparcado
en el inmueble y tenía sus papeles en regla, la ITV pasada y el seguro en
vigor. De hecho, su última inspección la había pasado el 9 de septiembre de
2020 y caducaba casualmente el mismo día que fue finalmente arrestado Carvajal
un año más tarde. El vehículo fue traspasado a un vecino del municipio toledano
de Villanueva de Alcardete en octubre pasado.
Con
todos estos elementos sobre la mesa, la Policía Nacional comunicó formalmente a
las autoridades americanas que no había logrado «determinar ni centrar con
exactitud el domicilio donde pudiera estar residiendo la misma junto a Hugo
Carvajal».
Durante
la huida del ex alto mando venezolano, la Policía Nacional puso en marcha
diferentes dispositivos de seguimiento a la familia de El Pollo Carvajal en
Madrid, especialmente centrados en su mujer, Angélica María Flores. No en vano,
siempre sospechó que mantenía contacto con ella.
En el
marco de estos dispositivos se prestó especial atención al cumpleaños de la
esposa de El Pollo, celebrado el pasado 21 de abril en el barrio madrileño de
La Moraleja donde reside. A lo largo de aquella jornada los agentes
identificaron a otro ciudadano venezolano, Víctor Palacios, que trasladaba a la
esposa de Carvajal a diferentes puntos de Madrid. Este último constituía en sí
mismo una poderosa pista más para dar con el paradero de Carvajal. De hecho era
la persona que se dedicaba a dar apoyo logístico al ex alto mando de Hugo
Chávez y Nicolás Maduro en su escondite en la capital de España y se encargaba,
entre otras cuestiones, de coordinar las labores de servicio doméstico.
Pese a
tener en su poder este rosario de pistas para localizar la guarida de Carvajal,
la Policía española no actuó hasta pasados tres meses. Fue entonces cuando de
nuevo la DEA remitió a la Policía española una comunicación en la que, además
de los datos que le había dado anteriormente, le indicó el número de la calle
en la que se encontraba y el piso exacto. Por lo que a partir de ese momento
Interior se vio abocado, el pasado nueve de septiembre, a acceder directamente
al inmueble que había sido incapaz de localizar hasta entonces.
Carvajal, que había residido en ese piso durante los últimos meses, estuvo
oculto otra temporada fuera de Madrid sin que Interior diera tampoco con su
paradero desde que en noviembre de 2019 desapareciera sin dejar rastro. Lo hizo
tras aprobar la Audiencia Nacional la orden de extradición cursada por Estados
Unidos, que le acusa de urdir un plan para inundar su país con cocaína de la
guerrilla colombiana de las FARC.
Su
huida tuvo lugar ocho meses después de haber aterrizado en España bajo la
protección de los Servicios de Inteligencia españoles. Se refugió en nuestro
país el 18 de marzo de 2019, cuando desembarcó en el aeropuerto de Barajas
procedente de la República Dominicana. Según su testimonio, fue recibido por
dos agentes del CNI y por el propio jefe de Seguridad del aeropuerto, que
autorizaron su entrada con un pasaporte falso con el nombre de Adolfo José
Mouriño Olsen, nacido en 1962, dos años después de su fecha de nacimiento real.
A partir de ese momento, Carvajal mantiene que se reunió en múltiples ocasiones
con los servicios de inteligencia española hasta convertirse en uno de sus
principales confidentes. En el marco de este acuerdo de colaboración, el exjefe
de la Inteligencia venezolana asegura que el CNI le pidió a cambio de
dispensarle protección, información sensible sobre la financiación de Podemos y
sus principales cabecillas.
Cabe
recordar que en el momento en el que se produjeron estas conversaciones Pedro
Sánchez ya era el presidente del Gobierno gracias al apoyo de la formación que
lideraba Pablo Iglesias. Carvajal relató entonces a los agentes, cuya identidad
ha puesto ya a disposición de la Audiencia Nacional, la misma operativa que ha
descrito en sus recientes comparecencias judiciales. Esto es, que Venezuela
financió irregularmente al partido así como a históricos líderes como Juan
Carlos Monedero. Bien a través de falsas asesorías desde la petrolera estatal
PDVSA o directamente mediante pagos en metálico que se canalizaban a través de
la valija diplomática.
Tomado
de: https://www.elmundo.es/espana/2021/11/15/6191058d21efa0a66c8b45c0.html
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