El término realpolitik nos lo prestó el idioma alemán. Su significado es «política realista» y está referido a todas las posibilidades que tiene un Estado o gobierno para consolidar su poder o resolver situaciones particulares. La palabra fue utilizada por primera vez por el historiador y periodista de origen teutón, Ludwig Von Rochau dando cuenta de «la capacidad de un país para adaptarse a la realidad del momento actuando de manera pragmática o racional en beneficio de sus intereses nacionales». Traigo esta explicación histórica sobre el comportamiento de los Estados a propósito del intercambio de prisioneros que acaba de ocurrir entre EEUU y Venezuela que ha causado un enorme revuelo en las redes sociales y en el mundo político nacional y continental.
La política exterior de los Estados siempre ha estado signada por la búsqueda de soluciones a los grandes desafíos nacionales y aunque por más que parezcan inconcebibles en términos morales, en la realidad se aproximan a los deseos “reales” de los actores de poder. En el caso de Estados Unidos y Venezuela existe una situación particular que ha venido impactando la región desde hace algunos años producto de un conflicto político interno y un desmadre económico que ha creado una nueva «República» exterior de Venezuela con más de seis millones de migrantes. Paralelo al problema político, el conflicto humanitario ha rebasado cualquier cálculo racional y las consecuencias son vividas por la región y por Estados Unidos con un avance importante hacia sus fronteras de migrantes venezolanos.
Adicional a ello, con la guerra en Ucrania el tema de la energía ha originado la búsqueda desenfrenada de “fuentes alternativas” distintas a Rusia para intentar equilibrar el mercado europeo y la estabilidad de los precios que se ha visto severamente afectada por este tema geopolítico. En este caso, Estados Unidos intenta por todos los medios apoyar a sus aliados europeos en esta tarea y Venezuela se asoma en el horizonte. Este primer intercambio es el resultado de un proceso que se inició hace meses gracias al pragmatismo doctrinario de Biden, cuya experiencia anterior con el caso cubano, siendo vicepresidente de Obama, lo ha facilitado. Pero es apenas la punta del iceberg lo que hemos visto esta semana.
En este tipo de negociaciones, lo que se mantiene en secreto es mucho más importante que lo que se publica. Es muy probable que paulatinamente podamos ir recibiendo noticias en uno u otro sentido que podrían impactar la economía y la política primeramente, pero sin menoscabo de otras áreas. El «puente directo» está activo y son muchas las cosas que podrían circular a través de él y aunque el camino siempre ha estado lleno de desconfianza y mucha polarización, nuevamente se abren las expectativas ahora soportadas en resultados concretos. Dependiendo del ángulo ideológico con el cual se mire el proceso, muchas serán las críticas, obviamente algunas infundadas y otras no tanto, pero lo importante es la visión de conjunto que se tome y los impactos directos en la ciudadanía, que al fin y al cabo, ha sido la más afectada en estos tiempos. El pragmatismo de la realpolitik arroja resultados económicos en primer lugar, pero también se extienden al campo político. Tengamos esto presente y estemos atentos al fondo de los acuerdos.
https://efectococuyo.com/opinion/eeuu-venezuela-la-rendija-de-la-realpolitik/
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