San Josemaría 29 de octubre de 2022
@sJosemaria
Esta es la llave para abrir la puerta y
entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in
coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" -el que hace la voluntad de
mi Padre..., ¡ése entrará! (Camino, 754)
De que
tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen muchas cosas
grandes. (Camino, 755)
Nosotros
somos piedras, sillares, que se mueven, que sienten, que tienen una libérrima
voluntad.
Dios
mismo es el cantero que nos quita las esquinas, arreglándonos, modificándonos,
según Él desea, a golpe de martillo y de cincel.
No queramos apartarnos, no queramos esquivar su Voluntad, porque, de cualquier modo, no podremos evitar los golpes. -Sufriremos más e inútilmente, y, en lugar de la piedra pulida y dispuesta para edificar, seremos un montón informe de grava que pisarán las gentes con desprecio. (Camino, 756)
La
aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz:
la felicidad en la Cruz. -Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que
su carga no es pesada. (Camino, 758)
Un
razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los que
quieren la Voluntad de Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit"
-el Señor me gobierna, nada me faltará.
¿Qué
puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras? (Camino,
760)
Tomado
de: https://opusdei.org/es-ve/dailytext/no-queramos-esquivar-su-voluntad/
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