Lester Toledo 20 de octubre de 2022
@LesterToledo
De
tragedia en tragedia, así vivimos y seguiremos viviendo los venezolanos
mientras siga con poder el régimen de Nicolás Maduro Moros, principal
responsable de los males que azotan al país.
Lo acontecido en Las Tejerías y más recientemente en Maracay, es fiel reflejo de ello. No tardarán en salir adelante sus defensores a decir que él no es Dios para provocar las lluvias, ciertamente no lo es, y resulta hasta un sacrilegio meterlo en una misma frase con Dios, pero lo que nadie será capaz de rebatir, y menos discutir, es que este ha sido el régimen más inepto e incapaz de manejar las contingencias y las catástrofes que hemos sufrido.
Lo que
si no ha tenido reparo es en la desfachatez y el descaro de hacer campaña, de
repartir besos y arepitas, en medio de la desolación, el dolor y la calamidad
de los residentes de las zonas afectadas.
Leí
por allí un comentario que señalaba que la devastación que están causando las
lluvias a su paso por Venezuela, es directamente proporcional y consecuencia del
desastre que este régimen ha provocado, lapidario pero cierto.
Y si a
esta ecuación le sumamos el factor humano, la negligencia, la ambición
desmedida, la explotación ilegal de níquel y la afectación inescrupulosa del
ambiente, entonces todos los focos se centrarían en este régimen criminal que
nada ha hecho para evitar que el país vaya de tragedia en tragedia.
Lo
apuntó Luis Velázquez Alvaray, ex magistrado de la Sala Constitucional del TSJ
en una denuncia pública, quien señaló directamente a Nicolás Maduro Guerra,
delfín de Maduro Moros, de generar las condiciones que causaron estas tragedias
que estamos viendo en Aragua y Miranda.
Denunció
que desde hace tres meses se vienen realizando explosiones en la zona alta del
sector denominado Laguneta de la Montaña, en el estado Miranda, cerca de los
canales del cauce por donde circulan las afluencias de agua de las quebradas.
Esas voladuras con materiales explosivos, agregó, se venían llevando a cabo
“para la explotación de mineral de níquel, abundante en esta zona”.
Vale
destacar que los principales yacimientos de níquel en nuestro país están
localizados precisamente en la Cordillera de la Costa, en los estados de
Miranda y Aragua, y también en la Serranía del interior.
Ya sea
por la explotación mineral descontrolada, la falta de mantenimiento y limpieza
de sedimentos de los afluentes, o la construcción de urbanismos sin control,
todo señala a lo mismo: NEGLIGENCIA.
Han
sido negligentes al no contar con políticas, ni protocolos para responder a
estas contingencias, han sido negligentes al abandonar todo el sistema de
meteorología del país, al punto de imposibilitar las mediciones de cantidades
de agua que caen en alguna región y en determinado momento, la negligencia ha
sido total al permitir urbanismos de forma descontrolada en áreas de afluentes
protegidos y han sido extremadamente negligentes al no intervenir, ni
replantear el sistema de drenajes que hoy es más que anacrónico e insuficiente.
Es por
esta negligencia que, los más de 50 muertos que esta devastación ha dejado en
Las Tejerías y en Maracay, solo por mencionar las tragedias más recientes,
terminan siendo también sus muertos. Son ellos, el régimen de Nicolás Maduro,
los responsables de estas desgracias, por acción u omisión, o ambas.
Pero
si al factor negligencia, además le incorporamos el de la mentira y la
manipulación al intentar achacarle la culpa de los desastres y los deslaves a
los españoles de los tiempos del colonialismo, allí entonces estamos frente a
un régimen que no solo se burla del dolor de los venezolanos, sino que además
se lo goza y hasta de la muerte hace campaña.
Y así,
mientras Maduro se mantenga atado al poder, seguimos y seguiremos, de tragedia
en tragedia, Esa es la verdad.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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