Carolina Jaimes Branger 01 de noviembre de 2021
@cjaimesb
Antes
de que le dé un ataque de mal de rabia, le pido que lea este artículo hasta el
final. Ahí estará mi cuenta de Twitter si quiere insultarme. Pero hágalo
después de leerme.
La oposición venezolana – la oposición de verdad y no el saco de gatos (¿o más bien el saco de alacranes?) que quieren hacernos pasar como opositores – vive su peor momento. Cuando el G4 decidió ir a pesar de todo a las elecciones del 21 de este mes, no pudieron ponerse de acuerdo en nombrar candidatos únicos. Y por supuesto, no todos son Roberto Patiño, mejor dicho, la excepción fue Roberto Patiño, quien dio una lección de gallardía moral y coherencia política al declinar la postulación. Tampoco pudieron escoger a los candidatos más idóneos para los estados y los municipios. Hay unos que francamente están peor seleccionados que Vielma Mora en Carabobo, que ya es bastante decir. ¿Con qué autoridad critican al chavismo?
En
este escenario tan desolador, permanece la figura de Juan Gerardo Guaidó Márquez,
quien sigue siendo reconocido como el representante del interinato en
Venezuela. Es el interlocutor válido con las democracias más sólidas del mundo.
Pero en esta locura que vivimos, donde dudamos de todo y de todos, pero a la
vez -y paradójicamente- creemos todo lo que circula por las redes, hay ciertos
grupos que han decidido destrozar a Guaidó. Ya no necesitamos a los bots chavistas
para que circulen informaciones falsas como las que aseguran que Guaidó se robó
los fondos de la ayuda humanitaria o más recientemente, los de Monómeros, por
ejemplo.
Me han
dejado boquiabierta las declaraciones de Julio Borges, a quien en varias
ocasiones he defendido a capa y espada. Por cierto, el viernes pasado el
Procurador Especial Enrique Sánchez Falcón le salió al paso desmintiendo todas
sus aseveraciones. Yo también tengo preguntas para Borges: ¿por qué si PJ tenía
un representante en la Comisión de Administración del Interinato y había
corrupción, no lo denunció sino hasta ahora? ¿Por qué si crees que “el interinato
murió” sigues siendo el canciller?
En el
caso de Monómeros, fue una diputada de PJ, Bibiana Lucas, presidente de la
comisión especial de la AN que investigó el caso, justamente, quien aclaró que
“lo que nos arroja es que Monómeros no está quebrada, eso es muy importante.
Nunca ha estado quebrada. Monómeros lo que tiene es un problema de flujo de
cajas por el acceso al mercado de divisas o a las bancas, pero Monómeros es una
empresa súper noble que no sé cómo ha resistido ante tanto ataque”.
Por eso,
amigo lector, cuando usted retuitea furibundo informaciones que le llegan ¿se
ha cerciorado antes de que sean ciertas? ¿Puede, con su conciencia tranquila,
acusar de ladrón a alguien que quizás no lo sea? ¿Le gustaría que le hicieran
eso a usted?
Guaidó
se echó sobre sus espaldas la carga de sacar a un régimen que ha demostrado en
un sinfín de oportunidades que no tiene límites de ningún tipo. Que está
dispuesto a lo que sea con tal de mantenerse en el poder y cuentan con que
dentro de la oposición nos estamos destrozando entre nosotros mismos. Es cierto
que en 2019 no se cumplió el cese de la usurpación y que eso desmoralizó a
muchos y engrosó la lista de la diáspora. Les recuerdo que a principios de 2020
entramos en pandemia, un escenario que no hizo sino darle un respiro al régimen
de Maduro por un rato. Pero hoy estamos mucho más fuertes para negociar y
exigir que en 2019. Las sanciones están resquebrajando al chavismo desde
adentro. Hay quienes quieren negociar, porque se ven el agua llegándoles al cuello.
Todos desconfían de todos, y no solo porque las cabezas de algunos tienen
precio. La extradición de Álex Saab a Estados Unidos y el Pollo Carvajal
cantando más que un gallo en España antes de ser extraditado, son temas que los
tienen preocupados al máximo. Si se sentaron en la mesa de negociación en
México era porque se sentían débiles. Patearon la mesa en un acto de
malacrianza por Alex Saab, pero casi pongo la mano en el fuego de que van a
volver a sentarse.
Guaidó
es la persona, a pesar de todo, que tiene mayor porcentaje de aceptación en las
encuestas. Pero de su mismo lado lo quieren defenestrar. ¿Acaso están jugando
al “juego del calamar”? ¿No se dan cuenta de que en ese juego la mayoría sale
muerta?…
Apenas
la semana pasada, Guaidó se reunió con el jefe de la mayoría del Senado
estadounidense, Dick Durbin, el presidente de la Comisión de Relaciones
Exteriores del Senado, Bob Menéndez y el presidente de la Subcomisión de
Relaciones Exteriores del Senado para el hemisferio occidental, Tim Kaine, quienes
una vez más le expresaron su disposición a seguir presionando hasta conseguir
elecciones presidenciales libres y a poner coto a la terrible crisis
humanitaria que hay en el país. Y repito, Guaidó sigue siendo el representante
del país que se niega a seguir bajo la garra del chavismo frente a las
democracias más sólidas del mundo. ¿Es que acaso eso no tiene valor?
Aquí
tenemos que navegar juntos. Y el capitán, les guste o no, es Juan Guaidó, que
además necesita a su tripulación que trabaje de forma organizada y coherente.
Estoy segura de que cuando esta pesadilla termine, tendremos que agradecerle su
valor, su entrega y su trabajo. Y muchos tendrían que pedirle disculpas por
haberle levantado falsos testimonios. Pero yo que lo conozco, sé que la libertad
de Venezuela será su mayor recompensa.
Carolina
Jaimes Branger
@cjaimesb
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