Lester Toledo 05 de septiembre de 2022
@LesterToledo
Venezuela
acaba de romper otro récord, pero lamentable, y esto se lo debemos a ningún
otro que a Nicolás Maduro Moros. Hablamos de la nueva cifra revelada por mi
hermano David Smolansky, quien está desempeñando un invaluable trabajo como
comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y
refugiados venezolanos, quien hizo público tal récord.
“Venezuela
es la crisis de migrantes y refugiados más grande del mundo (6.8 millones),
empatando a Ucrania y superando a Siria (6.6M)”, tuiteó Smolansky.
Y hacemos la salvedad que tal movimiento migratorio de venezolanos por el mundo se produce sin estado de guerra, ni producto de catástrofes naturales, ni epidemias u otras calamidades, tal como se justificaría el éxodo de ucranianos o sirios, lo grave y triste del caso venezolano, es que se trata de una diáspora provocada por una crisis deliberadamente provocada por un régimen criminal y corrupto que se ha perpetuado en el poder.
Un
régimen que le ha declarado la guerra al venezolano de bien, obligando a las
familias a desmembrarse y a correr, bajo riesgo de sus propias vidas, por
montañas y páramos, a cruzar peligrosos ríos y selvas, a entregarse a los
coyotes, todo para huir de su país, un país que evidentemente no se ha
arreglado ni se arreglará mientras Maduro y su régimen existan.
Son
venezolanos que huyen del hambre, de la violencia y de la persecución. Huyen
para alcanzar un futuro para sus hijos, para ayudar a sus padres, en pocas
palabras, huyen de Maduro.
Estas
alarmantes cifras surgen del conteo realizado por la Plataforma de Coordinación
Interagencial para Refugiados y Migrantes de la ONU (R4V). Y todo indica que
son cifras que van, irremediablemente, en ascenso.
El
informe de la Plataforma R4V, integrada por ACNUR y la Organización
Internacional de Migraciones (OIM), señala que la mayoría de los migrantes
venezolanos se encuentran en Suramérica y refleja la suma de refugiados,
migrantes y solicitantes de asilo venezolanos reportados por los gobiernos
anfitriones.
Entre
los cuales destaca Colombia, en primer lugar, al albergar casi 2,5 millones de
venezolanas y venezolanos, seguido por Perú con más de 1,2 millones y Ecuador
con más de 500 mil personas provenientes de Venezuela.
En
Centroamérica, la mayor presencia de migrantes venezolanos se ubica en Panamá
con más de 144 mil personas, luego México con alrededor de 83 mil y Costa Rica
con poco más de 30 mil ciudadanos de nuestro país.
La
Agencia de la ONU para Refugiados muy bien describe esta situación de masivo
éxodo de venezolanos, al señalar que los ciudadanos continúan saliendo de
Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad, las amenazas, y la falta
de alimentos, medicinas y servicios esenciales, lo que convierte a este proceso
en la crisis de desplazamiento externo de mayor magnitud en el mundo.
Y tal
como, acertadamente lo puntualizó el mismo Luis Almagro, secretario general de
la Organización de Estados Americanos, en un tuit: “La crisis humanitaria
venezolana se ha convertido en la crisis de migrantes y refugiados más grande
del mundo, igualando a países en guerra como #Ucrania y -superando a- #Siria.
La comunidad Internacional debe aumentar esfuerzos para que #Venezuela recupere
su democracia”.
Claro
que es así. El fin de la crisis de Venezuela, así como el cese al río de
venezolanos que huyen del país, pasa, inexorablemente por la salida de Nicolás
Maduro del poder, por el fin del régimen, y por ende por la restauración de la
democracia y de las libertades en nuestro país. Un proceso al cual debemos
llegar unidos, una sola fuerza en contra del régimen, de no lograrlo,
lamentablemente veremos más récords de este tipo romperse.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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