Francisco
Alarcón Lunes, 27
de febrero de 2012 en Analitica.com
Ahora los ricos comunistas después de adueñarse de la
renta petrolera, tienen todos los recursos para tratar de acabar con las clases
depauperadas y media
El
único camino para que el pueblo venezolano recobre su libertad y derrote el
comunismo será mediante el voto; a menos que existan sectores dispuestos a
emprender la lucha armada como ocurrió en este país en la década de los
60. Para quienes entendemos el voto, como herramienta inconmensurable
para lograr nuestra liberación, seguiremos insistiendo en él. A pesar de las
amenazas permanentes, de los denuestos diarios irrogados por el jefe supremo de
la “revolución” contra el pueblo venezolano.
Ahora los ricos comunistas después de adueñarse de la renta petrolera, tienen todos los recursos para tratar de acabar con las clases depauperadas y media. Son los nuevos propietarios o como bien los bautizan “boliburgueses”. Cuando hablan de poderosos y oligarcas en la Venezuela real los hallamos en las filas del chavismo, cuestión muy sencilla de comprobación. Los desplantes y derroches son visibles desde las cumbres del poder, con el presidente más costoso en los anales de este país. Familias millonarias de la noche a la mañana, funcionarios públicos llenos de oro en barruntos “revolucionarios”. Pregúntenle a cualquiera en la calle quién es el hombre más rico de esta nación y advertiremos como saldrán a relucir los ínclitos comunistas. Son los compra carros de lujo, dueños de empresas, seguros, etc. Y el pueblo en la miseria “amparado” por las misiones que solo paga un salario mínimo cuando la canasta alimentaria triplica sus costos. Qué ironía la de estos comunistas metiéndose en la vida privada de la gente y más si se trata de un disidente. Cómo les ha dolido el proceso de las primarias, que solo les permite vomitar insultos en contra de la población.
Ahora los ricos comunistas después de adueñarse de la renta petrolera, tienen todos los recursos para tratar de acabar con las clases depauperadas y media. Son los nuevos propietarios o como bien los bautizan “boliburgueses”. Cuando hablan de poderosos y oligarcas en la Venezuela real los hallamos en las filas del chavismo, cuestión muy sencilla de comprobación. Los desplantes y derroches son visibles desde las cumbres del poder, con el presidente más costoso en los anales de este país. Familias millonarias de la noche a la mañana, funcionarios públicos llenos de oro en barruntos “revolucionarios”. Pregúntenle a cualquiera en la calle quién es el hombre más rico de esta nación y advertiremos como saldrán a relucir los ínclitos comunistas. Son los compra carros de lujo, dueños de empresas, seguros, etc. Y el pueblo en la miseria “amparado” por las misiones que solo paga un salario mínimo cuando la canasta alimentaria triplica sus costos. Qué ironía la de estos comunistas metiéndose en la vida privada de la gente y más si se trata de un disidente. Cómo les ha dolido el proceso de las primarias, que solo les permite vomitar insultos en contra de la población.
Son
los dueños de todo y costará ser sacados de ese trono versallesco, ahíto de
tesoros. Pero quedó demostrado el poder del voto, y con él en las venideras
elecciones de octubre, veremos derrumbarse ese sitial en la lobreguez de un día
cualquiera, cuando el pueblo venezolano se disponga masivamente a hacerlo. No
habrá ninguna arma capaz de detenerlo, contrariamente la sensatez humana da
para que en esos momentos, los seres racionales sepan escoger la verdad,
y que no valdrá la pena sacrificarse por un hombre sino por un país duramente
sometido durante más de una década. Nada sumarán las leyes contra el “salto de
talanquera” ni otras que “consagran” la voluntad de un único ente. En esos
instantes se doblegaría lo construido sobre los cimientos de las mentiras. Un
voto de gloria a favor del futuro, de la familia, del país proveerá la mejor de
las satisfacciones antes de seguir humillados por el verbo infamante del jefe
de la “revolución”.
La
clase media tiende a desaparecer, las industrias privadas son desmontadas bajo
la figura de las expropiaciones, y con la inflación y bajas remuneraciones nos
harán más pobres con las excepciones comunistas, quienes cada día serán más
ricos y ostentosos. Por eso, quieren penalizar el voto, por eso hacen los
apartheid e intentan tomarlos de las bases de datos de los votantes opositores,
cuestión imposible si la población se inclina masivamente a ejercer su derecho
a elegir. Quedará en evidencia acaso un 30% de ese chavismo exhausto y el 70%
de venezolanos que acarician la paz y concordia. Aquí estará el reto de los
compatriotas si no se dejan seducir con los “planes y ayudas”, ni asustarse con
los amedrentamientos de ser botados de sus cargos públicos, o no le son pagadas
las facturas a los contratistas del estado.
O
Venezuela cambia y empieza su reconstrucción, o será reducida a sus cenizas en
los próximos meses una vez pasadas las elecciones, y en ese momento no habrá
voto que valga ni remordimiento que abata al régimen comunista. ¿Qué dirá
Maisanta viendo desde el más allá tantas “riquezas” a su alrededor?
falar@cantv.net
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