Por Econ. Jesús Alexis González, 20/10/2014
Más allá del enfoque
ideológico, la prosperidad económica a la luz del denominado Nuevo Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo (NMESCP)que
combina lo económico y lo social el cual comenzó a instrumentarse en enero
2006,, se convirtió en la plataforma electoral que facilitó la reelección del
Presidente boliviano para un tercer período (hasta 2020); bajo el impulso de un
continuo crecimiento económico, que para 2014 se espera sea superior al 5% del
PIB siendo la más alta de América del
Sur, al tiempo que disminuyeron la deuda externa desde un 52% del PIB en
2006 a un 17% en 2014; hecho que fue posible habida cuenta de una disciplina
fiscal, un estímulo a la iniciativa privada y una apertura de las inversiones
extranjeras. Cabe preguntarse, ¿cuáles
son los fundamentos de ese exitoso Modelo? Veamos.
Ante todo, es conveniente
acotar que entienden los bolivianos por
Modelo Económico: una forma de organizar la producción y la distribución, siendo
por tanto la estructura de las relaciones sociales de producción que define
cómo se generan y se distribuyen los
excedentes económicos en función a una distribución equitativa del ingreso en
aras de eliminar gradualmente los problemas sociales. En lo especifico de las
bases conceptuales que lo sustentan, señalan que con el NMESCP no pretenden ingresar directamente al
cambio de modelo de producción capitalista, sino sentar las bases para la
transición desde el sistema capitalista hacia el nuevo modelo de producción
socialista en el cual gradualmente se irán resolviendo muchos problemas
sociales y se consolidará la base económica para una adecuada distribución de
los excedentes económicos; asumiendo que la estabilidad macroeconómica es el punto de partida y no la meta para
generar el desarrollo económico, en concordancia con un Estado promotor de la economíacon la obligación de generar el
crecimiento económico en todas las instancias del país, para lo cual pone
énfasis en la producción y en la generación de productos con valor añadido con
la consecuente generación de excedente que destinan con prelación a la
redistribución hacia los sectores excluidos, cumpliendo así con el papel de Estado redistribuidor del excedente, que en simultaneo vigila y corrige las fallas del mercado.De igual modo, el
NMESCP procura cambiar el patrón
primario exportador por un proceso industrializador y generador de
desarrollo productivo, para convertirse en un gran productor de energía y
alimentos sin descuidar los otros sectores de la economía, en un ambiente que
impulsa la demanda interna a la par de la demanda externa para lograr el
crecimiento económico, induciendo la elevación de la capacidad de generar
ahorro interno para la inversión reduciendo
el endeudamiento externo y alcanzando un superávit fiscal.
Ahora bien, ¿cómo funciona el NMESCP? Identifica
dos pilares: (1) el sector estratégico, que genera
excedentes integrado por cuatro sectores: hidrocarburos, minería, electricidad
y recursos ambientales; y (2) el sector generador de ingresos y empleo,
conformado por la industria manufacturera, turismo, vivienda y desarrollo
agropecuario. En tal enfoque, el Estado
es el redistribuidor transfiriendo los recursos de los sectores
excedentarios a los generadores de empleo e ingreso; procurando liberar a
Bolivia de la dependencia de la
exportación de materias primas para abandonar el modelo primario exportador
y construir un país industrializado y productivo.. En resumen, con el NMESCP se
pretende un escenario donde, entre otros aspectos, se preserve la estabilidad
macroeconómica como patrimonio social e impulsar el desarrollo económico, con
la activa participación del Estado en la economía en un rol de promotor de la
economía plural, de redistribuidor del ingreso en función de la inclusión
social e interviniendo para corregir las fallas del mercado; todo ello
sustentado en un patrón de desarrollo industrializador y productivo generador
de empleo que haga factible un crecimiento en función de la interna y externa,
generando recursos domésticos para la inversión, menor endeudamiento y superávit fiscal.
Nos resulta pertinente,
mostrar unas cifras comparativas de ciertos indicadores económicos
Bolivia-Venezuela, a los efectos de visualizar las contradicciones de
crecimiento entre dos países que se califican de “antimperialistas” y “anticapitalistas” que de igual manera
participan en el ALBA y Mercosur; veamos;
Es de señalar, que los
problemas que se presentaban en la llamada “IV Republica” hoy han rebrotado con
mayor intensidad en el proceso revolucionario que se adelanta en la “V
República”, incluido la profundización
del rentismo; situación validada por muchas y variadas alarmas predictivas
dentro de las cuales destacan que en
2014 estamos importando más del 82% de lo que consumimos, nos hemos
convertido en importadores de petróleo, se ha reducido la capacidad productiva
nacional, mantenemos un permanente déficit fiscal; con una pérdida de
motivación sobre nuestro futuro económico. Concluimos emulando una expresión
boliviana: para superar nuestra vulnerabilidad, se hace necesario definir un modelo económico para Venezuela, formulado
por venezolanos.
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