Pablo Pérez octubre de 2014
Impresiona la angustia que hay en el
alto gobierno, aunque digan lo contrario en público, por la caída de los
precios petroleros. El hecho que esté en 80 dólares el barril y que pueda
terminar en $75 o menos, les llena de angustia y se apresuran a asegurar que
los programas sociales se mantendrán ¿Esa es una hecatombe real para el país?
Antes de analizar el presente hagamos
un poco de historia.Varios fueron los gobiernos que tuvieron que manejarse con
bajos precios del petróleo. Hace algunos años que un gobierno tuviera precios
petroleros en $20 era algo bien importante. Con esos ingresos cumplían con sus
obligaciones, mantenían los programas sociales y además construían obras de
envergadura. El mismo Chávez al asumir la Presidencia en 1999 se tuvo que
manejar con un barril de petróleo en $8 o menos.
¿Por qué ahora con un petróleo en $80
hay alarma general? Porque este gobierno se acostumbró al derroche y para
funcionar la actual estructura clientelar, corrupta, de escasez y de dádivas
nacionales e internacionales necesitan que el petróleo mínimo se ubique en $125
por barril.
Pero revisemos las causas de tal desproporción.
Comencemos con la corrupción. Desde hace varios meses se menciona con fuerza
como los boliburgueses desfalcaron más de 25 mil millones de dólares a CADIVI.
A pesar de la descomunal cifra no hay culpables, no hay detenidos y ni siquiera
al parecer hay una investigación seria.
Si esa cifra es exorbitante, lean con
cuidado esta cifra que les daré. En estos 15 años de caos y retroceso, en
Venezuela se han desaparecido más de 259 mil millones de dólares. Todo ese
dinero se ha perdido en las trampas de la corrupción roja ¿Saben ustedes de
dónde sale esa cifra?
Pues no sale de las declaraciones de
algún vocero opositor. Esa cifra ha sido cuantificada por un sector disidente
del Chavismo que se agrupa en la llamada “Marea Socialista”, cuyos especialistas
han venido documentado lo que ellos llaman el “Gran Desfalco Nacional”.
Otro de los flancos de ese gran
desfalco es que en estos 15 años han hipotecado la producción petrolera
nacional. Los cálculos más optimistas hablan que alrededor del 40% de la producción
petrolera venezolana no se vende, o sea que no recibimos dinero de forma
oportuna, sino que se paga como compromisos de deuda con los chinos o lo
“fiamos” con plazos muy extensos para pagar y además con precios “especiales”,
que han sido usados para construir los “compromisos” con los países amigos.
Además de eso, hay que agregar a las
cuentas del desfalco nacional todo el petróleo que se le da a Cuba y ellos nos
dan médicos, entrenadores y espías de sus equipos de inteligencia para vigilar,
grabar y hostigar a la disidencia democrática. No todo el petróleo que
producimos se vende y por eso los ingresos han venido disminuyendo
preocupantemente. Como no se vende toda la producción, necesitan precios altos
para tratar de equilibrar las cuentas.
Pero además debemos tomar en cuenta
como esta pesadilla que vive Venezuela acabó con la producción nacional y por
eso la mayor parte de lo que consumimos los venezolanos debe ser comprado en el
exterior y eso se paga en dólares. Si nuestras empresas en su mayoría
estuvieran produciendo, no sería necesario ese gigantesco gasto en divisas.
Por todas estas razones la caída de
los precios del petróleo tiene muy preocupado al gobierno. Se acostumbraron a
gastar, sin ahorrar. Se acostumbraron al derroche. Si Venezuela tuviera un
gobierno serio un barril de crudo en menos de 80$ no sería un problema. Pero
con este estilo de “gobernar, la caída del petróleo venezolano avizora graves
dificultades para los venezolanos.
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