Luisa Salomón 14 de marzo de 2020
@LuuSalomon
Cada
vez más gobiernos implementan medidas para controlar la propagación de la enfermedad
Covid-19, declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud
(OMS). A medida que aumentan los reportes de casos de la enfermedad, también la
severidad de las medidas de los gobiernos para tratar de controlar la
transmisión del virus.
Según
la OMS, las epidemias tienen cuatro fases principales:
1. La
aparición de los primeros casos de la enfermedad.
2. Transmisión
local de la enfermedad.
3. Propagación
a gran escala hasta alcanzar un pico máximo de reportes.
4. Eventualmente,
la cantidad de casos confirmados de la enfermedad disminuye.
Para
visualizar esta dinámica se utiliza la curva epidémica, un gráfico que muestra
la cantidad de casos confirmados de la enfermedad en un periodo de tiempo. Este
instrumento refleja la velocidad en que se confirman nuevos casos y sirve como
base para definir las medidas para atender la emergencia de forma adecuada.
El
control de epidemias se plantea desde dos estrategias básicas de políticas
públicas: contención y mitigación. Durante la contención se toman medidas para
evitar la transmisión y confinar la enfermedad a ciertas áreas para que no se
propague.
Cuando
la contención falla y la enfermedad se ha extendido, comienzan las medidas para
mitigar los efectos de la epidemia, que impacta en la población, el sistema de
salud y la economía.
Los
especialistas señalan que el propósito de las medidas ya no es evitar que la
población se contagie sino frenar el ritmo de propagación. El objetivo en esta
etapa es que no haya una gran cantidad de personas infectadas al mismo tiempo
para evitar la saturación de los servicios de salud y hospitalarios. Uno de los
peores escenarios en una epidemia es que la demanda de recursos hospitalarios
–desde camas y medicamentos hasta profesionales– exceda a la capacidad
disponible. En este caso, el personal médico limita la atención a los recursos
disponibles y decide quién recibe, y quién no, una respuesta médica.
En
la etapa de mitigación, el objetivo se resume en aplanar la curva: esto es
tomar medidas para reducir el ritmo de contagio, limitar la cantidad de
personas infectadas al mismo tiempo y mantener la cantidad de casos por debajo
de la capacidad de atención del sistema de salud. Así se garantiza que todos
los pacientes podrán recibir la asistencia médica que necesitan.
Durante una epidemia, los hospitales pueden verse
abrumados por la cantidad de personas contagiadas que requieren asistencia y
tratamientos. Las personas que no tienen la enfermedad, pero requieren atención
médica, como las víctimas de accidentes o los pacientes con enfermedades
crónicas, podrían tener menos acceso a servicios de salud y convertirse en
víctimas secundarias de la epidemia.
Especialistas y epidemiólogos han explicado que
solo se puede aplanar la curva si se toman medidas preventivas que frenen el
contagio, como el aislamiento de las personas infectadas, la suspensión de
actividades escolares, prohibición de eventos masivos, e implementar el
distanciamiento social, entre otras. También insisten en que la población
conozca y aplique las medidas personales de prevención para evitar el contagio
de la enfermedad.
En el caso de la Covid-19, el reporte
realizado por la OMS y el gobierno chino, publicado en febrero,
informa que 13,8% de los pacientes presentaron síntomas severos de
neumonía. 6,1% de los casos fueron considerados críticos porque
presentaron falla respiratoria y requirieron atención en unidades de cuidados
intensivos. El reporte dice que “alrededor de un cuarto de los casos severos y
críticos” de la enfermedad requerían ventilación mecánica. La OMS ha pedido a
los demás países que preparen a su sistema de salud para atender estos casos.
El jueves 12 de marzo de 2020, un día después de que
la OMS declaró pandemia, se
reportaban 124.954 casos confirmados en 118 países. La enfermedad
había provocado la muerte de 4.613 personas.
Las medidas tomadas por China, el país donde inició la
pandemia, han mostrado que es posible bajar la curva de la Covid-19. Entre
otras medidas, el gobierno chino aplicó pruebas para diagnosticar a las
personas que pudieron estar expuestas al virus aunque no presentaran síntomas;
aisló a todas las personas que presentaran síntomas o se consideraran casos
sospechosos hasta que fuese descartada la enfermedad; ordenó el cierre de
Wuhan, la ciudad donde aparecieron los primeros casos; restringió los vuelos y
el desplazamiento de la población a pesar de la cercanía del Año Nuevo chino;
suspendió actividades en fábricas e implementó un sistema de clases virtuales
para evitar las actividades escolares presenciales.
Corea del Sur, que era el segundo país con más casos
confirmados hasta la semana pasada, implementó la política de hacer pruebas
masivas para encontrar diagnósticos tempranos, vigilancia de los focos de
contagio y evitar la transmisión extensa de la enfermedad. Hasta ahora, estas
medidas permitieron controlar la curva de contagio y Corea del Sur bajó al
cuarto lugar en la lista de países con casos reportados.
Actualmente el segundo país con más casos es Italia,
que ordenó el cierre de todos los comercios del país con excepción de las
farmacias y tiendas de alimentos. El tercer país con más casos confirmados es
Irán: su gobierno suspendió actividades escolares, eventos públicos y aceptó la
visita de una comisión de la OMS para atender la emergencia.
La OMS ha recomendado que los países reconozcan la
importancia de la solidaridad y la colaboración internacional para enfrentar la
enfermedad Covid-19, que es una amenaza común para todo el mundo.
En el artículo El nuevo
coronavirus: ¿y ahora qué?, publicado en Prodavinci, los epidemiólogos
Julio Castro y Carlos Torres-Viera explican el comportamiento que ha tenido la
epidemia de Covid-19 hasta ahora, plantean tres escenarios posibles del impacto
que puede tener la pandemia en la población mundial y explican cuál es el
estado de preparación del sistema de salud de Venezuela.
¿Cómo prevenir el contagio?
La recomendaciones principales de la OMS son:
1. Lavar las manos con agua y jabón con frecuencia, o
usar antibacteriales con al menos 60% de alcohol.
2. Evitar tocarse la cara con las manos.
3. Cubrirse al toser o estornudar con la parte interna
del brazo.
4. Evitar el contacto con personas infectadas.
5. Mantenerse al menos a un metro de distancia de otras
personas.
6. Evitar actos públicos con asistencia masiva.
7. Desinfectar las superficies con las que se tiene
contacto frecuentemente
8. Permanecer en casa si presenta síntomas.
***
Si ha viajado o ha tenido contacto con personas que
hayan estado en países afectados, o presenta síntomas similares a los de la
enfermedad, consulte a su médico.
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