Zulvyn Díaz y Luna Perdomo 20 de junio de 2022
@zulvyndiaz y @LunaPerdomo
Los
venezolanos constituyen la segunda población más grande desplazada a través de
las fronteras. Casi todas se encuentran en la región de las Américas sin haber
sido reconocidas formalmente con la condición de refugiado. En el último año la
cifra de venezolanos que cruza el Darién crece mes a mes
Tres
meses y 12 días tardaron en llegar Nylia González, su esposo, y sus tres hijas
(de 14, 9 y 1 año de edad) a Estados Unidos desde Perú caminando la mayoría del
tiempo. Son venezolanos que decidieron emprender una segunda migración en 2021
porque sus condiciones de vida empeoraron a raíz de la pandemia de la covid-19.
«El empleo disminuyó, no había ingreso (económico) y la xenofobia se había incrementado. Había recibido muchas amenazas, trataron de romper las puertas y me dijeron que me iban a quemar la casa y eso fue el boom. Dije: ‘Ya no quiero estar más en este país'», cuenta Nylia vía telefónica desde Florida, EEUU.
La
mujer y su esposo limitaron sus gastos lo más que pudieron para invertir cada
sol en comprar dólares. Para terminar de reunir $1.350 —que fue con lo que
viajaron— los cinco integrantes de la familia comieron por un mes seguidos sopas
instantáneas.
Salieron
el 24 de julio de Chimbote, Perú, y cruzaron el río Bravo el 13 de noviembre,
tras un dificultoso recorrido entre América Latina y Centroamérica para llegar
a Estados Unidos.
La
información sobre cómo hacer el viaje y cruzar la selva del Darién la obtuvo
Nylia por medio de grupos de Facebook y de WhatsApp. «Allí encontramos
información sobre los guías, quién es confiable y quiénes no», explica la mujer
de 29 años, oriunda de Propatria, Caracas.
Entre
enero y abril de este año, unos 7.000 migrantes venezolanos cruzaron la selva
del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, con el sueño de llegar a Estados
Unidos, informó Juan Pappier, uno de los investigadores de Human Rights
Watch el pasado 25 de mayo.
Sin
embargo, cifras más recientes del Servicio Nacional de
Migración de Panamá dan cuenta de que por el Darién, en los primeros
cinco meses de 2022, han entrado 32.797 migrantes; de los cuales 16.720 son
venezolanos; solo en mayo ingresaron 9.844.
La
cifra de venezolanos que toma esta peligrosa ruta ha aumentado y sigue
creciendo drásticamente. Hasta el año pasado, la mayoría de migrantes que
cruzaron esta ruta eran haitianos, seguidos de cubanos y en menor cantidad
venezolanos.
Durante
los primeros cuatro meses de 2021 solo 15 venezolanos cruzaron la selva del
Darién, pero en lo que va de este año estos ciudadanos son los que más se
atreven a tomar este trayecto.
Enfrentar
la muerte
El
tapón del Darién es uno de los tránsitos más peligrosos del mundo, no solo por
el tipo de terreno sino por la inseguridad que enfrentan quienes deciden
adentrarse en la selva del Darién buscando un «vivir mejor» en una nueva
tierra, enfrentado la muerte.
Cadáveres
en los ríos, robos, violaciones, tiroteos y enfermedades son algunas de las
adversidades que desafían quienes emprenden este recorrido, la mayoría de las
veces con el sueño de llegar a Estados Unidos.
En
2021 se marcó un récord en el número de personas que se arriesgaron a tomar
esta ruta, impulsados por la falta de estabilidad y oportunidades en su país de
origen o en otro país de acogida, dice Acnur.
Esta
es la historia de Nylia González, quien salió de Venezuela en 2017 por la
crisis económica y política del país, pero que se vio obligada a huir
nuevamente a Estados Unidos el año pasado porque sentía que la vida de ella y
de su familia estaba en riesgo en Perú a causa de la xenofobia contra los
venezolanos.
«Yo me
fui con coche (para la bebé), mantas, carpas y bolsas para dormir, pero todo
desapareció en la selva; nada de eso te sirve. En la selva llueve todos los
días y para hacer una fogata hay que tener mucha suerte», cuenta Nylia, quien
además recuerda que al cuarto día dentro del Darién se quedaron sin alimentos y
tuvieron que comer una gomitas que se encontraron, a pesar de que estaban
abiertas y tenían moscas.
Pero
ese episodio no fue lo más fuerte que Nylia, sus tres hijas y esposo tuvieron
que enfrentar los siete días dentro de la selva. «El camino era muy complicado,
más que todo por el pantano, voladeros (barrancos), muchos ríos, caminábamos desde
que amanecía hasta que anochecía, no descansábamos», recuerda.
La
hija mayor de Nylia, de 14 años, se perdió en la selva porque se quedó atrás y,
después del desespero, apareció. Los robaron y a la niña de nueve años la
apuntaron con una pistola en la cabeza. «A mi esposo lo querían apuñalar»,
asegura la venezolana, quien vio cómo desnudaron a un grupo de más de 100
haitianos y temió que su hija mayor fuese violada.
Perú,
Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México fueron
los nueve países que esta familia cruzó para llegar a Estados Unidos.
Los
1.350 dólares que llevaba esta familia se acabaron rápidamente; por lo que
tuvieron que pedir comida y dinero para seguir su camino. Recibieron ayuda de
Acnur, de la Cruz Roja, de iglesias, de particulares y de organizaciones no
gubernamentales.
«Yo
arriesgué mi vida y la de mis hijas y gracias a Dios todo salió como lo
esperábamos; pero muchos no pudieron contarlo, muchos no lo lograron, hubo
muchos muertos en la selva. Un maracucho que venía con nosotros murió en México
y otra murió infartada en Costa Rica porque se sentía mal desde la selva»,
lamenta Nylia González.
A
siete meses de estar en Estados Unidos, la familia de Nylia tiene el estatus de
solicitante de asilo. Su esposo trabaja en una construcción, ella en una tienda
y dentro de poco sus hijas comenzarán a estudiar.
6,1
millones de venezolanos refugiados y migrantes
El
Comisionado de la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos para la Crisis de Migrantes y Refugiados venezolanos, David Smolansky,
aseguró el pasado 25 de mayo, por medio de su cuenta en Twitter, que el total
de migrantes venezolanos ya alcanza los 6,2 millones de personas, siendo la
crisis migratoria más grande del continente.
No
obstante, el más reciente informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (Acnur) que muestra los cambios de desplazamiento de enero
a diciembre de 2021 reporta que existen 6,1 millones de venezolanos, refugiados
y migrantes. Esta cifra incluye a refugiados, migrantes y solicitantes de
asilo, de acuerdo con la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes
de Venezuela.
De la
misma manera, Acnur alerta que «el número de personas venezolanas desplazadas
en el extranjero también aumentó en más de medio millón» en el último año.
Solo
la región de las Américas acogió a más de 5,1 millones de personas desplazadas
a través de las fronteras, que representa 205 de la población global; de las
cuales 86% eran venezolanas. Este gran aumento de la cantidad de venezolanos
desplazados en el extranjero representó gran parte del incremento de 11%
(524.000) en toda América.
Acnur
estima que 42% de todas las personas refugiadas y venezolanas desplazadas en el
extranjero a fines de 2021 eran niñas y niños.
Los
venezolanos constituyen la segunda población más grande desplazada a través de
las fronteras. Casi todas se encuentran en la región de las Américas sin
haber sido reconocidas formalmente con la condición de refugiado.
En
Estados Unidos de América, más de la mitad de todas las nuevas solicitudes en
2021 fueron presentadas por nacionales de solo cinco países: Venezuela (27.000
o 14%), Guatemala (23.000 o 12%), Honduras (19.600 o 10%), El Salvador (14.900
o 8%) y Cuba (12.900 o 7%).
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