Leandro Rodríguez Linárez 26 de junio de 2022
@leandrotango
Observamos
con inquietante preocupación que la tendencia a nivel nacional es de rechazo
acérrimo a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Los liderazgos
tradicionales se niegan a revitalizar a los partidos políticos, incluso hacen
galas de discursos y personajes trillados, por lo que la crisis de los partidos
políticos continúa empeorando.
Factores que deben encender las alarmas son la llegada de Petro a la Casa de Nariño, avivará las investigaciones del caso Monómeros, que adelanta la justicia norteamericana y la (in)justicia de nuestro país, así como otras investigaciones acerca de la conducción/manejo de Citgo, numerosos activos/recursos de la república y de las donaciones realizadas a la causa libertaria de Venezuela, todo bajo la administración del interinato, concretamente del G4.
Si
estas investigaciones prosperan, ratificando actos de corrupción, afectará
catastróficamente al ya cuestionado G4, a toda su órbita de aliados, siendo el
caso, los partidos integrantes de la PUD.
Nuestra
opinión demanda sensatez. Desde este mismo instante las organizaciones
políticas serias, en resguardo de la nación y de su organización, debe expresar
el apoyo irrestricto a las investigaciones que justicias foráneas imparciales
están adelantando, deseando lleguen hasta sus últimas consecuencias, sí las
hubiere.
Los
partidos deben “buscar la gente”… es decir, no es el ciudadano quien debe
acudir a los partidos, sino los partidos acudir a ellos… bajos las siguientes
premisas:
–
Descentralización; que sean regidos por sus instancias regionales, municipales,
en atención a las necesidades sentidas/reales de cada ámbito geográfico,
respetando liderazgos naturales.
–
Pragmatismos por encima de lo ideológico; pues las ideologías hoy están en
desuso e incluso generan rechazo, los ciudadanos deben identificarse por las
realidades de su entorno, no por desfazados postulados teóricos.
– Los
partidos deben acompañar y apoyar a la sociedad civil en su luca diaria; la
cual está más clara y decidida que las organizaciones partidistas. Se debe
abandonar el “partidocentrismo” (término que he acuñado) y cabalgar
hacia la socialización de los partidos, después de todo, para que una
democracia se mantenga los partidos son insustituibles, en cualquiera de sus
variantes (movimientos, organizaciones, etc.).
El
voto en Venezuela está muerto. Sus fundamentos han sido profanados/anulados,
pues no premia, no castiga, mucho menos genera cambios. Por eso la abstención
como una reacción de rechazo espontanea de los ciudadanos, no solo contra
instituciones psuvizadas sino contra una oposición que no se han preocupado por
ser alternativa sino que, anclados a prácticas anacrónicas, aspira capitalizar
el descontento contra el chavismo de forma automática, cometiendo mismos
errores de siempre, con los mismos rostros de siempre. Se requiere el rediseño
total de la política de hoy, en atención a la real realidad.
Leandro
Rodríguez Linárez
@leandrotango
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico