Por Diego Marcano
@prodavinci
Cuando los votantes vayan a las urnas este domingo 19 de junio para elegir al presidente que gobernará desde la Casa de Nariño, y que tomará posesión el próximo 7 de agosto, no verán entre las opciones a los partidos que han gobernado al país en la historia moderna de Colombia.Este domingo 19 de junio Colombia celebrará la segunda vuelta de la elección presidencial, en la que más de 39 millones de colombianos deberán escoger entre el izquierdista exalcalde de Bogotá y senador, Gustavo Petro, quien alcanzó 8.5 millones de votos en la primera vuelta, y el empresario y exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, el ‘outsider’ que sacudió la primera vuelta al obtener casi 6 millones de votos y acabar sorpresivamente con las aspiraciones de la centro derecha que contaba con el apoyo de los partidos políticos tradicionales.
Los votantes dejaron un mensaje claro en la primera vuelta del 29 de mayo: el rechazo a los partidos. Juntos, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández amasaron casi el 70% de los 21 millones de votos que se contabilizaron en la primera vuelta, lo que distintos analistas han denotado como muestra de que la idea del cambio ha sido decisiva en las elecciones presidenciales de Colombia.
En su tercer intento por alcanzar la presidencia, el economista de 62 años, Gustavo Petro, promueve un nuevo modelo económico para Colombia, que incluye desprivatizar parte de los fondos de pensiones, ampliar los programas sociales para los más pobres y aumentar los impuestos a los más ricos. Una de sus propuestas más cuestionadas es la de la transición energética, la cual sostiene que no firmará nuevos contratos ni renovará licencias para la exploración de nuevos yacimientos de hidrocarburos y prohibirá la explotación de minería a cielo abierto, lo que podría comprometer el 40% de las exportaciones de Colombia.
Rodolfo Hernández, conocido entre los electores como “el ingeniero”, es la gran sorpresa del ciclo de elecciones presidenciales de 2022. El empresario de la construcción centró su mensaje de campaña en acabar con la corrupción, con un lenguaje de antipolítica que recuerda a la campaña presidencial de 2016 con la que Donald Trump alcanzó la presidencia.
“Hoy ganó el país que no quiere seguir ni un día más con los mismos y las mismas que nos han llevado a la situación dolorosa en que estamos. Hoy sabemos que hay una voluntad ciudadana firme para acabar con la corrupción como sistema de gobierno”, dijo Hernández en su discurso de victoria al conocer que su candidatura iría a la segunda vuelta electoral.
El ingeniero civil de 76 años hizo fortuna como empresario de la construcción, fabricando viviendas sociales. Evita ser enmarcado en una ideología política pero sí ha afirmado ser capitalista con propuestas económicas conservadoras. Sostiene que no hará una reforma tributaria y promete reducir el impuesto del IVA del 19% al 10%, así como también el gasto público.
A los 70 años fue electo alcalde de Bucaramanga y suspendido temporalmente de su cargo en dos ocasiones. Una, por golpear a un concejal. Otra, por ejercer proselitismo político desde el despacho de la alcaldía. Pese a haber centrado su campaña presidencial en una cruzada contra la corrupción, está imputado por la fiscalía por un caso de corrupción durante su período, en el que se le acusa de una presunta participación en la adjudicación ilegal de un contrato.
¿Qué dicen las encuestas en la recta final de las elecciones presidenciales?
Los sondeos indican que será una elección muy cerrada. La encuestadora Guarumo realizó un estudio entre el 6 y 9 de junio, con una muestra de 2.029 personas y un margen de error del 2,5%, en el que Rodolfo Hernández alcanzó el 48,2% de la intención de voto y Gustavo Petro el 46,5%. También dan como ganador a Hernández las encuestas de Invamer y GAD3. Otras encuestadoras como YanHass y la Ponderadora le dan una victoria incluso más cerrada a Gustavo Petro.
La realidad es que las encuestas no pueden vislumbrar a un claro ganador y la mayoría muestra un empate técnico, lo que quiere decir que la diferencia de votos entre los candidatos es inferior al margen de error del sondeo. Lo que quiere decir que se espera un final de fotografía.
De acuerdo con los sondeos, Hernández lidera en Antioquia, los llanos y las zonas Centro Oriental y Centro Sur del país. Petro, por su lado, consolida la intención de voto en Bogotá, la zona Caribe y la región del Pacífico.
En la recta final de las elecciones presidenciales hemos visto a un Gustavo Petro mucho más moderado. Se presenta como el candidato del cambio institucional. Ha dejado atrás los apasionados eventos de tarimas en plazas públicas por pequeños encuentros con poblaciones demográficas que intenta movilizar para el próximo domingo.
Su campaña ha recorrido Quibdó en la zona pacífico, la zona cafetera y la zona Caribe, con el objetivo de movilizar nuevos votantes en áreas en las que ganó ampliamente en la primera vuelta para contrarrestar la unificación de sus distintos detractores bajo la bandera de Rodolfo Hernández.
“El ingeniero”, por su parte, ha dedicado sus esfuerzos a tejer alianzas que le permitan sumar aquellos votos de la primera vuelta que adversan al candidato Gustavo Petro y temen verlo en la presidencia. Ha promocionado su candidatura en redes sociales, evitando la discusión de políticas públicas específicas y negándose a debatir con Petro, una táctica que ha sido normalizada históricamente, en detrimento de los valores democráticos, por candidatos que lideran las encuestas y consideran que encuentros como un debate plantean más riesgos que oportunidades.
Si bien Gustavo Petro logró aglutinar el mayor porcentaje de votos (40,34%) en primera vuelta, enfrenta grandes retos para la contienda electoral del domingo. Petro deberá convencer al electorado de que no constituye un peligro para la estabilidad del país y necesitará movilizar a nuevos votantes para poder hacer frente al surgimiento de Rodolfo Hernández, que ha recibido el apoyo formal del candidato Federico Gutiérrez, quien alcanzó más de 5 millones en los comicios del 29 de mayo, pero no logró pasar a la segunda vuelta electoral.
Controversias previas a la elección presidencial
Dos controversias han empañado el final de la contienda presidencial de 2022.
La revista Semana publicó los “Petro videos”, grabaciones producto de una filtración de la campaña de Petro, en los que se muestra a los líderes del Pacto Histórico, discutiendo, en presencia de Petro, métodos antiéticos que para “dinamitar” las campañas de sus oponentes. Los videos incluyen la propuesta de divulgación de noticias falsas para desprestigiar a los demás candidatos como Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo.
En el video se ve a Gustavo Petro escuchando, sin intervenir, mientras Roy Barreras, senador electo por el Pacto Histórico, expresa tácticas cuestionables que exponen una infame faceta de la política. Aunque el video no contenga una conducta ilegal imputable, sí ha dado un golpe reputacional a la candidatura de Petro, quien ha hecho grandes esfuerzos por mostrarse como un funcionario de tradición institucional, desligándose de las señalamientos que recibe por haber pertenecido al grupo guerrillero urbano M-19 desmovilizado en 1990.
En entrevista con el diario El Colombiano, de Medellín, Gustavo Petro se refirió a los videos filtrados por Semana, en el que desestima el contenido de los mismos, acusando a Semana de haber “tomado partido” por la candidatura de su contrincante.
“A mí me gustaría que me atacaran por lo que yo digo, por lo que hicimos públicamente. En muchas de esas reuniones se terminaron rechazando las estrategias de uno u otro, porque no las considerábamos afines a lo que nosotros queremos, pero sacan los videos de las discusiones y no de nuestras decisiones, que es lo que al final se construye como estrategia real”, dijo Petro.
También ha causado polémica la decisión que tomó el candidato Rodolfo Hernández, horas después de conocerse los resultados de primera vuelta, de no asistir a ningún debate con Gustavo Petro.
La campaña de Hernández sostuvo que el candidato se enfocaría en “entrevistas a los diferentes medios de comunicaciones y de transmisiones en vivo realizadas en sus redes sociales”
La negativa de participar en debates de cara a la segunda vuelta fue muy criticada por distintos sectores que pidieron al Consejo Nacional Electoral obligar a los candidatos a realizar un debate por el bien de la ciudadanía y en favor de los valores democráticos de la sociedad colombiana. El Tribunal Superior de Bogotá ordenó, el martes 14 de junio, que los candidatos debían asistir a un debate televisado durante las 48 horas siguientes a la divulgación del fallo.
Rodolfo Hernández puso una serie de condiciones, entre ellas que el debate fuera realizado en Bucaramanga, ciudad en la que fue alcalde, y Petro aceptó las condiciones. No obstante, la campaña de Petro denunció que ningún representante de la campaña de Rodolfo Hernández llegó a la reunión convocada por el medio público RTVC que organizaría el debate.
Por su parte, Rodolfo Hernández, leyó una declaración en la que responsabilizó a Petro por la imposibilidad de realizar el debate ordenado por el juzgado de Bogotá.
Si bien Petro había solicitado debatir con Hernández de cara a la segunda vuelta, y desde su campaña han criticado a Hernández por no querer debatir, durante este ciclo electoral, Gustavo Petro se había negado a participar en varios debates televisivos cuando estaba a la cabeza de las encuestas, con el argumento de que se enfocaría en los mensajes directos en la plaza pública.
Durante todo el ciclo electoral, Petro asistió a menos debates que Rodolfo Hernández. Petro tuvo cinco participaciones en debates y Rodolfo Hernández siete.
https://prodavinci.com/despachos-desde-colombia-colombia-se-prepara-para-escoger-presidente/
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