Andrés Cañizález 22 de junio de 2022
@infocracia
La
telenovela del avión venezolano-iraní en Ezeiza tuvo un giro, este lunes 13 de
junio, que coloca el caso a nivel de problemón diplomático
ada
cierto tiempo ocurre lo que podríamos catalogar de un caso emblemático. Se
trata de algún hecho, que se le escapa de las manos al chavismo y que termina
desnudando un estado de cosas. Pasó así con el caso de la maleta de dinero que
llevaba Antonini Wilson en un vuelo de Pdvsa, hace ya 15 años, y ha pasado de
nuevo con el avión retenido en Ezeiza, el aeropuerto internacional que sirve a
Buenos Aires.
Conviasa
“compró” aviones usados a Irán, no sabemos los montos ni las condiciones,
también se desconoce quién autorizó tales transacciones. A fin de cuentas, se
trata de aeronaves que formaron parte de una empresa iraní señalada de ayudar
al terrorismo y sancionada por Estados Unidos. Ya esto, en sí debería
constituir un escándalo.
El
avión, ahora con bandera venezolana, es detenido cuando era pilotado por un
equipo iraní, con una tripulación a todas luces excesiva, con una carga que
nadie quiere reclamar en Buenos Aires.
Algo
huele a podrido en Dinamarca, como se suele decir en casos de sospecha, en este
caso diríamos que generalizada.
La historia
El
Boeing 747-300 de la empresa Emtrasur, la subsidiaria de cargas de la estatal
venezolana Conviasa, llegó a Ezeiza desde México con sus bodegas llenas de
autopartes. Después de dos días en Buenos Aires intentó aterrizar en
Montevideo, pero allí las autoridades aeronáuticas le prohibieron el ingreso y
terminó por regresar a la capital argentina.
Dos
pilotos iraníes al frente de una abultada tripulación de 19 personas del avión,
del cual recientemente la iraní Mahan Air -una empresa sancionada por Estados Unidos-,
se deshizo para vender al chavismo, resultó el primer capítulo de la retención
de la aeronave. Junto a la investigación que, finalmente, el gobierno de
Alberto Fernández activó, se une un hecho fáctico: ninguna empresa quiere
reabastecer de combustible a una aeronave asociada a una empresa sancionada por
Washington.
Con
capacidad para transportar hasta 14 toneladas de carga y una característica de
tener una autonomía limitada de vuelo, una vez se supo la retención del avión
tripulado por iraníes se difundieron informes oficiales desde Querétaro
(México) y desde Ciudad del Este (Paraguay), que le añadieron mayor intriga al
caso.
De
México el avión salió sólo con dos tripulantes con destino a Buenos Aires, esto
lo ha confirmado el gobierno local de Querétaro. En el caso de Paraguay, el mes
pasado este mismo avión llevó una carga extraña para su capacidad y uso,
declaró un embarque de cigarrillos por 750.000 dólares.
La
clave de este caso está en las discrepancias sobre la composición de la
tripulación, apunta Andrei Serbin Pont, experto en temas de seguridad.
Asimismo,
se ha destacado lo siguiente. El avión transportaba autopartes. Sin embargo,
tanto SAS Automotriz SA, la compañía que adquirió esas autopartes, como la
empresa Volkswagen Argentina emitieron comunicados en los que se desvinculaban
del vuelo de Emtrasur, resaltaron medios de prensa en Buenos Aires.
De
hecho, este escándalo en Ezeiza ha coincidido con el arribo a Venezuela de otro
avión ahora con la bandera de Conviasa y destinado a pasajeros y que era
propiedad de Mahan Air. Este último avión llegó, según la versión del régimen
de Nicolás Maduro, con “influencers” iraníes y operadores de turismo de
Teherán, para promover el turismo entre los dos países. Esta otra aeronave iba
a Buenos Aires y finalmente aterrizó en Bolivia, dejando varados a decenas de
pasajeros.
Para
diversos expertos en seguridad, desde hace algún tiempo resultaba ya llamativa
la existencia de un vuelo comercial directo entre Caracas y Teherán, operado
por Conviasa, y sin que se supiera a ciencia cierta qué perfil de pasajeros
tomaron estos viajes de 11.752 kilómetros.
Un
giro de último momento
La
telenovela del avión venezolano-iraní en Ezeiza tuvo un giro, este lunes 13 de
junio, que coloca el caso a nivel de problemón diplomático.
El
ministro de Interior, Aníbal Fernández, admitió que “con posterioridad al
ingreso” del avión, “se reciben, por distintos canales, información de
organismos extranjeros que advertían de la pertenencia de parte de la
tripulación a empresas relacionadas con la Fuerza Quds de la Guardia
Revolucionaria de Irán”. El caso subió de escala sin duda alguna.
Además
de las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios, empresas y órganos de
seguridad de Irán, en particular Washington tiene a Al Quds en su listado de
organizaciones terroristas. Lo más grave es que precisamente Argentina acusa a
miembros de Al Quds de estar detrás del atentado que en 1994 contra la sede de
la mutual judía en Buenos Aires, AMIA. En este atentado terrorista fallecieron
85 personas y sigue siendo una herida abierta para la sociedad argentina.
Serbin
Pont aclara que no hay un pedido de captura internacional contra los
tripulantes iraníes, pero todo el caso arroja muchas inconsistencias y está
rodeado de sospechas. El mismo experto en seguridad cuestiona que se haya
movilizado una aeronave de esta envergadura para transportar unos cigarrillos a
Paraguay, cosa que le parece inaudita.
La
atención está puesta sobre uno de los tripulantes del avión, llamado Gholamreza
Ghasemi Abbas. “Es familiar del ministro de Interior de Irán y su nombre
coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria y administrador de
una empresa ligada Al Quds”, dijo el ministro Fernández.
Los 19
tripulantes del avión, 5 iraníes y 14 venezolanos, están ahora bajo
investigación por la policía federal de Argentina. El gobierno de Fernández,
por su parte, sostiene que debe ser la justicia argentina la que decida el
destino del avión y la tripulación. No hay ninguna acusación contra los
involucrados.
¿Qué
hace Gholamreza Ghasemi Abbas en Buenos Aires, a bordo de un avión de carga
venezolano? ¿Por qué una aeronave que necesita cinco tripulantes transportaba a
19? Preguntas de este tenor las formuló públicamente la Dirección de las
Asociaciones Israelitas Argentinas, que pidió a la justicia investigar la
aeronave, su carga y tripulación. Las respuestas a estas preguntas dejarán al
desnudo lo que se esconde en este caso.
Tomado
de: https://elestimulo.com/opinion/2022-06-19/lo-que-deja-al-desnudo-el-caso-del-avion/
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