Andrés Cañizález 09 de junio de 2022
@infocracia
Nadie
huye de su país cuando las cosas funcionan bien o medianamente bien. La crisis
venezolana es el mayor desafío, en materia de movilidad humana, en el
continente y una de las tres grandes crisis mundiales
El
país sigue atravesado por una crisis multidimensional, compleja. Cualquier
servicio, cualquier arista de la vida nacional que se revise está en crisis. La
narrativa, impulsada desde el poder, de que Venezuela se arregló, es meramente
una operación propagandística.
Las cifras macro de la economía muestran ciertamente una leve mejoría, o más bien debemos entenderlas con esta imagen: dejamos de caer, tras ocho años consecutivos de reducción del producto interno bruto se detuvo este retroceso. Y aguas abajo, entre los venezolanos de a pie, no se percibe una mejoría. Ni percibir ingresos en dólares te pone a salvo de la vorágine inflacionaria que padece Venezuela.
La
imagen de venezolanos que silenciosa y continuamente siguen huyendo de la
crisis es tal vez la mejor demostración de que no, Venezuela no se arregló.
Cada
día 1.400 venezolanos, en promedio, salen del país con planes de establecerse
en otro lugar. La cifra ha vuelto a los niveles que tuvo antes de la pandemia
de la COVID-19, cuando se decretaron cuarentenas en América y Europa y se
establecieran restricciones a la movilidad humana, con lo cual se redujo el
éxodo venezolano.
Aunque
los organismos internacionales ubican en 6,2 millones de venezolanos los que
están hoy fuera de su país, el Observatorio de la Diáspora Venezolana bajo la
dirección del académico Tomás Páez insiste en que hay un subregistro importante,
dado que estos entes se basan principalmente en los censos de países
receptores, mientras que su iniciativa de investigación cruza tales datos con
los registros de venezolanos en redes sociales en otros países, data hiperlocal
que reúnen investigadores y periodistas y con todo ello consolidan sus propios
datos.
“Nosotros
hemos ido identificando este registro por ciudades y comunidades en diferentes
países. Nos apoyamos en redes, censos y encuestas así que nuestros datos hablan
de unos 7 millones 200 mil venezolanos en más de 90 países y más de 400
ciudades”, sostiene Páez cuando le consultamos recientemente.
Este 1
de junio, desde Madrid, Páez confirmó la conformación de la Red de la Diáspora
de conformada por unas 700 organizaciones de diverso tipo regadas alrededor del
mundo.
“La
crisis migratoria venezolana llega a 6,2 millones de personas, la más grande en
la historia del continente”, sostuvo la semana pasada David Smolansky,
comisionado de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos
(OEA) para atender la crisis migratoria de Venezuela.
“Si
los migrantes y refugiados venezolanos fuésemos un país superaríamos a la
población total de naciones como: Panamá, Costa Rica, Noruega, Irlanda o Nueva
Zelanda”, sostuvo Smolansky, un connotado dirigente político opositor quien
debió salir al exilio en 2017.
En
este momento el éxodo venezolano es tema de agenda en varios países. Mientras
que en Ecuador el gobierno de Guillermo Lasso optó por una suerte de “amnistía
migratoria” para regularizar en el país andino la presencia de medio millón de
venezolanos, el presidente chileno Gabriel Boric llamaba a sus pares
sudamericanos a construir una política de cuotas para distribuir a los
migrantes venezolanos en varios países.
El
llamado de Boric coincidía con una situación de colapso en la frontera norte de
su país por la llegada de venezolanos sin documentación que atraviesan una
peligrosa zona desértica caminando desde Bolivia.
El
desafío de la migración
Tal
como lo comentamos en otro artículo, en volumen los migrantes venezolanos
desplazaron en este 2022 a los cubanos y haitianos en el tránsito por el
peligroso Tapón del Darién, para cruzar de Colombia a Panamá, desde donde
suelen seguir por Centroamérica y México con destino a Estados Unidos.
Hace
dos meses se celebró en Panamá una reunión de dos días, convocada por Estados
Unidos y a la que asistieron representantes de 20 países latinoamericanos y
caribeños para discutir sobre el impacto regional que tiene la crisis
migratoria de Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro estuvo ausente en esta
cita.
La
crisis venezolana es el mayor desafío, en materia de movilidad humana, en el
continente y una de las tres grandes crisis mundiales, según han establecido
las agencias especializadas de la ONU como la Agencia de Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM). La activación de la comunidad internacional ante la migración venezolana
es la muestra de que la crisis latente.
Nadie
huye de su país cuando las cosas funcionan bien o medianamente bien.
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