ANTONIO MARIA DELGADO 08 de mayo de 2024
@DelgadoAntonioM
Una
maniobra política diseñada por el gobernante venezolano Nicolás Maduro para
recuperar la legitimidad internacional a través de elecciones fuertemente
manipuladas parece haberse salido de control para el líder socialista en medio
de proyecciones de que el apoyo popular de un rival previamente desconocido
actualmente alcanza niveles insuperables.
Una nueva encuesta divulgada el fin de semana muestra que el candidato opositor Edmundo González Urrutia ahora tiene una ventaja de 40 puntos porcentuales sobre Maduro, menos de dos semanas después de que el exdiplomático de 74 años obtuviera inesperadamente el apoyo mayoritario de los principales partidos de oposición.
Y se
espera que el margen crezca aún más, a medida que Venezuela se acerca a las
elecciones presidenciales del 28 de julio. Aun cuando el régimen se ha ganado
la fama de realizar elecciones fraudulentas, expertos creen que la ventaja que
acumula González Urrutia es demasiado grande para robársela.
“La
pregunta ya no es si González Urrutia puede ganar en julio porque eso ya está
determinado. La pregunta ahora es si el gobierno realmente estaría dispuesto a
ceder el poder en enero”, dijo el encuestador venezolano Jesús Seguías, cuya
firma Datincorp proporcionó las nuevas cifras. “Es una ventaja descomunal…
Realmente no hace falta hacer una encuesta para saber que el país entero quiere
un cambio”.
Según
la encuesta de Datincorp, el candidato de la oposición disfruta ahora de una
ventaja del 62% sobre el 20% de Maduro, en una medición polarizada que no toma
en cuenta la popularidad de los restantes nueve candidatos, quienes juntos no
acumulan más de 12 puntos porcentuales.
Pero
el sondeo de opinión, realizado el 28 de abril en base a 1,200 entrevistas
realizadas en 19 estados diferentes, mostró que sólo el 55% de los consultados
sabía realmente quién es González Urrutia. “Si este es el apoyo que tiene
cuando sólo la mitad del país sabe quién es, ¿cómo será cuando el 95% de la
gente lo sepa?”, dijo Seguías.
El
margen de 40 puntos es detectado sólo una semana después que otra encuesta,
realizada por la empresa Meganális, mostrara el inicio de la tendencia, con el
ex diplomático para ese entonces acumulando una ventaja de 20 puntos.
Después
de una serie de negociaciones sostenida por meses con la administración Biden,
Maduro acordó celebrar elecciones presidenciales en un acuerdo firmado en
octubre con la oposición venezolana. Al obtener importantes concesiones de
Estados Unidos, que levantó parcialmente sus sanciones petroleras al país
sudamericano, el régimen acordó reformar el criticado sistema electoral
venezolano y permitir que cualquier opositor estuviese en condiciones de
competir en los comicios.
Maduro
incumplió el acuerdo poco después de que se hizo evidente que la líder de la
oposición María Corina Machado lo derrotaría rotundamente en las elecciones.
Procedió a prohibir su candidatura y luego bloqueó la candidatura de su
representante, la profesora universitaria Corina Yoris.
Con
estas maniobras, el gobernante venezolano esperaba estar creando las
condiciones para una victoria electoral a pesar de su abismal falta de
popularidad, al medirse contra 12 contendientes poco conocidos, o en algunos
casos poco queridos, que se dividirían entre ellos el voto de la oposición.
La
estrategia parecía contar con altas probabilidades de éxito hasta que Machado y
los principales partidos de oposición decidieran repentinamente respaldar
conjuntamente la candidatura de González Urrutia, quien era uno de los
candidatos que ya estaban inscritos.
Ante
el incumplimiento del acuerdo, Estados Unidos ha vuelto a imponer sanciones
contra el régimen.
La
ventaja del candidato de la oposición es motivo de preocupación en el palacio
presidencial de Miraflores en Caracas, mientras los miembros del régimen
contemplan cómo lidiar con la creciente amenaza.
Evan
Ellis, profesor de estudios latinoamericanos en el Instituto de Estudios
Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, dijo que
es muy difícil que Maduro permita que la candidatura del nuevo candidato
unitario de la oposición continúe en vista del abrumador respaldo que está
recibiendo de la población.
Miles
de partidarios comienzan a manifestarse a favor de González Urrutia en las principales
ciudades del país, impulsados por las apariciones en las congregaciones de
Machado, la verdadera fuerza detrás del ascenso del exdiplomático.
“Maduro
no ha estado en el poder tanto tiempo por ser ingenuo”, dijo Ellis. “Cuando
miras los elementos fundamentales, ves que las personas alineadas con Maduro no
pueden permitir que se produzca un cambio justo que conduzca a la instauración
de un régimen transparente, porque saben que las cosas que han hecho no sólo
los dejan en riesgo de perder el poder, sino también de perder sus fortunas y
ir a la cárcel por muchísimo tiempo”.
Estos
riesgos continuarían incluso si los líderes de la oposición prometieran
inmunidad durante algún tipo de proceso de negociación que estableciera las
bases para una transición política en Venezuela, dijo Ellis, citando ejemplos
de dictadores latinoamericanos que recibieron tales promesas que terminaron
siendo incumplidas cuando éstos dejaron el poder.
Maduro
y muchos miembros de su régimen enfrentan una larga lista de cargos penales en
cortes internacionales, que van desde tráfico de drogas hasta crímenes de lesa
humanidad.
“Cuando
analizo esta situación, veo una total falta de incentivos y de lógica para que
Maduro corra un riesgo real de perder el poder”, dijo Ellis, añadiendo que lo
más probable es que el régimen intente robarse las elecciones o que trate de
buscar alguna manera de suspender la candidatura de González Urrutia.
La
segunda opción parece más probable en este momento, dado el creciente fervor
que rodea al candidato de la oposición y el hecho de que aún faltan 12 semanas
para las elecciones.
Las
recientes manifestaciones celebradas por Machado en las principales ciudades
venezolanas han mostrado un apoyo callejero masivo a favor del opositor,
creando un ambiente de esperanza que plantea nuevos desafíos para el impopular
régimen socialista, dijo el analista político Antonio De La Cruz.
“Maduro
siempre puede darle una patada a la mesa, pero eso va a tener un costo político
muy alto, porque ahora estamos lidiando con un movimiento popular masivo que se
está fortaleciendo con la expectativa de cambio”, dijo De La Cruz, director
ejecutivo de InterAmerican Trends.
Maduro
puede desmantelar las elecciones porque, con los militares de su lado, tiene el
poder para hacerlo, pero no está claro si tendría la fuerza para resistir las
consecuencias, dada su falta de popularidad, agregó De La Cruz.
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